Día de Muertos en San Juan Chamula; tradición, música y coca cola
Año con año, en esta comunidad de los Altos de Chiapas, indígenas tsotsiles de unas 22 comunidades y parajes acuden al panteón para festejar a su muertos, pero donde la Coca Cola es un elemento esencial sobre las tumbas.
Turistas locales, nacionales y extranjeros llegan a esta comunidad ubicada a pocos kilómetros de San Cristóbal de Las Casas, rumbo a Tenejapa, pero dentro del municipio de San Juan Chamula, un poco más delante de Cruzton, la meca del posh, una bebida tradicional embriagante.
Desde muy temprano, hombres mujeres y niños se concentran en esta que es la feira más importante de este pueblo orgulloso de sus tradiciones, es el municipio más grande de las más 100 comunidades de San Juan Chamula, por eso el presidente municipal en turno cada año viene ha hacer su recorrido hasta este lugar con todo sus más cercanos colaboradores.
Junto al panteón es que es ya el centro de la población, se erigen una graan feria, juegos mecánicos, puestos de comida, de ropa, de golosinas, venden posh, cerveza, jugo de caña fermentada, chicha, le dicen.
Entre los grupos norteños y el mariachi que cantan de tumba en tumba, sobresaltan, los danzantes, los kolemal max, los monos sueltos, en castellano. Con sus instrumentos de vientos, el acordeón, la guitarra artesanal echa en esta región, las trompetas y las sonajas, los personajes coloridos bailan alrededor de las tumbas y consumen las bebidas que les ofrecen, cerveza, posh o lo que les den. Terminan tirados alcoholizados algunos de ellos.
Aunque destacan un grupo de pequeños danzantes. Pedro Hernández Gómez de acá mismo de Romerillo, tiene un grupo de niños danzantes tradicionales. A quienes dirige y estimula para que no pierdan la tradición de ese pueblo indígena tsotsil de los Altos de Chiapas.
Pedro es un joven discapacitado al que los propios niños le ayudan a caminar con sus muletas cargando su acordeón. Con rastas y ropa sport, Pedro se afana con que los niños ejecuten cada instrumento y dancen al compás de la música de viento.
Sobre las tumbas llenas de juncia, cempasúchil, velas, también destacan las cervezas, otros más les ponen tamales y atol, agrio, pero muchos les ponen refrescos de Coca Cola, misma que ponen junto a la cruz después de derramar un poco sobre la tumba de tierra a la que luego cubren un una tabla.
Un estudio del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (CIMSUR) reporta que el estado es la región del mundo donde más se consume Coca-Cola, un promedio de 821.25 litros al año por persona.
Jaime Page Pliego, doctor en antropología por el CIMSUR, revelÓ en su estudio que el aumento de consumo fue causado por una modificación de la vida social y religiosa de sus habitantes. Y en Romerillo, esto es la prueba más palpable.
En este panteón no se permiten tumbas de concreto, nada de cemento, dicen, nada de ladrillos, al morir, todos son iguales en este panteón.
El panteón esta ubicado en una colina, donde en la parte alta se erigen 22 cruces, gigantescas, es una por cada uno de los parajes y comunidades que tiene derecho a enterrar en este lugar a su muertos.
En Romerillo este fin de semana es una larga fiesta, grupos musicales amenizan las noches, los pleitos nunca faltan, pero los mayoles o policías están prestos para llevarse a los rijosos a la cárcel de la comunidad donde pasarán una noche fría.
Estamos a 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar. El alcohol, es lo que más sobra en este lugar. Y ni dudarlo, sus vecinos son sus hermanos del pueblo indígena de Cruztón, la capital del posh, la meca del posh. Desde muchas comunidades, muchos municipios y de otros estados del país, llegan a este lugar donde la mayoría de sus habitantes elabora posh a base de trigo, panela y azúcar. Otros usan como elemento básico el maíz.
Ahora hasta los hacen de sabores para bajarle la intensidad del alcohol. Román, un joven que atiende su poshería en el centro de Cruzton, dicen que vienen personas desde muy lejos para comprar hasta por tambos el posh que produce su familia.
Román dice que sus vecinos de Romerillo, son sus principales clientes en estas festividades, a donde los de Cruzton también tienen sus muertos.
Entre el sincretismo prehispánico, el cristianismo y nuevos elementos adicionales de la mordernidad, hacen que los usos y costrumbres, así como sus tradiciones se conserven en Romerillo, hasta donde miles llegan para ver a sus muertos pero también para celebrar la vida en familia.
Sin comentarios aún.