Reo indígena se suicida luego de recibir condena
Bernabé Díaz Díaz, indígena tzotzil preso en el penal de San Cristóbal de las Casas, fue llamado a las oficinas de los juzgados ubicados a un costado del reclusorio. Horas después fue encontrado muerto, colgado en las rejas del mismo juzgado.
Sus compañeros del penal no descartan la versión de un posible suicidio como causa de su muerte, según les informaron las autoridades penitenciarias. Consideran que la depresión es una constante en ese lugar donde desde hace una semana, un grupo de reos iniciaron una huelga de hambre para denunciar las injusticias del sistema penal que los mantiene en prisión.
La muerte de Bernabé Díaz Díaz se dio la tarde del pasado jueves 21 de marzo. Alrededor de las 18:00 horas su cuerpo fue encontrado colgando de los barrotes de una de las ventanillas del juzgado a través de la cual los reclusos del Penal 5 de San Cristóbal de las Casas, acceden a las diligencias judiciales.
De acuerdo a la versión de los internos -quienes dieron aviso vía telefónica al Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba)- las autoridades penitenciarias les dijeron que se había colgado del cuello, en los barrotes de una de las ventanillas.
Esta versión fue confirmada por el Fiscal General del Estado (FGE), Jorge Luis Llaven Abarca, quien en entrevista dijo que se abrió una carpeta de investigación para determinar como se dieron los hechos y deslindar responsabilidades.
Los reos expresaron que las ventanillas del juzgado no son lo suficiente altas para que una persona se cuelgue de ella. Sin embargo no descartan que Bernabé Díaz haya encontrado la manera de suicidarse, porque el recluso había recibido el mismo día la notificación de una sentencia de 25 años, y la depresión que conlleva es un síntoma que viven los reos en ese centro penitenciario.
“Al estar el reo bajo custodia del Estado, es responsabilidad del Estado su muerte, y por ello debe investigarse las causas y responder a ellas”, expreso Gilberto Hernández, abogado del Frayba.
Detalló que la impotencia de los reos que enfrentan procesos judiciales injustos, y setencias muchas veces derivadas de autoinculpaciones obtenidas bajo tortura, es una constante entre la población penitenciaria.
En este contexto, desde hace una semana en el penal donde murió Bernabé Díaz, un grupo de nueve reos mantienen una huelga de hambre para exigir de las autoridades la revisión de sus expedientes penales. Otros dos reos se encuentran en huelga en el penal de Cintalapa, y dos más en el de Comitán. Todos son indígenas.
Este día, en un comunicado, el Centro Fray Bartolomé denunció que los 13 reos han indicado que constantemente reciben amenazas y hostigamiento por parte de las autoridades penitenciarias, para que desistan de su manifestación.
Dos de ellos, Abraham y Germán López Montejo fueron llevados a la celda de castigo que en el penal de Cintalapa la conocen como El Horno. La misma medida se aplicó a Adrián Gómez Jiméndez y Juan de la Cruz Ruiz, en el penal de San Cristóbal de las Casas.
Autoridades penitenciarias les han negado a los reclusos en huelga el acceso a agua potable. Por ello, el Centro Fray Bartolomé urgió a las autoridades el cese de los actos de amenaza e intimidación, los actos de castigo; y principalmente la revisión de sus expedientes penales, ya que hay reos que llevan 15 años presos sin recibir setencia, y otros a quienes les “perdieron” su expediente judicial.
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