Ante insuficiencia médica, reportan 2 bebés muertos por enfermedades curables en la Selva Lacandona
Desde hace seis meses, los niños se están muriendo, por enfermedades curables, los médicos y las medicinas no llegan hasta una decena de comunidades enclavadas en el corazón de la Selva Lacandona.
José Antonio Álvarez Cruz es comisariado ejidal de la comunidad La Candelaría, municipio de Ocosingo, una localidad con unos mil habitantes donde todos hablan la lengua indígena tseltal.
El pasado fin de semana todos cooperaron para que saliera de la comunidad, les dieron para su pasaje, para sus gastos de comida y hospedaje, junto a otro compañero de la comunidad.
Fueron unas 17 horas que tuvo que viajar transbordando de vehículo en vehículo y poder salir desde su comunidad en la Selva para poder llegar hasta la capital del estado.
Arribó a la unidad administrativa donde se encuentra la Secretaría de Salud, con un documento dentro de una carpeta amarilla. Todos delegaron en él la responsabilidad de pedir urgentemente al Secretario de Salud, José Manuel Cruz Castellanos, de atender urgentemente la crisis de salud que se vive en esa y otras muchas comunidades de la selva.
“Los niños se están muriendo, tan sólo en nuestra comunidad ya van dos pequeños muertos en lo que va del año, muertes que se pudieron evitar si hubiera habido médicos o medicinas, pero no hay nada desde octubre pasado”, dice el líder indígena tseltal de La Candelaria.
En la petición urgente a las autoridades estatales de salud pública, José Antonio Álvarez Cruz, anexa una minuta de acuerdo que les había firmado el anterior Secretario de Salud del sexenio pasado, Francisco Ortega Farrera, en el que se había comprometido el gobierno estatal en proveerles todos los servicios en materia de salud, luego de la una crisis similar a la de hoy pero ocurrida en el agosto del 2017.
Dijo además de La Candelaria otras comunidades enclavadas en la misma región selvática están en condiciones precarias, entre estas San Gregorio, Corozal, Amador Hernández, El Guanal, Allende, Pichucalco, Plan de Guadalupe, Chapultepec y Benito Juárez.
Otro caso de un bebé muerto se registró en la comunidad El Guanal. Ahí también, como en otras han nacido y muerto niños que no aparecen en los registros civiles.
En esta región de Chiapas, los niños y niñas mueren por enfermedades curables, los niños y niñas, nacen y mueren sin que haya un registro de ellos, dice Álvarez Cruz.
Dice que las mujeres para parir buscan a las parteras tradicionales, a las madrotas, porque no hay médicos ni enfermeras en las clínicas. Y que estas clínicas están vacías en sus anaqueles de medicamentos.
Refiere que el fondo del asunto es que el gobierno ha dejado de pagar servicios aéreos a una empresa privada, donde ya no llevan medicamentos ni personal médico. Y tampoco sacan a los enfermos graves por esta vía.
Que quien quiere hacerlo, prefiere morir ante la falta de recursos para poder salir desde la selva.
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