Transformar el espacio público con arte

Interviene Enrique Díaz rampas del centro de Tuxtla

Foto: Issa Maldonado/Chiapas PARALELO.

Con 600 pesos y todo su talento –que no es poco-, el artista plástico Enrique Díaz pintó ocho rampas para personas con discapacidad en el centro de Tuxtla Gutiérrez.

La intervención, cuenta el propio artista, busca evidenciar la situación de discriminación en la que viven las personas discapacitadas. Las calles, los espacios públicos y la ciudad misma está construida para los automóviles y quienes tienen todas sus habilidades motrices.

Foto: Issa Maldonado/Chiapas PARALELO.

“La idea de pintar las rampas es porque en esta vida cotidiana y acelerada en que vivimos nadie mira hacia abajo, nadie mira a las personas con capacidades diferentes, y nadie respeta sus espacios sus rampas que están por cierto muy mal construidas, no cuentan con los estándares de seguridad, ni señalizaciones necesarias por las normas oficiales mexicanas” dice Enrique Díaz, quien dedicó alrededor de una semana a este proyecto.

Al trabajo se sumaron algunos niños y niñas que veían pintar al artista y él los invitaba a participar así como una persona discapacitada, que pintó algunas flores.

Foto: Issa Maldonado/Chiapas PARALELO.

“Pensamos que por lo menos en cada colonia o barrio de Tuxtla Gutiérrez hay un artista urbano, artista callejero, grafitero o loco como yo, que si cada uno pintara una rampa en su cuadra esta ciudad cambiará mucho empezando por visibilizar estos espacios y haciendo que la gente los respete”.

Para Enrique no hay necesidad de pintar grandes murales, tampoco hacer intervenciones costosas, él está convencido que las y los artistas deben de meterse en la cotidianidad de la ciudadanía, colocar su trabajo en el espacio público, hacerlo de manera clara, sencilla y con un lenguaje universal que permita comunicar sentimientos como: el amor, el respeto, la libertad y también evidenciar la injusticia y la discriminación.

Foto: Issa Maldonado/Chiapas PARALELO.

“Nos comuniquemos con el arte. Todos formamos parte de esta sociedad y para transformarla no solo es con críticas, para mí es también con pensamiento y acción”. La máxima de “criticar-haciendo”.

Lo que pintó Enrique Díaz es las rampas fueron jarrones de flores porque las flores son un regalo, y lo que dejó el artista a la ciudad fue eso, un obsequio que se puede replicar.