Armadillos: del rescate de migrantes en el desierto, al rastreo de fosas clandestinas
Desde el año 2013, el grupo Armadillos: Búsqueda y Rescate, ha dedicado sus esfuerzos, tiempo y dinero a viajar al desierto de Arizona para salvarle la vida a las y los migrantes que se han quedado a un paso de llegar a su destino en los Estados Unidos. Con el tiempo, estos ciudadanos y ciudadanas de a pie, muchos de ellos connacionales mexicanos radicados en el país vecino del norte, han tenido que responder desde sus trincheras a la crudeza de las políticas migratorias, a la militarización de la frontera y a la persecución de la migración, que han cobrado la vida de miles de personas migrantes en la zona fronteriza más mortífera del mundo. Así, el trabajo de Los Armadillos –hasta hace un mes- se había enfocado en la búsqueda y rescate –como su nombre lo indica- de personas migrantes con y sin vida en el lado estadounidense del desierto de Sonora; sin embargo, conmovidos por las historias de lucha de los colectivos de familiares de personas desaparecidas en el país, e indignados por la inacción del Gobierno quien ha sido omiso en buscarles, decidieron sumarse con su conocimiento, equipo y voluntad al rastreo de fosas clandestinas en la ciudad de Tijuana.
Acompañando a la Brigada Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas en Baja California, han colaborado en el rescate de al menos tres cuerpos de personas, dos hombres y una mujer, ésta última ya ha sido identificada y devuelta a sus familiares.
Por Dalia Souza / @DalhiaSouza. Fotografías y videos: cortesía Armadillos: Búsqueda y Rescate
Aquello que parecía aún más lejano que la frontera misma, les golpeó de repente en el rostro sin esperarlo. César Ortigoza, es integrante del grupo Armadillos: Búsqueda y Rescate, junto con su hermano Alex y demás “compas” solidarios y solidarias, como él les nombra, habían dedicado los últimos seis años de su vida a salvar la de decenas de migrantes varados en el desierto de Arizona.
Si bien, reconoce que con el tiempo las búsquedas se habían convertido más y más complejas por la suma de mensajes y solicitudes que les hacían llegar a su cuenta de Facebook familiares de migrantes y personas desparecidas, requiriendo su ayuda para buscar a sus seres queridos en estas zonas; difícilmente podrían haberse imaginado realizando rastreos de fosas clandestinas en México.
En abril pasado, cuenta César, viajó a la Ciudad de México a un encuentro con colectivos de familiares de personas desaparecidas que llevan a cabo búsquedas en campo de tesoros desaparecidos; ahí tuvo la oportunidad de escuchar sus historias y de conocer personalmente a Mario Vergara, del colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala en Guerrero y a los hermanos Trujillo de la organización Familiares en Búsqueda María Herrera.
Después de compartir experiencias y conocimientos, explica César, se ofreció a ayudar:
“Este año viajamos a una reunión que tuvimos con grupos de búsqueda y rescate y ahí fue donde conocí personalmente a Mario Vergara, él me comenta qué es lo que ellos están haciendo y qué le pasó a su familiar; realmente es algo que de alguna forma me mueve. Le comento lo que hacemos nosotros y me pide que nosotros podamos trabajar algún día juntos y le digo que sí, que realmente me gustaría trabajar buscando fosas clandestinas. Y así es como, desde hace casi un mes, estamos colaborando juntos”.
Durante este mes han viajado cuatro veces a la ciudad de Tijuana y han conseguido localizar junto con las organizaciones que integran la Brigada Estatal de Búsqueda en Baja California, tres cuerpos de personas que se encontraban en entierros clandestinos; dos hombres y una mujer no mayores a los 25 años de edad.
“No somos héroes, sólo somos conscientes de la problemática”, expresa César, mientras habla de los contrastes que encuentra entre el rescate de migrantes en el desierto y el rastreo de fosas clandestinas en Tijuana; pues en su opinión, éste último es más peligroso y difícil, no obstante, señala, es imposible “hacerse de oídos sordos” cuando “sabemos que hay muchas familias que realmente están sufriendo por esta problemática”:
“Sabemos qué es lo que está pasando en México y si el gobierno de alguna forma no está respondiendo, no está tomando cartas en el asunto, alguien tiene que hacerlo, no podemos esperar a que se le dé la gana de comenzar a buscar a estas personas que están desaparecidas”.
Hacer de las transmisiones en VIVO un elemento para la búsqueda
Desde que el grupo Armadillos comenzó a realizar las labores de búsqueda y rescate de migrantes, sus integrantes decidieron hacer públicas cada una de sus salidas al desierto de Arizona a través de transmisiones en vivo en su cuenta oficial de Facebook. Así, Los Armadillos comparten con sus seguidores –muchos de ellos familiares de migrantes y personas desaparecidas- sus recorridos por el desierto y, en repetidas ocasiones, el momento justo del hallazgo sin vida de alguna persona o restos humanos.
A decir de César Ortigoza, éste ha resultado un ejercicio clave para permitir a las familias observar algunas características o pertenencias de quienes podrían ser sus seres queridos; puesto que, tras la localización de la persona sin vida, se da aviso a las autoridades forenses para que procedan con el levantamiento del cuerpo y pocas veces los peritos ofrecen información específica que posibilite la identificación de la persona:
“Creemos que el estar dándole difusión a esta página y más que nada transmitir los videos en vivo hace que las personas se abran y confíen en nosotros. Es un poco triste que nosotros tengamos que transmitir en vivo, porque las sesiones son muy crudas, son muy tristes, pero al mismo tiempo creemos que son necesarios, porque si nosotros no lo hacemos de esta manera la gente no le toma importancia a lo que estamos transmitiendo. Entonces de alguna forma creemos que las transmisiones en vivo sí nos han ayudado y más que nada a difundir el trabajo que estamos haciendo para que las familias puedan identificar a la persona, por lo menos, por medio de la ropa o de alguna pulsera o un reloj, algo que traiga esa persona”.
Por lo tanto, advierte, “como grupo necesitamos la información de todas estas personas que hemos encontrado”, pues señala que, estas características a las que los peritos tienen acceso y que no pueden observarse a simple vista en una transmisión, como lo son: tatuajes, lunares, cicatrices o marcas de nacimiento, podrían hacer la diferencia para una familia que ve la transmisión a la distancia:
“Es lo que a nosotros nos está frenando poderle decir a las familias “sí puede ir a la morgue y reclamar ese cuerpo”. Por lo menos chequear que sí es su hijo o hija, pero esa información no la quieren compartir con nosotros. Hay mucha gente que sí nos escribe y nos dice “sabes qué, mi hijo sí traía esa camisa, sí traía esos tenis”, pero también tiene un tatuaje en la mano, en la pierna, en la espalda, pero nosotros no tenemos esa información”.
Tal es el caso del cuerpo de uno de los jóvenes localizados durante las labores de búsqueda de Los Armadillos en Tijuana:
“De uno de los muchachitos su mamá se comunicó con nosotros desde Michoacán, por lo mismo como nosotros no tenemos más datos y la persona es de escasos recursos no pueden viajar a Tijuana para reconocer el cuerpo”.
Estas transmisiones, también han posibilitado que personas anónimas ofrezcan datos sobre la posible localización de cuerpos o puntos de rastreo. Así pudieron constatarlo el pasado 2 de octubre durante una de sus primeras búsquedas, según advierte César, aquel día estaban transmitiendo el hallazgo de un joven que yacía sin vida en una zona de Tijuana; cerca de cuatro mil espectadores lograron enlazarse. Al término de la jornada, de regreso a San Diego, una persona decidió llamar al celular del rescatista para dar señas sobre la ubicación de otras dos personas:
“El día 2 de octubre logramos salir a la ciudad de Tijuana y logramos encontrar el cuerpo de un muchachito, entre unos 20 y 25 años. Nosotros estábamos transmitiendo por nuestra página de Facebook Armadillos: Búsqueda y Rescate y ya cuando regresábamos a San Diego, recibí una llamada de una persona; ella me comentó que no quería que dijéramos quién era ella, no quería dar muchos datos personales y me comenta que si todavía seguíamos en Tijuana. Le comento que no, que ya vamos regresando a Estados Unidos y me dice que ya tenía la ubicación de otros dos cuerpos, me dijo “yo te los voy a dar a ti, pero por favor no des mi nombre, no digas quién soy, no des nada”.
Acordamos en eso. Esta persona misma me comenta que más tarde me va a dar información, pero ya no me vuelve a contactar. Entonces, yo lo que hago es llamarle nuevamente y lo que hago es tratar de concientizarla de que hay algún familiar que lo está buscando. La señora se pone en los zapatos de este familiar y nos da información sobre el lugar”.
Tres días después, el 5 de octubre, afortunadamente, precisa César con una alegría nostálgica, lograron encontrar dos cuerpos: el de una joven de 21 años que ya fue identificada por sus familiares en Tijuana y el de un joven de la misma edad del que hasta ahora se desconoce su identidad.
Ha sido la propia realidad del país lo que les ha obligado a hacer esto
“Para nosotros es muy difícil conocer tantos testimonios de los familiares y no hacer nada… Porque tú dices: cómo puede ser que las autoridades no puedan hacer nada hasta ahorita, cómo es posible; yo podría estar en el lugar de estas personas, a mi papá, a mis hermanos, a mis sobrinos, les puede pasar lo mismo y a yo realmente me sentiría muy mal que nadie me brindara ayuda de parte de las autoridades”.
Teniendo eso en consideración, precisa César, decidió sumarse a estas búsquedas; más tarde sus compañeros armadillos no tardaron en participar también, ahora mismo son ocho los que trabajan cada fin de semana en las labores de rastreo de cuerpos y fosas en la ciudad de Tijuana.
Como parte de estas acciones, Los Armadillos se sumaron además a la Brigada Estatal de Búsqueda en Baja California que inició el día 13 de octubre y concluyó el pasado 23. Así, junto con los colectivos: Madres Unidas y Fuertes; Una Nación Buscándote; Siguiendo Tus Pasos; Todos Somos Erick Carrillo; Colectivo Carlos Luna; demás familias buscadoras; el colectivo RECO; Los Otros Buscadores y voluntarios motociclistas, consiguieron, luego de diez días de trabajo arduo en los municipios de Mexicali, Ensenada y Tijuana, encontrar cinco cuerpos. Cuatro de ellos localizados en la colonia Hacienda Las Delicias y uno más en el vaso de la presa Abelardo L. Rodríguez; además del hallazgo de un omóplato y restos óseos pertenecientes a un pie.
Si bien, César reconocen que este trabajo es peligroso, pues en sus palabras “no sabe si conseguirá regresar a casa” dado el contexto de violencia que rodea los sitios en donde han realizado las búsquedas hasta ahora; hacer esto le deja “la conciencia tranquila” pues sabe que “si algo le llegara a pasar” será por hacer algo que “le traerá paz a otra persona”:
“Para nosotros es muy importante que la gente entienda que, como Grupo de Búsqueda y Rescate, la vida de una persona no es más importante porque falleció aquí en el desierto o porque falleció en México, para nosotros es completamente lo mismo porque de por medio hay una familia que la está buscando”.
Armadillos: Búsqueda y rescate es una organización que se mantiene de donaciones y acciones de recaudación de fondos a través de venta de artículos, kermeses, rifas y eventos. Si deseas conocer más de la labor que realiza este grupo o, quieres colaborar con ellos para que continúen ofreciendo sus conocimientos y equipo a los familiares de personas desaparecidas que realizan búsquedas en campo, te compartimos sus vías de contacto.
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