La violencia digital también puede ser violencia de género
#AlianzadeMedios | Por Aranzazú Ayala Martínez de Labo B
La historia de la Ley Olimpia, que consiste en una serie de reformas que penalizan compartir fotos o videos íntimos sin consentimiento de sus protagonistas, nació de una búsqueda de justicia, de reparación del daño y de la constante revictimización de las mujeres que sufren de violencia digital.
En 2013 un video íntimo de Olimpia Coral Melo fue difundido sin su consentimiento en sitios de su ciudad natal en el estado de Puebla. Miles de personas vieron el material que ella no había querido compartir, y tuvo que pasar por un linchamiento mediático, una revictimización de parte del sistema de justicia y finalmente la hizo darse cuenta de que no existían herramientas legales que castigaran esos hechos ni organizaciones que brindaran apoyo y acompañamiento.
“Ha sido una lucha de más de seis años, lo bajamos y lo suben, aprendes a vivir con esa violencia, a no temerle a tu cuerpo desnudo, a tus estrías, a tu gordura, te lo digo fácil pero no lo fue, es estresante el calvario que vive una víctima de violencia digital”, dijo Olimpia en entrevista con LADO B.
Desde lo que le pasó se dio cuenta del gran vacío legal en cuanto a la violencia digital, a la que ella nombró violencia sexual cibernética.
En 2014 Olimpia presentó por primera vez la iniciativa de lo que ahora se conoce como “Ley Olimpia”, que consiste en una serie de reformas que reconocen y castigan la violencia digital. En ese momento el tema fue ignorado, y Puebla hubiera sido el primer estado en tipificar este tipo de violencia, pero la anterior legislatura del Congreso local ni siquiera turnó el documento a comisiones.
En ese momento ella junto con otras compañeras fundaron el Frente Nacional por la Sororidad, que es una suma de 30 organizaciones de todo el país que se juntaron como activistas pero también como amigas y decidieron enfrentar la violencia digital y otros tipos de violencia. “Ha sido algo tremendo, no nos damos abasto, es asombroso cómo en el país no hay instrumentos de acción, un lugar donde acudan las mujeres y se refugien en la sociedad civil.”
Cinco años después de atender casos, especializarse y trabajar en el tema, conocieron a la diputada Nora Escamilla y platicando les dijo que lo subiría al pleno del Congreso, y cumplió.
El 3 de diciembre de 2018 el Congreso de Puebla votó a favor de la Ley Olimpia, convirtiéndose en el segundo estado después de Yucatán en tener una reforma que tipifica los delitos de género en la esfera digital.
En el caso de la reforma que se aprobó en Puebla la particularidad es que aquí la autoridad competente sí tiene la obligación de bajar (de internet) los contenidos difundidos si no hubo consentimiento, y es el paquete de reformas es más completo porque visibiliza todos los tipos de violencia digital como exclusión virtual, stalking, trata virtual, extorsión y ciberacoso.
“Ese día fue histórico, porque cinco años que nos dijeron putas, locas, avaladoras de la putería, logramos que nos escuchara el Congreso del Estado y que se aprobara por unanimidad. ¡Gritamos arriba el feminismo que va a vencer, abajo el patriarcado que va a caer!”.
Las otras violencias
Al empezar a trabajar en el tema, Olimpia y sus compañeras vieron que había otras violencias en el ámbito digital como el ciberacoso, no sólo el íntimo sino una extensión de la violencia sistémica machista, que tiene una mayor accesibilidad porque se escuda en el anonimato.
Para el Frente existen dos modalidades de violencia digital: la primera es la que afecta la sexualidad que puede ser extorsión, trata y difusión de contenido íntimo sin consentimiento. La activista aclaró que no se penalizan los “packs” y las “nudes”, sino lo que se castiga es que se compartan sin consentimiento de la persona, y si se sube el contenido a la web sin autorización la autoridades tienen el poder de pedirle a las empresas digitales que bajen las imágenes o videos, porque son delitos contra la intimidad.
El otro tipo de violencia es la que no está relacionada directamente a un tema sexual, cuando no hay difusión de contenido íntimo sino cuando se utilizan las fotografías de alguien en perfiles falsos para difamar, o el acecho, el ciberacoso y las amenazas, entre los que está también la violencia y agresiones digitales que sufren periodistas y activistas. Y la segunda reforma que plantea la Ley Olimpia va en este sentido, buscando tipificar las agresiones en internet.
La tercera reforma que contiene la propuesta de ley es que se reconozca como modalidad la violencia digital dentro de la Ley de Acceso a Una Libre de Violencia, para que el Estado acepte que ésta, aunque afecta a hombres y mujeres, tiene un carácter de género y afecta mucho más a la población femenina.
A la fecha el proyecto ya se presentó en Guanajuato, Baja California, Veracruz, Chiapas y Ciudad de México, y el 9 diciembre de 2018 en el Senado.
Más casos, más denuncias
En los primeros ocho días del año el Frente recibió seis casos. Casi uno por día en apenas una semana. Los 500 casos atendidos en cuatro años hablan de cerca de 130 por año, casi once al mes. Y de esos, dijo Olimpia, son apenas los que les llegan al Frente Nacional por la Sororidad, sin saber cuántos llegan a otras organizaciones, o cuántos no se denuncian por miedo y desconocimiento.
En los últimos cuatro años el Frente ha atendido alrededor de 500 casos de manera integral. Olimpia explicó que hacen desde una carpeta de investigación, casi como ministerios públicos, hasta seguimiento e incidencia. Han descubierto redes de trata virtual y casos de acoso y chantaje en universidades.
Todo este trabajo las llevó a crear la plataforma defensorasdigitales.org donde cualquier mujer puede entrar para pedir información y orientación y encontrar contactos para denunciar y vincularse de sus lugares de origen.
El Frente tiene tres líneas de acción que se dividen en prevención, que consta en capacitación, talleres y protocolos para maestros y alumnos, en alfabetización para romper la brecha digital; en la atención directa a víctimas de violencia de manera gratuita y en el ámbito político en el impulso de reformas.
Para Olimpia lo más importante de la difusión no sólo de las leyes sino del trabajo del Frente es que llegue a más mujeres, que cuando se enteren de la existencia de la agrupación sepan que lo virtual es real, pero sobre todo que hay una salida y que no están solas.
Si quieres revisar a detalle el violentómetro virtual revisa este documento.
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