Volcán Chichonal; la primer tragedia de desplazamiento forzado
*La erupción fue tan grande que expulsó 13 megatoneladas de dióxido de azufre alrededor del mundo , lo que bloqueó la radiación solar y enfrió la Tierra hasta .5°C
El 28 de marzo de 1982, el volcán Chichón o Chichonal, expidió una columna de piroclásticos (piedras y materiales volcánicos que se desplazan a altas temperaturas) y gases que alcanzó los 17 kilómetros de altura y los 100 de diámetro.
El volcán Chichonal es un estratovolcán joven (geológicamente hablando) cuya edad aproximada es de 200 mil años.
Según estimaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Gobierno de México, los primeros indicios de reactivación comenzaron a partir de Noviembre de 1981 con pequeños sismos locales mientras comenzaban a ser eran notables las emanaciones de vapor y gas procedentes del cráter y alrededor del domo. También pobladores reportaron constantes ruidos subterráneos.
Se hizo evidente el incremento de la actividad a partir del 26 de febrero de 1982 en donde se observó un aumento progresivo de la actividad sísmica con sismos volcanotectónicos de mayor magnitud siendo el más relevante el del día 6 de marzo con una magnitud de coda (coda: duración en el registro) Mc 4.0, adicionalmente se registraron 30 sismos volcanotectónicos en un lapso de 24 horas.
Suceso
El Centro de Lengua y Cultura Zoque de Chiapas afirmó que las muertes de los indígenas zoques- de acuerdo a los testimonios orales de la población local y estudios históricos- pudieron ser evitadas.
Esto debido a que el desplazamiento humano que amenazaba a las ciudades de Villahermosa y Tuxtla Gutiérrez, el entonces gobernador de Chiapas, Juan Sabines Gutiérrez y el vulcanológo Federico Moser diseñaron una política de contención humana que impidió a la población abandonar sus tierras y en otros casos, fueron obligados a retornar a sus lugares de origen entre el 29 de marzo y 2 de abril de 1982 pese a que la erupción volcánica no había cesado.
Por el contrario, las autoridades privilegiaron la evacuación del hato ganadero y el monitoreo de la presa hidroeléctrica ubicada en Chicoasén.
Esta versión es corroborada por el investigador Hidalgo Mellanes, quien narró como en su libro “La Fiesta del Enojo”, lo sucedido aquel domingo 28 de marzo, bajo una investigación que recopiló documentos y se acercó en directo a las víctimas.
Hidalgo Mellanes comentó que este suceso puede ser catalogado dentro de los primeros desplazamientos forzados documentados de la historia de Chiapas, ya que la erupción tomó una magnitud tan grande por las víctimas mortales y de desplazamiento.
“Dentro de la población ya habían documentado olores, calentamiento de la tierra y temblores, inclusive la actitud de animales que estaban inquietos. Pero nunca pensaron la magnitud de la erupción del volcán (…) Los tomó por sorpresa, era un domingo, día de descanso, era de noche por lo que había gente durmiendo” explicó.
El investigador afirmó que en ese tiempo las personas no se encontraban preparadas para esta contingencia, por lo que muchas murieron por la ceniza, otras por el derrumbe de sus casas y unas más en su transitar de salir por la carretera a Ixtacomitán la cual no contaba con asfalto ni luz eléctrica.
“Fueron muerte terribles, algunas fotos que se recuperaron se ve la magnitud de la ceniza sobra las casas. Las muertes fueron demasiadas, no tenían donde irse, Pichucalco y Tuxtla Gutiérrez estaban lejos. El pueblo más cercano era Ixtacomitán pero era imposible salir” añadió.
El escritor añadió que existieron personas que murieron encerradas o que se les cayó el techo encima, ya que no querían irse del lugar donde nacieron.
“Los primeros auxilios llegaron del gobierno de Tabasco (…) La gente se organizó como pudo, en ese entonces, el gobierno llegó tarde y no dada razón de lo sucedido (…) La segunda erupción fue la más fuerte y la que sepultó a Francisco León” explicó.
La erupción del Volcán Chichonal sepultó a 12 poblados zoques como la cabecera de Magdalena, hoy conocido como el municipio de Francisco León y ejidos de Chapultenango, que provocó la muerte de más de 2 mil personas, entre ellas, la del alcalde, Rodimiro Ramírez Estrada.
Hidalgo Mellanes comentó la historia de Ramírez Estrada quien mencionó que fue un presidente municipal que murió por su gente, ya que lo primero que hizo fue sacar a toda la gente y el quedó sepultado por la ceniza.
La intensidad de la erupción se calculó entre 40 y 50 megatones (las bombas de Hiroshima y Nagasaki «»apenas»» tuvieron una potencia de 13 kilotones). Hacía más de 11 mil años que en el territorio no se presentaban erupciones de esa magnitud, por lo que a la fecha se considera el evento más importante en su tipo en la historia de México, informó autoridades gubernamentales.
La erupción del Chichón fue ligeramente más grande que la de 1980 en el volcán Santa Helena, EE.UU.. Se estima que 1.3 km3 de material volcánico fue expulsado durante las erupciones de 1982. Solo la actividad del Pinatubo en 1991, considerada como Ultrapliniana con un índice de explosividad volcánica de 6, superó la actividad del Chichón.
Uno de los efectos a escala global de esta erupción fue la reducción de la temperatura mundial en más de 0.5°C por la gran cantidad de SO2 (dióxido de azufre) y cenizas que circundaron la tierra bloqueando la radiación solar.
Era domingo entre las 7 y 8 de la noche del 28 de marzo de 1982, la tierra se comenzó a mover y la ceniza, piedra volcánica y lava se movían en lo que fue la explosión del Volcán Chichonal, que dejará más de 2 mil personas muertas y un aproximado de 22 mil personas en situación de desplazamiento forzado.
Eduardo Hidalgo Mellanes, escritor e investigador del tema, mencionó que a 38 años de este suceso, las familias desplazadas; en especial las personas mayores, no se sienten en su casa, por lo que han desarrollado enfermedades y en especial un vacío por nunca volver.
Para la comunidad zoque, el 28 de marzo nunca se olvidará, este suceso natural afectó más de 30 mil hectáreas de tierras campesinas cultivadas con maíz, café y ganado con un daño superior a los 117 millones de dólares, con un saldo de muertos de 2 mil personas y desplazamiento de 22,351 personas de 7 municipios aledañas.
La Fiesta del Enojo
Hidalgo Mellanes a raíz de este acontecimiento logró escribir “La Fiesta del Enojo”, libro que recupera desde la oralidad, la construcción desde la cosmovisión zoque de la erupción del Volcán Chichonal.
“Nadie festeja el enojo, es una construcción poética. El titulo del libro alude a una festividad antigua, que no es de los zoques, pero que es la fiesta de la tierra, lo que me platicaron es que al regresar 6 años después de la erupción se hizo un rumor, sobre la anciana que arde, quien vivía a las faldas del volcán y se preparaba para casarse, tenia todo listo, pero no llegó el novio” describió.
Este último suceso hizo que del enojo tirara todo su ropa, sus adornos y la leña que tenia para la comida, de hecho tenia una gargantilla, pulsera y un anillo con serpientes; esto aluden los zoques a las serpientes de fuego que se veían en la explosión del Volcán Chichonal.
“No obstante, existió un personaje el cual no quería que los zoques murieran por lo que agarró un mazo y rompió los grandes bloques de tierra para hacerlos polvo” finalizó.
Reubicación
Respecto al desplazamiento de las familias, algunas optaron en irse a Ixtacomitán y Pichucalco, otras se quedaron en Tabasco, sin embargo, el plan de gobierno estatal fue instalarlos de forma provisional en Juan Crispin, al poniente de la capital chiapaneca.
“Los instalaron ahí donde ahora es la Feria Chiapas, existía gente con tuberculosis cuando llegaron. Las autoridades les dieron sardina con aceite para comer, pero ellos no estaban acostumbrados por lo que les dio diarrea y se agravó sus padecimientos” explicó.
En un segundo momento, el Gobierno del Estado compró terrenos en diferentes municipios del estado para donárselo a los zoques, el más conocido fue en Nuevo Carmen Tonapac, Chiapa de Corzo, seguido de Nueva Esquipilas Guayabal, Rayón; Quitambal, Villaflores; Vicente Guerrero en Acala y en la Selva Lacandona.
Actualidad
La comunidad más grande de zoques se establecieron en Nuevo Carmen Tonapac, Chiapa de Corzo, en la que inclusive recibieron el monte de “Los Chichonales”, a causa de la erupción. Sin embargo, a pesar de 38 años de su establecimiento aún no se siente como en casa.
Hidalgo Mellanes mencionó que Nuevo Carmen Tonapac, ha tenido problemas por agua, ya que por su forma de vida se acostumbraron a sembrar y como las tierras que les dieron no eran fértiles no podían generar ingresos.
“Otro fue el robo de aves de corral, pero el problema principal fue la lengua, ya que muchos de ellos hablaban zoque, por los que no podían vender o comprar, tuvieron que verse forzados a aprender español (…) Las personas mayores en especial se enfermaban, extrañaban a Carmen Tonapac, su aroma, vegetación y lo que comían” explicó.
En los últimos años, la comunidad zoque de Chapultenango, Francisco León, Ostuacán, Rayón, Ixtacomitán y Pichucalco ha empujado para que el actual gobierno pida perdón y disculpa pública por parte del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas, por la muerte de 2 mil personas durante la fallida evacuación durante la erupción del volcán Chichonal el 28 de marzo de 1982.
Además, exigieron el reconocimiento mediante declaratoria pública por parte de todos los niveles de gobierno sobre el derecho de nuestros pueblos, ejidos, comunidades, barrios, rancherías y municipios del territorio zoque a decidir sobre sus formas de gobierno, a tener su propio sistema de educación y medios de comunicación, economía y vida cultural.
A su vez, el Movimiento Zoque en Defensa de la Vida y el Territorio (Zodevite) afirmó que el Estado ha tenido una gran responsabilidad y una deuda pendiente con nuestros muertos y desplazados; con abuelos, abuelas, tías, tíos, sobrinos, primero, compañeros y compañeras que murieron en 1982.
El gobierno de Tabasco debería ser reconocido por la gran ayuda que proporciono a los habitantes de Chiapas, de les dió hospedaje, comida y atención médica, por años
Pues sí, el Pueblo Zoque lo mínimo que merece, amén de mucho más, es una disculpa pública por parte de los tres órdenes de gobierno.