Migrante muere en puente fronterizo México-Guatemala
Cientos de centroamericanos continúan cruzando la frontera de manera irregular, luego que gobierno mexicano dio por terminado programa de entrega de tarjetas de visitante por razones humanitarias
Nelson Castro Pascual, 25 años, hondureño, deportado de Estados Unidos apenas el pasado 15 de febrero. Se desvaneció en el puente fronterizo de México con Guatemala. Intentaba entrar a suelo mexicano para regresar al país que lo expulsó. Tuvo un ataque de epilepsia. No sobrevivió.
Lo que se sabe de Nelson es lo que él mismo contó al grupo de migrantes al que se unió el pasado domingo, en la estación de autobuses ubicada en Tecún Umán. A esta ciudad, fronteriza con México, continúan llegando cientos de centroamericanos que buscan cruzar el país para llegar a Estados.
Durante casi un mes el gobierno mexicano abrió la frontera y entregó a más de 12 mil migrantes la llamada Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias, que legalizaba su tránsito y les abría la posibilidad de obtener trabajo en este país. El 28 de enero el programa de cerró. Eso ha obligado a cientos de migrantes a entrar de manera irregular.
Raquel Calderón, una mujer hondureña que salió de su país en la caravana que emprendió el camino el 16 de febrero, explicó que al bajar de la estación de autobuses de Tecún Umán, se les acercó Nelson y se unió a ellos.
“Nos dijo que había sido deportado de Estados Unidos apenas el viernes. Él quería ver a su familia que vive allá, su intención era regresar con sus papás. Dijo que apenas llegó al centro de deportados, emprendió el regreso. Nosotros lo encontramos en la terminal y se nos pegó. Quería visa para transitar por México”.
Nelson sufría epilepsia, el martes alrededor de las 9 de la mañana, cuando se encontraba en el puente fronterizo Rudolfo Robles, sufrió un episodio de la enfermedad y no tuvo el auxilio que le permitiera sobrevivir. Ese fue el diagnóstico de paramédicos de la Cruz Roja de Guatemala, quienes llegaron al lugar cuando Nelson ya había muerto.
“El chaval estaba en el portón de la entrada México, cuando empezó a convulsionarse lo jalamos para el lado de la aduana, para cubrirlo del sol. Ahí murió”, explicó Raquel.
Ese día, en el puente fronterizo, unos 800 migrantes exigían a las autoridades mexicanas que abriera la frontera nuevamente, que les permitiera tramitar la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias.
Ante la muerte de Nelson, los migrantes se indignaron, reclamaron la falta de atención. La indignación subió de tono. Los gritos y el fervor obligó a los policías federales que custodian las puertas de entrada a México, a abrirles las rejas y permitirles el paso.
Con el sol cayendo a plomo, a casi 40 grados de temperatura, caminaron poco más de 7 kilómetros. Hombres, mujeres, niños y niñas; algunos de brazos. El cadáver de Nelson quedó atrás.
A la altura del ejido Zaragoza, policías federales con equipo atimotines les cerraron el paso a la caravana. Por la parte de atrás, agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) empezaron a detener a quienes iban rezagados. A unas 20 personas las obligaron a subir a camiones para regresarlas a frontera.
El resto de los migrantes tomó piedras del caminó y las lanzó hacia los agentes, para evitar ser detenidos. Lograron avanzar otros 3 kilómetros, cuando nuevamente agentes del INM les intentaron cerrar el paso. Los migrantes los repelieron por segunda ocasión.
La Policía Federal se replegó entonces y les dijo: tiene paso libre. Los migrantes siguieron hasta Frontera Hidalgo. Este miércoles caminan nuevamente para llegar a Tapachula. Seguirán la ruta rumbo al norte del país.
En sus redes sociales el INM colocó la leyenda: “#Entérate, finalizó el 28 de enero el Proceso de Emisión de Tarjetas de Visitante por Razones Humanitarias para migrantes centroamericanos. Acércate a la Embajada de #México en tu país para consultar otras opciones de estancia legal.”
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