Pueblos indígenas recuerdan a Samuel Ruiz en su noveno aniversario luctuoso
El Pueblo Creyente de San Cristóbal de las Casas se movilizó el pasado 25 de enero con el fin de recordar el legado del Arzobispo Samuel Ruiz, conocido como “Jtatik”, en la cual ante la diversas problemáticas proponen caminar juntos para buscar la vida y defenderla cuando exista riesgo.
Las cientos de personas que se movilizaron invitaron a la sociedad a construirse desde la autonomía, bajo las estructuras de usos y costumbres y de la autodeterminación de los pueblos que se sustentan en el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
“Mantener nuestra resistencia frente a los proyectos de muerte y recuperar nuestros gobiernos autónomos comunitarios y ejidales, defender a la Madre Tierra y el Territorio con nuestra forma de vida a través de las acciones en conjunto: talleres, ayunos y oraciones” mencionaron en un comunicado.
Recordaron los episodios de violencia dentro de la zona, como los desplazamientos de Aldama, Chalchihuitán, Chavajeval, así como los constantes tiroteos en Santa Marta.
«La situación actual es difícil y compleja; pero ni estamos solos. Contamos con la ternura misericordiosa de Dios Padre, que nos ha dado a su Hijo y su Espíritu. Hemos sido creados a su imagen y semejanza. Dios no abandona la obra de sus manos. Jesucristo nos llama y nos envía. Unidos a Él, daremos fruto en abundancia; separados de Él no podremos hacer nada (cf. Jn 15, 5). ¡Caminemos juntos, a la luz del Señor! » (Carta Pastoral, Caminemos juntos, a la luz del Señor n.55), señalaron en su comunicado.
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Comunicado
Somos Pueblo Creyente porque somos sujetos constructores de nuestra historia, vivimos y luchamos por una vida comunitaria proponiendo una cultura más humana en la sociedad. Estamos conscientes que el Reino de Dios se va construyendo en la búsqueda de la reconciliación, la unidad, la paz y la justicia.
Desde nuestras Opciones Diocesanas por los pobres y la Madre Tierra, queremos expresar los dolores y sufrimientos de nuestros pueblos:
Nuestros pueblos están sufriendo las situaciones de injusticia, atropellos a sus derechos fundamentales, corrupción e impunidad con la confabulación de las autoridades junto con amenazas y desplazamientos forzados de las comunidades que son divididas por diversos intereses económicos y políticos.
Hay falta de empleos, inseguridad social, reclutamiento de personas para grupos de delincuencia organizada y trata de personas, que trae como consecuencia la migración de las comunidades a las ciudades, a otros estados de la República, a Estados Unidos y Canadá, con los que se provoca una desintegración familiar.
Estamos en una sociedad consumista que cada vez produce más basura, contaminación y daño a nuestra Casa Común, la Madre Tierra.
El sistema educativo es deficiente, controlado y manipulado, una educación que no forma conciencia y responsabilidad ciudadana, más bien responde a intereses neoliberales y por ello, no dan vida al pueblo.
El servicio de salud, en lo general, es insuficiente, notable en varios hospitales abandonados, la falta de atención médica, falta de medicamento y médicos especialistas; son mucho los centros de salud abandonados en las comunidades. La gente pobre sigue careciendo de atención médica.
Nos entristece la inseguriadd, hay asaltos, robos, secuestros, asesinatos de personas, enfrentamientos de diversos grupos del crimen organizados.
Hay empresas transnacionales y nacionales extractivistas que provocan contaminación y destrucción de los recursos naturales como son: tala de árboles, acaparamiento y privatización del agua y humedales; promoción de monocultivos que erosionan la tierra y despojan de su fruto. Las fumigaciones en nuestras tierras y la modificación de nuestras semillas criollas de parte de Monsanto traen consecuencias de muerte. Todo esto promueve y sustenta el sistema económico neoliberal. Las afectaciones que traerá la «autopista de Pijijiapan a Comitán y San Cristóbal Palenque» a los pueblos y a la reserva e la biofera el Triunfo (Área Nacional Protegida) será de grandes consecuencias para las personas y daño ecológico.
Respetamos a quienes esperan un cambio con el gobierno actual, pero que exijan y trabajen por el cambio que nuestro país necesita. Nos preocupan los viejos grupos de poder que no quieren perder el poder político, pues continúan en el poder económico y mediático, ya que son quiene siguen manteniendo las viejas estructuras de dominación, despojo y división en nuestras comunidades por medio de la manipulación.
Dios Padre-Madre ha sembrado la semilla del profetismo en este Pueblo de nuestra Diócesis de San Cristóbal de las Casas, que hoy y en toda la trayectoria de uestro Proceso Diocesano, acompañado por nuestro amado jTatik Samuel Ruiz García, sembró la semilla de ser profeta y forjador de profetas con la palabra tejida en una gran labor pastoral que desembocó en el gran fruto de los acuerdos de III Sínodo Diocesano del cual celebramos los primeros 20 años de Vida Sinodal y Eclesial.
«Para poder anunciar la espeanza de la fe y denunciar la situación social injusta en que viven las comunidades, debemos mantenernos firmes y no tener miedo a evangelizar, aunque haya amenazas, mentiras y críticas destructivas. Recordemos que Jesús nuestro Señor y María nuestra Madre nos ayudan y nos dan fuerza para seguir adelante influyendo con mayor ahínco en la transformación de nuestro México» (III Sínodo Diocesano 66).
Los frutos que han dado vida en el caminar con la Palabra de Dios y del III Sínodo Diocesano son:
El despertar de la conciencia del Pueblo, ha fortalecido nuestra fe y eperanza en el Dios vivo y presente en medio del pueblo, la lucha por una Vida digna, la autonomía, la fraternidad, la articulación de diversos sectores de la vida social y eclesial, las alternativas de construcción social, el cuidado de las semillas nativas, la soberanía alimentaria, un gobierno para la comunidad, la libertad, la resistencia, mantener viva la palabra de los antepasados que nos dan vida, la vida verdadera y abundante, la fueraz del pueblo organizado, el cuidado de la Casa comn, la búsqueda de la unidad en la diversidad con hermanas y hermanos de otras denominaciones religiosas como práctica ecuménica sin dejar nuestra identidad eclesial.
Miramos como flores y frutos la consolidación y organización de las áreas e instancias pastorales como Pueblo Ceyente, Teología India, Pastoral de la Tierra, Derechos Humanos, Migrantes, Coordinación Diocesana de Mujeres, Comunidades Eclesiales de Base, Catequésis de NIños, Catequésis de Adultos, Prmotoras y prmotores de Salud, Pastoral Penitenciaria, MInisterios Ordenados e instituidos como el Diaconado Permenente entre otros servicios y carismas que el Espíritu Santo va suscitando para el bien del Pueblo de Dios.
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