Las 10 especies más adecuadas para reforestar Tuxtla Gutiérrez
Manuel Rivera Jaramillo, curador general de exhibición de flora silvestre del Jardín Botánico “Dr. Faustino Miranda” de la Secretaria de Medio Ambiente e Historia Naturales (SEMAHN), explicó que existen diversas características para tomar en cuenta al momento de que la ciudadanía o instituciones decidan adquirir un árbol o planta con el propósito de mejor la calidad de ambiente que se tiene.
En Tuxtla Gutiérrez, nos aproximamos al millón de personas, sin embargo, cada día que avanza vemos menos espacios verdes que son remplazados por centros comerciales, avenidas o estacionamientos. Ante lo que se viene, la ciudadanía, de forma conjunta con el gobierno, debe sumar esfuerzos en pro de un futuro más ambiental, y que no siga en decadencia como hasta ahora.
Rivera Jaramillo detalló que en la Depresión Central de Chiapas se cuenta con al menos 300 especies, de las cuales 60 pueden darse de forma gratuita en las oficinas del Jardín Botánico; actividad que ha llevado a cabo de forma ininterrumpida desde 1997. De entre dos a tres ejemplares, la ciudadanía puede adquirir árboles, palmas y plantas chicas, medianas y grandes, para un huerto, una terraza, departamento, patio, escuela o parque.
El curador general recalcó que en los programas de reforestación solo dotar de 5 o 6 especies sería quitarle el mérito al resto de la vegetación y saturar de una misma especie a la capital chiapaneca.
Además, recordó que el Jardín Botánico opera desde hace más de 70 años, no obstante, fue hace 22 años cuando dio inicio el programa de donación de especies de flora a la ciudadanía con el fin de reforestar.
Rivera Jaramillo manifestó que si se plantan especies nativas, se tendrán menos problemas para su crecimiento, ya que difícilmente tendrán plaga, sirven como elementos de paisaje y retomarían los elementos ambientales que se tuvieron hace décadas. Sin embargo, debido a la fuerte urbanización de la ciudad, han quedado pocas especies.
¿Qué plantas sembrar?
El curador general dijo que para tratar de sembrar una planta se debe tener cierta orientación para sus necesidades y cuidados. Desde el Jardín Botánico, se realiza un entrega personalizada de las especies, después de haber preguntar qué espacio se tiene disponible, si se encuentra cercano a otros árboles, hay suelo profundo, está en una ladera, la orientación hacia el norte o sur, luego de todo ello, se puede decidir si se necesita un árbol frutal, alguna ornamentaría o uno que de sombra todo el año.
Basados en los más de 26 años de trabajo ese Rivera Jaramillo y en el libro “Flora Nativa de Tuxtla Gutiérrez, algunas de las especies que recomiendan sembrar, son:
Cupapé: es un árbol que puede alcanzar hasta los 10 metros de altura, con un tronco cilíndrico y con 70 centímetros de diámetro. Es de corteza figurada, escamoso y color grisáceo o blanquecino. Sus hojas son simples alterna. Además, sus frutas son dulces.
Hormiguillo: árbol que puede alcanzar hasta 30 metros de altura y un diámetro de 60 centímetros, su madera es apreciado para hacer las marimbas. Además, usualmente está habitado por hormigas que muerden dolorosamente, de ahí su nombre común.
Morro: árbol de 6 metros de altura, tronco con 30 centímetros de diámetro, su corteza es leñosa y lisa. Su cosa es ancha y abierta, con follaje dispuesto en grupos sobre las familias. Sus hojas de varios tamaños en un mismo grupo, de color verde oscuro. De esta especie, se hacen las jícaras en las que seguramente has tomado pozo se obtiene del fruto de este árbol.
Malitisguate: es un árbol caducifolio de 30 metros de altura con un diámetro de talle de 100 centímetros. Su principal uso es como planta de sombra y ornato a la orilla de los caminos, avenidas, parques y jardines su belleza es su floración rosa. Además, se utiliza como recurso medicinal para combatir hongos y picaduras de serpientes.
Nambimbo: para el curador general, esta especie sería la más indicada para reforestar Tuxtla Gutiérrez, ya que es un árbol que da sobra, alimenta otras especies de fauna, tiene una coloración atractiva de verde a naranjas y da frutos.
Flor de Lechita: respecto a especies más pequeñas, existe la flor de lechita, una derivación de la noche buena.
Chilca: es un arbusto de 3 a 5 metros de altura, de rápido crecimiento y muy resistente a condiciones adversas. Sus semillas y látex son venenosos, además contiene glucosaidos que actuar como estimulantes cardiacos, aunque es utilizado en la medicina popular, su empleo es peligroso.
Chinche malinche: arbusto que puede llegar a medir hasta 10 metros, con el tronco delgado y liso, tiene un follaje vistoso. Sus hojas están divididas y asemejan plumas, además, se agrupan en racimos largos, son llamativas y aromáticas. Sus frutos son varias alargadas de color vedes, cuando maduran son cafés y se abren, sin embargo, también son venenosas.
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