Segunda Caravana llega a Jalisco
Un grupo de más de 700 integrantes de la segunda Caravana Migrante llegó a Jalisco el 17 de noviembre; sin un albergue central para recibir ayuda humanitaria y con información confusa sobre cómo y dónde podrían tener un sitio para descansar, muchos refugiados fueron trasladados a Refugio Casa del Migrante, en el municipio de Tlaquepaque, un albergue que se vio rebasado en capacidad pero no en corazón
#AlianzadeMedios | Por Dalia Souza y Darwin Franco / ZonaDocs
TLAQUEPAQUE, JALISCO.- Después de 20 días y 2 mil 500 kilómetros de viaje, la segunda Caravana Migrante, que el 27 de octubre pasado salió de Catacamas, Honduras, llegó a Jalisco. Se trata de un grupo de poco más de 700 personas que buscan alcanzar al grupo que ya está en la frontera con Estados Unidos.
Esta segunda caravana, sin embargo, llegó a un Jalisco menos hospitalario porque el Gobierno de Aristóteles Sandoval decidió cerrar el único albergue que su administración había adecuado para recibir a los refugiados, y que, entre el 10 y 13 de noviembre, había dado techo y comida a más de 6 mil integrantes de la primera caravana.
A su llegada a Jalisco, el sábado 17 de noviembre por la noche, el segundo contingente del éxodo sólo recibió la custodia de la policía estatal y municipal que los encaminó desde la caseta de La Joya (en la entrada de la Zona Metropolitana de Guadalajara) hasta a El Refugio Casa del Migrante, ubicada en la colonia el Cerro del Cuatro en el municipio de Tlaquepaque.
La fila de hombres y mujeres únicamente eran iluminados por los tonos rojos y azules de las torretas de las patrullas. Sobre la carretera a Chapala entró a la Jalisco esta segunda caravana que tras contarse llegaban al número 185. Por la radio de los policías escucharon con claridad que ya no había cupo en El Refugio, pues durante el día habían llegado más de 400 migrantes; sin embargo, ahí fue a donde los llevaron casi a la media noche.
Con pocas expectativas, los refugiados tuvieron que aceptar que dormirían en la intemperie. No sería la primera vez que ocurriera durante su éxodo; sin embargo, les molestaba que las autoridades los hubiese llevado ahí a sabiendas de que ya no podrían entrar. La zozobra se fue incrementando porque funcionarios de protección civil se les informaron que estaba prohibido dormir en la vía pública.
“¿A dónde vamos a ir, entonces, si ustedes nos trajeron aquí?”, expresaron algunos.
La respuesta, ante la urgencia, la tuvo el sacerdote Alberto Ruiz, director de El Refugio Casa del Migrante, quien decidió abrir a los migrantes el templo de Nuestra Señora del Refugio. “La casa del señor será donde puedan pasar la noche”, dijo a quienes se acercaron a darle las gracias por abrir las puertas del templo.
El Refugio, en realidad, tiene una capacidad para 200 personas. Entre el 17 y 18 de noviembre llegaron unos 700 migrantes, en su mayoría, pertenecientes a la segunda Caravana. Para dar cobijo a todas las personas se adecuó el salón de la parroquia y los dos templos que se ubican frente al albergue. El problema sería (y sigue siendo) la alimentación, ya que sólo tenían provisiones para atender a no más de 300 personas de este segundo grupo.
Pero tras el cierre del albergue instalado en el Auditorio Benito Juárez; la atención a la población migrante de parte del gobierno quedó reducida a nueve módulos de atención donde, mayoritariamente, sólo están recibiendo hidratación, comida y atención médica. En tanto que albergues de la sociedad civil sólo existen tres en la Zona Metropolitana de Guadalajara; uno de ellos, es El Refugio Casa del Migrante, el cual ya superó su capacidad.
Así lo explica el padre Alberto Ruiz:
No hay marcha atrás
La mañana del 18 de noviembre, la explanada del Templo de Nuestra Señora del Refugio conjuntó a creyentes y migrantes. En su sermón, el sacerdote llamó a sus feligreses a tener solidaridad y empatía con quienes llegaron a El Refugio.
La comunidad no se extraña ante la presencia de los migrantes porque este albergue ha realizado esta labor humanitaria en la colonia El Cerro del Cuatro durante muchos años. Aquí no tiene eco el odio que se pregona en Internet-
Entre las historias que se conjugaron en este albergue presentaremos la de Ada, Selvin y la de Rigo. Desde su percepción, viajar en la Caravana es todo, menos fácil… pero ésta es, quizá, la última oportunidad para imaginar que otros futuros son posibles.
Ada viaja con su esposo y su pequeña niña de 3 años. Ella dice que viajar en Caravana vale la pena y que la meta trazada (llegar a los Estados Unidos) desde que salió de Honduras, es lo único que la mantiene en pie.
Selvin Amador, también originario de Honduras, reconoce que si no fuese por la labor humanitaria de muchos mexicanos, él no hubiera logrado llegar hasta Jalisco. Estar aquí sin importar que sus pies estén llenos de ampollas, es un gran logro.
Rigo quien arribó a Jalisco, el viernes 16 de noviembre, proveniente de El Salvador explica las razones múltiples que lo llevaron a salir de su país; entre ellas, están la delincuencia, la violencia y los megaproyectos que invaden sus comunidades; así pasó en su tierra natal Sochitoto, uno de los principales sitios turísticos de El Salvador:
Ada, Selvin y Rigo son apenas una estampa de las múltiples historias que tras escucharlas con detenimiento rompen con todo estigma, ya que ellos están muy lejos de ser las personas sobre las cuales se habla, sin fundamentos, dentro y fuera de Internet. Ellos, así como Usted, Ellos o Nosotros, son seres humanos queriendo tener una vida digna y libre de violencia. Aspiran a eso, a tener una vida y, por ello, han abandonado todo lo que tenían.
Emigrar de esta manera es una consecuencia de la brecha que abrió la primera Caravana Migrante cuando ingresó al país, el 19 de octubre.
Se prevé que entre el 18 y 21 de noviembre arriben a Jalisco entre mil a dos mil integrantes de la segunda Caravana; los nueve módulos de atención no serán suficientes para brindar la ayuda humanitaria a todos los migrantes en tránsito. Los llamados realizados a las autoridades del gobierno del estado para que abran nuevamente el albergue en el Auditorio Benito Juárez han resultado inútiles, ya que sostienen que con la ayuda dispuesta (agua y un poco de comida) será más que suficiente. A fin de cuentas, ellos sólo están de paso Jalisco.
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