A 8 meses, probable feminicida de la doctora Paulina Gómez Zenteno sigue libre
*Este miércoles, chiapanecas de diversas colectivas feministas se dieron cita a las afueras del Congreso del estado para exigir justicia por el feminicidio de la doctora Lisset Paulina Gómez Zenteno, asesinada en diciembre pasado.
*En el mismo evento, las feministas manifestaron su rechazo hacia la propuesta de «Pin Parental» con pintas en las instalaciones del Congreso, además, participaron en el evento nacional para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJCN) aprobará el aborto legal, seguro y gratuito en Veracruz; sin embargo, fue desechada.
De acuerdo con el Observatorio Feminista contra la Violencia a las Mujeres de Chiapas, hasta el mes de mayo de este año, la entidad registró 62 muertes violentas de mujeres, de las cuales, al menos 21 han sido investigadas como feminicidios. La zona metropolitana es la que registra las cifras de violencia hacia las mujeres.
Por ello, este miércoles, feministas chiapanecas se dieron cita a las afueras del Congreso del Estado, para manifestarse y exigir al gobierno estatal actúe con respecto a la violencia que viven las mujeres, sobre todo en este confinamiento, puesto que, debido a la pandemia, algunas instituciones no se encuentran con sus labores en su totalidad.
Bajo consignas de “Ni Una Más” las mujeres asistentes hicieron un pronunciamiento dirigido a la Fiscalía General del Estado, para que, así como no cesa la violencia de género, tampoco cesen los trabajos para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, tal y como se estipulado en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Así mismo, mencionaron que es obligación del Estado acelerar el proceso de investigación en las denuncias de todas aquellas mujeres que han iniciado algún trámite legal en contra de sus agresores.
“Nosotras decidimos salir a manifestarnos, obviamente guardando la sana distancia y las medidas de higiene pertinentes por el tema de la pandemia, pero para recordarle al Estado que nos sigue teniendo una deuda con nosotras, (…) más que nada es un recordatorio, nosotras seguimos aquí seguimos resistiendo, vamos a seguir y no vamos a quitar el dedo del renglón hasta que se nos reconozcan nuestros derechos y nuestra dignidad” añade Karen Dianne Limón Padilla, activista feminista.
Así mismo, Nora Margarita Zenteno Juárez, madre de la doctora Lisset Paulina Gómez Zenteno, encontrada sin vida en su domicilio en diciembre de 2019, protestó para que la carpeta de investigación por el posible feminicidio de su hija no quede en el olvido y proceda en contra de Jesús Rafael Trujillo Silva, quien se presume, es el responsable de la muerte de la médico.
“La carpeta de investigación dice que no hay hecho nada, nunca detuvieron al tipo a pesar de que yo les dije que él era el asesino. Él está libre y nunca lo llevaron a declarar” señala, añadiendo que, ella comentó a las autoridades una confesión de quien fuera la pareja de su hija, originario del estado de Michoacán: Trujillo Silva se dedicaba a asesinar personas en su estado, llegó a Chiapas huyendo de un ajuste de cuentas.
De acuerdo con Nora Zenteno, en el hallazgo del cuerpo de su hija, las autoridades le notificaron tres horas después del hallazgo, y le indicaron que la causa de la muerte había sido asfixia por ahorcamiento, debido a que se había suicidado colgándose de unos calcetines en la azotea de la vivienda.
Sin embargo, señala que hubo irregularidades en el proceso de investigación puesto que, al llegar ella al sitio, el cuerpo de su hija se encontraba ya en el piso, y tenía signo de violencia, así como los ojos aun abiertos. Además, indica que los calcetines con los que La autoridad le informó que ella se había suicidado pertenecían a Trujillo Silva, lo que la llevó a sacar conclusiones de que no había suicidio.
Además, indica haber recibido amenazas de parte de su cuñada y su hermano, a quienes señala como probables cómplices del asesino de su hija, pues antes de su deceso, ellos eran quienes le rentaban la propiedad a la pareja, incluso fueron testigos de la violencia que Paulina vivía y aun así se lo ocultaban, aunado a que, después de la muerte de su hija, “se llevaron a vivir con ellos” a su agresor.
“Tengo miedo porque he recibido amenazas por parte de ellos. Me dicen que si sigo con esto me va a llevar la chingada. Tengo miedo, mucho miedo” añade Zenteno Juárez, señalando que además, “debido a la pandemia” las autoridades le han negado la atención para continuar con la carpeta de investigación por la muerte de su hija, la cual, sigue siendo tratada como suicidio pese a los antecedentes que ha presentado.
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