En el #MeToo de periodistas, imposible abstraerse. Nos toca.
NOTA. En relación a la acusación contra el periodista Alejandro Meléndez que se describen en esta publicación, la persona presuntamente agraviada dio a conocer públicamente que ella nunca lo había señalado, que no hubo ningún abuso hacia su persona por parte del periodista; y que fue una tercera quien hizo las acusaciones y señalamientos sin su autorización y conocimiento. Luego de aclarar lo anterior , habló con las admistradoras de la plataforma @Periodistas PUM y #MeTooPeriodistasMexicanos, pidiendo se retirara el nombre de Alejandro Meléndez, ya que se le estaba causando un daño moral. La plataforma de @PeriodistasPUM valoró las pruebas y decidió rectificar los señalamientos. En Chiapas Paralelo dejamos la nota integra para que quede constancia de la forma en que se desarrollaron los hechos al momento en que se publicó, el 25 de marzo. Sin embargo, hacemos esta aclararción para que el nombre de Alejandro Meléndez no se utilizado en disputas que no tienen relación con los hechos acá narrados.
#AlianzadeMedios | Por Editorial del Consejo
Las condiciones como se ha ejercido el periodismo en México en las últimas décadas, han rayado en la precariedad, injusticias laborales, presiones políticas, actos de censura y agresiones a los reporteros en todas las regiones del país terminando desde luego, en asesinatos.
El machismo y las posiciones de poder al interior de las redacciones, no son un contexto que desconozcamos quienes llevamos rato en esto. La desigualdad salarial entre hombres y mujeres, las cargas de trabajo, la falta de prestaciones y condiciones para que las trabajadoras no interrumpan la crianza por volver al empleo, son algunas de las más visibles violencias que conocemos.
La reciente irrupción del #MeTooPeriodistasMexicanos paralelamente a otros espacios para hacer denuncias públicas de violencia machista, principalmente en voz de trabajadoras de los medios y periodistas, nos obliga a repensar en la Red de Periodistas de a Pie los movimientos emergentes que buscan cambiar las condiciones en que se es mujer en este país y lo que como organización dedicada a la profesionalización de los periodistas, la defensa de la libertad de expresión y el periodismo independiente, nos toca.
Al abrirse la caja de pandora no se sabe cuánto saldrá. Estábamos conscientes de que este momento llegaría, que se destaparían anécdotas y denuncias de malas prácticas en los medios de comunicación mexicanos, pero no teníamos dimensión de cuánto y menos rumbo a qué.
Se denunciaron hechos concretos de acoso laboral y hostigamiento sexual, de intentos de violación, entre otras actitudes y graves acciones por parte de ubicables periodistas hacia las mujeres, en distintos lugares del país.
Dos colaboradores cercanos a esta organización, Al Dabi Olvera y Alejandro Meléndez fueron señalados por actos que atentaron contra la dignidad y derecho de las mujeres como ya lo hicieron público. Desaprobamos tales conductas y reconocemos también, que se asumió en el primer caso, la responsabilidad de los hechos descritos.
No hay mucho qué debatir respecto a estos movimientos sociales, es un hecho que cobran fuerza, que aglutinan cada vez más voces y que están rompiendo el silencio en temas y subagendas a las que no habíamos llegado del todo como periodistas y que todavía no sabemos exactamente cómo hacerlo: hablar de nosotros, del gremio, de nuestras carencias, de la falta de códigos de ética, de las malas prácticas, la revictimización en el periodismo de violencias, en el largo etcétera que estuvimos reflexionando todo el domingo quienes integramos esta Red.
Asumimos el compromiso de profundizar en el tema, de establecer códigos de procedimientos internos -de los que carecemos- para estos casos, no por falta de interés, sino por falta de tiempo y cabeza para seguir haciendo periodismo, encontrar fuentes de financiamiento, responder a las agresiones en los estados, la saturación de la agenda social.
El autocuidado y el fomento de la ética se han vuelto las recomendaciones básicas para que periodistas bajo ataque, disminuyan sus riesgos; la mirada integral a las afectaciones e impactos de la violencia en los periodistas mexicanos para pensar en las mejores formas de protección es otro eje de interés en los recientes años de la Red.
Hoy nos toca seguir escuchando, ser empáticas con estas denuncias y hacer aportes que fomenten la libertad de expresión en redes virtuales sin propiciar linchamientos en las redes.
Nos comprometemos a hacer público en la brevedad, que contamos con un protocolo de actuación para casos de acoso y hostigamiento sexual y propiciar espacios que permitan reflexionar a las reporteras y los reporteros, sobre cómo se sienten ante esta erupción y cómo proponen transformar las conductas personales que laceran los procesos creativos, que representan violencias machistas, pues lo que le pase a una le afecta a todas y a todos.
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