Artillería y fusiles disuaden a migrantes
“Ya entramos como Guardia Nacional. Ahorita con el presidente que tenemos, ya nos dio autorización sobre los migrantes”, dice un soldado de la 39 Zona Militar, mientras muestra orgulloso el recién estrenado brazalete negro con las insignias GN.
– ¿Qué acciones van a realizar en su nuevo cargo?- le cuestiono a otro de sus compañeros que con seriedad porta un fusil de asalto, sin quitar la mirada del camino que lleva del poblado fronterizo La Mesilla, a la zona sierra de Motozintla.
– Evitar que los migrantes pasen- contesta.
En este lugar conocido como El Jocote, hay un vehículo artillado y un soldado que dirige el arma colocada en la parte alta de la unidad. También hay otros seis soldados armados, apostados en los cuatro extremos del lugar donde dos agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) detienen vehículos para verificar que ningún migrante transite.
– ¿Cuántos migrantes han detenido?
– Pocos, cuatro. Porque agarran por las veredas- responde, mientras señala la larga cordillera que conforma la frontera entre México y Guatemala, unos 965 kilómetros que en este punto de la sierra, solo se distingue por pequeños monolitos blancos que colocados cada tanto, y que a la distancia se ven como puntos que trazan una línea imaginaria.
Visto así, la contención de migrantes que exige a México el presidente de Estados Unidos, Donald Trum, parece una tarde imposible. Pero el anuncio mil veces repetido de la llegada de 6 mil elementos de la Guardia Nacional, y la presencia -hasta ahora incipiente- de soldados armados, es suficiente elemento persuasivo.
Al menos así lo considera uno de los agentes del INM que hace las revisiones. Explica que en los días recientes, poco a poco, el tránsito de migrantes por estas rutas, ha disminuido. “Al día asegurábamos unos 50 migrantes, ayer solo cuatro y hoy ninguno”. Explica que en la región transitan un número importante de migrantes, y lo hacen prácticamente de manera libre porque el INM solo tiene dos unidades de revisión en la zona. “Pero con los soldados yo creo que se han replegado, o han tomado las veredas. De cualquier manera todos tienen que cruzar por Comitán y allá hay más vigilancia”, detalla.
Unos 60 kilómetros adelante, a la salida del municipio Comitán, el operativo de vigilancia de la GN se multiplica. Ahí colocaron una unidad de la 39 Zona Militar, blindada, artillada y con un soldado apuntando al camino.
También colocaron cuatro vehículos, dos con metralleta en su parte superior. “Coordinación Regional. Guardia Nacional, Comitán de Domínguez, Chis. 15/o R.C.M”, dice una lona colocada en el costado de un camión militar.
Ahí la revisión se endurece. Los militares marcan directamente el alto a los vehículos, un oficial revisa el interior mientras dos más los custodian, armas en mano. En 20 minutos detuvieron a seis migrantes. Bajaron de dos autobuses y caminaron en silencio al lugar que les indicaron, una caseta con las siglas del INM. Afuera otro soldado armado vigilaba la entrada. Ya en el interior, un agente migratorio les pidió sentarse. Nadie habló, un niño de unos 3 años solo se acurrucó y escondió la cara en entre las faldas de la mujer con la que iba.
El que soldados armados participaran en los operativos de contención de migrantes, ha sido cuestionado por organizaciones defensoras de los derechos humanos. El en su despliegue utilicen fusiles y unidades artilladas, es decir, con armamento que según el artículo 55 de la Ley Orgánica del Ejército, está destinado al combate, y la formación de poseen, hace prever que aumenten los niveles de maltrato hacia los migrantes; y sobre todo criminaliza a quienes, según la ley, solo cometieron una falta administrativa al entrar al país sin registrarse.
Ante este escenario, quien también se pronunció fue el quinto visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Edgar Corzo Sosa. Manifestó la preocupación que existe en este organismo, porque dijo que no se ha clarificado la capacitación del personal militar que ahora realiza estas acciones, sus facultades, y tampoco hay suficiente infraestructura para albergar a migrantes que son detenidos, y para darle trámite a sus solicitudes de refugio o visas.
“Es una situación de preocupación, es un escenario complejo porque estamos viendo que hace falta un reforzamiento estructural, no es solamente parar por parar. Eso no da ninguna respuesta. Yo veo muy importante los aspectos de capacitación, de seguridad, las facultades que van a tener (los integrantes de la Guardia Nacional)”, subrayó.
También señaló que en esta estrategia de contención migratoria, hay un vacío en la coordinación de la Guardia Nacional y las autoridades de los distintos gobiernos, de los albergues, y de la red consular de los países de origen de los migrantes.
“Todos estos aspectos los hemos estado señalando. No nada más es ´ahí va´. Y no dejaría de considerar nunca el origen el flujo migratorio. Si se trata nada más de parar por parar, pero vienen y vienen porque el origen sigue causándolo, faltan esas medidas regionales en los diversos países para que se solucione y traten de tener una oportunidad desde sus mismos lugares de origen porque si no, no nos va a alcanzar, a nadie nos va a alcanzar”.
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[…] El comisionado del INM también señaló que segurá la política hasta lograr “una frontera bajo controles, para saber quien entra, quien sale, cómo se llama y de dónde es y cuál es el motivo de su arribo”, y para ello, dijo, la presencia de la Guardia Nacional está siendo un elemento “disuasivo”. […]