Alerta Acnur: Estados Unidos pone en riesgo a refugiados
La Agencia de la ONU para los Refugiados se manifestó “profundamente preocupada” por la nueva normativa que restringe el acceso al asilo a la mayoría de las personas que cruzan la frontera terrestre sur de los Estados Unidos y que aumentará el riesgo a personas vulnerables
Por María Fernanda Ruiz de Pie de Página
Fotos: Julia Sclafani y María Ruiz
La Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) pronunció su preocupación ante estas nuevas restricciones anunciadas por Donald Trump para los solicitantes de asilo.
“Comprendemos que el sistema de asilo de Estados Unidos se encuentra bajo mucha presión y estamos listos para jugar un rol constructivo, y poder ayudar a aliviar esta presión”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
“Sin embargo, estamos profundamente preocupados por esta medida, que pondrá a familias vulnerables en riesgo. Eso menoscabará los esfuerzos de los países de toda la región para identificar las respuestas colectivas y coherentes que se necesitan. Es una medida severa y no es la mejor manera de avanzar”.
ACNUR no considera que sea la mejor forma de avanzar y la ve como una medida severa que, “restringe excesivamente el derecho a solicitar asilo, amenaza el derecho a la protección contra la devolución, aumenta significativamente la carga de la prueba para los solicitantes de asilo, restringe drásticamente los derechos y libertades básicos de quienes logran satisfacerla, y no está en línea con las obligaciones internacionales”
Según la publicación en la gaceta oficial del gobierno federal de Estados Unidos sólo se dará refugio a quiénes les rechazaron su solicitud de asilo en los países se cruzan antes de llegar al “sueño americano”; si México o Guatemala les niegan refugió, entonces podrán pedirle a Estados Unidos protección, pero si no cuentan con pruebas del rechazo en países vecinos, su solicitud será denegada y serán regresados a sus países.
En conferencia de prensa, el canciller Marcelo Ebrard también expresó el desacuerdo del gobierno mexicano ante estas nuevas restricciones: “México es un país en pro del asilo y del refugio. México no coincide con medidas que limiten el acceso al asilo y refugio, a aquellas personas que temen por su vida y seguridad en su país de origen por motivos de persecución”.
Ante las nuevas restricciones a peticiones de refugio anunciadas este lunes por Donald Trump, el tema de México como “tercer país seguro” volvió a las conversaciones. En la conferencia de prensa de este lunes, Ebrard explicó que no hay un acuerdo bilateral que respalde esta posibilidad y que por lo tanto México no acepta volverse tercer país seguro:
Un tercer país seguro significa que en México se tramite la solicitud de asilo en Estados Unidos como hoy está vigente quedarse en Canadá mientras se pide asilo, explica el canciller.
En el Senado, el morenista Ricardo Monreal se posicionó en contra de que México se convierta en el tercer país seguro: Ni de facto, ni de hecho, en el Senado no aprobarán que México se convierta en tercer país seguro, precisó el senador.
El juego de Trump
El anuncia del presidente de Estados Unidos Donald Trump se da en medio de otra turbulencia declaró que las redadas masivas de este fin de semana, anunciadas desde hace más de un mes, fueron un éxito; sin embargo no hay rastro alguno de que fueran ni un éxito, ni masivas.
Esta es la segunda conferencia que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) da en contexto de las redadas masivas anunciadas por Trump, ante el riesgo de deportaciones y posibles violaciones de derechos humanos.
El Gobierno Mexicano, a través de la SRE, implementó un programa de monitoreo y protección a mexicanos. Desde el domingo, el canciller en coordinación con la embajadora de México y todos los cónsules mexicanos en EU han estado al pendiente de las ciudades ante posibles deportaciones de mexicanos.
El canciller Marcelo Ebrard informó que al primero de julio contaron 1807 mexicanos detenidos con órdenes de deportación a quiénes regresarán a México en los próximos días. Sus deportaciones no son consecuencia de las redadas anunciadas por Trump.
Durante el fin de semana, por temor a la deportación, migrantes permanecieron en sus casas. En redes sociales se popularizó el movimiento “Know your rights” y activistas salieron a las calles a compartir información sobre qué hacer en caso de detención.
Los cónsules informaron que alcaldes, alguaciles y policías locales se negaron en su mayoría a participar en las detenciones. Hasta el día de ayer en Chicago no tenían información de aprehensiones de mexicanos, en Houston no sucedió ninguna redada ni en Los Ángeles.
Ebrard declaró que no hubo un solo mexicano, ni una sola mexicana detenida ni deportada pero que eso no significaba que durante el resto de la semana no podría pasar.
El 17 de junio se leyó por primera vez al presidente de los Estados Unidos amenazar con redadas y deportaciones masivas en un tuit donde anunció que la siguiente semana los agentes del Servicio de Migración y Aduanas (ICE) comenzaría a deportar a “millones” de migrantes que entraron de manera ilegal a los Estados Unidos, incluso se leyó sarcástico respecto a las políticas migratorias implementadas por México.
La semana siguiente llegó pero no las redadas. El 22 de junio anunció que a petición de los demócratas esperaría dos semanas más para comenzar con las redadas planeadas en diez ciudades: Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva Orleans, Nueva York y San Francisco. El tiempo lo ganó Nancy Pelosi quién, según información de CNN confirmada por la Casa Blanca, sostuvo una conversación telefónica con el presidente.
Pero las redadas no se confirmaron hasta los primeros días de julio y aunque el pasado 13 y 14 de julio se tomaron como las fechas en las que se realizarían las redadas masivas, Trump anunció que las pospondría un tiempo. Segun el New York Times funcionarios del Departamento de Seguridad Interna infromaron que el plan había cambiado y que en lugar de hacer un mega operativo en varias ciudades un solo día, la misión se alargaría por varios días de la semana.
Y mientras se confirmen o no las deportaciones “exitosas”o el inicio de las redadas masivas de Trump, los migrantes se enfrentan al miedo de ser deportados y separados de sus familias.
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