Anaya reconoce la lucha del EZLN, pero se reúne con antizapatistas
Ayer, durante su visita a Chiapas, el candidato presidencial del Frente por México, Ricardo Anaya Cortés, conoció la cotidianidad que se vive en la entidad, donde para hacerse escuchar y pedir atención de las autoridades a las problemáticas sociales, pobladores tienen que bloquear caminos y hacer manifestaciones públicas a veces radicales.
Anaya permaneció varado en la carretera durante casi una hora, debido a que campesinos mantenían protestas en carreteras de tres regiones de Chiapas, para demandar la aparición con vida de tres luchadores sociales desaparecidos. Uno de los puntos donde los manifestantes tenían bloqueado el camino, es la vía que comunica la ciudad de San Cristóbal de las Casas con el municipio Las Margaritas, donde el candidato encabezaría un mitin.
Para que Anaya pudiera pasar, el gobierno de Chiapas desalojó con gases lacrimógenos y policías antimotines a los manifestantes, quienes en la protesta quemaron dos tractocamiones. Finalmente fueron retirados, y Anaya y el resto de los automovilistas que se encontraban en la zona lograron pasar.
Ya en Las Margaritas ya lo esperaban unas 5 mil personas, entre ellas indígenas tojolabales. En este lugar emblemático, Anaya se comprometió -si llegara a ganar la Presidencia- a retomar y cumplir los Acuerdos de San Andrés firmados en 1996 por el gobierno federal y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y saldar así –dijo- la deuda histórica con los pueblos indígenas de México.
Hay que recordar que Las Margaritas es una de las cinco cabeceras municipales que fueron tomadas por el EZLN en el alzamiento armado del 1 de enero de 1994. En este lugar emblemático, el candidato presidencial hizo referencia a las causas que originaron el alzamiento zapatista, y las condiciones en las que viven los pueblos originarios.
“Este movimiento nos obliga a reconocer que fallamos, que no estuvimos a la altura de los derechos y las demandas de los pueblos indígenas. Que no tuvimos la capacidad de ofrecer progreso, de ofrecer desarrollo, de ofrecer bienestar, de ofrecer oportunidades a los pueblos indígenas en todo nuestro país. Esto nos obliga a reconocer que la paz es mucho más que la ausencia de conflicto. Porque no puede vivir en paz quien va a comer mañana. Porque non vive en paz la mamá que ve a su hijo irse a dormir con la panza vacía. Porque no vive en paz el pueblo indígena al que no se le reconoce su derecho al territorio, al que no se le reconoce. Sus tradiciones de manera plena e integral. Porque no vive en paz, la mamá que caga a su hijo enfermo en los brazos y encuentra el centro de salud cerrado. Y si cuando al fin alguien abre, no hay médicos ni medicinas suficientes. Porque no vive en paz el joven o la joven que tiene todo el deseo y empeño de estudiar. Pero no recibe una oportunidad para ello”.
Anaya se comprometió a trabajar para que en los acuerdos de san Andrés Larráinzar “se cumplan a plenitud. Yo quiero apoyar a los pueblos indígenas con quienes tenemos una deuda histórica en nuestro país”, dijo.
Lo que Anaya aparentemente no supo, es que la mayoría de los indígenas tojolabales que estuvieron en el evento político, integrantes de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), durante los últimos años ha sostenido confrontaciones abiertas y violentas contra integrantes del EZLN, a grado tal que fueron miembros de esta organización los que en este mismo municipio de Las Margaritas, y justo hace cuatro años, es decir, en mayo de 2014, asesinaron al dirigente zapatista llamado Galeano, una persona muy reconocida y querida por el grupo insurgente, cuyo homicidio en manos de integrantes de la CIOAC, hizo que el Subcomandante Marcos cambiara su nombre por el del fallecido. Por ello ahora se hace llamar Subcomandante Galeano.
En el presidium con Anaya estuvo el dirigente nacional de la CIOAC, Federico Ovalle, uno de los promotores del panista en Chiapas.
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[…] Durante un evento in Chiapas, il candidato presidenziale conservatore, Ricardo Anaya, ha promesso il ripristino dei patti di governo (Accordi di San Andrés, 1996) con l’Esercito Zapatista di Liberazione Nazionale (EZLN). Nel contempo, Anaya ha incontrato leader politici e sociali del Chiapas contrari allo zapatismo. […]