Desplazados de Chenalhó exigen a Velasco retorno a sus hogares
Más de 200 personas, entre hombres, mujeres y niños, indígenas desplazados de la comunidad de Puebla, municipio de Chenalhó, exigieron hoy al gobernador Manuel Velasco Coello gestionar y garantizar el retorno a su comunidad de origen, pues desde hace más de 10 meses viven en condiciones precarias y de hacinamiento en un albergue de San Critóbal de Las Casas.
En mayo del 2016, cientos de personas salieron del ejido Puebla y se concentraron en la cabecera municipal de Chenalhó para estar presente en la toma de protesta de Miguel Sántiz Pérez, el síndico que fue ungido como al alcalde sustituto luego de que la población decidiera destituir en plebiscito a la alcaldesa Rosa Pérez Pérez del PVEM.
Cuando intentaron regresar a su comunidad aquel 26 de mayo, simpatizantes de Rosa Pérez Pérez en la comunidad de Puebla quemaron sus casas y destruyeron quemaron todas sus pertenencias, además con palos, piedras y machetes expulsaron a los simpatizantes de quien era ya el nuevo alcalde.
En esa trifulca perdió la vida Guadalupe Cruz Hernández, de 53 años, y la menor Adriana Méndez Gutiérrez, de 12 años, quien falleció cuando los médicos la atendían en un hospital de Tuxtla Gutiérrez.
Por un tiempo se refugiaron en la Casa de la Cultura de la cabecera municipal de Chenalhó, sin embargo, tras el derrocamiento de Miguel Santiz Pérez y la reinstalación en su cargo de Rosa Pérez Pérez, las 241 personas tuvieron que dejar en febrero pasado la cabecera municipal y trasladarse a San Cristóbal de Las Casas.
Los indígenas fueron llevados a unas instalaciones de la Secretaría de Protección Civil donde viven y comen en condiciones precarias, mientras sus hijos han perdido el ciclo escolar.
Según Diego Cadenas Gordillo, abogado defensor de los indígenas desplazados el 22 de febrero pasado, el Gobierno estatal no ha aplicado en este caso, los Principios Rectores para el desplazamiento establecidos por las Naciones Unidas (ONU) y únicamente se ha limitado en darles tortilla y frijol para que sobrevivan.
Es por eso que para hacerse escuchar por el gobierno estatal, bloquearon la autopista Chiapa-San Cristóbal, pero lejos de solucionar el problema de fondo el gobierno procedió a desalojarlos de forma violenta.
“La policía municipal y la estatal llegaron sin aplicar el protocolo de desalojos. Si dialogo de por medio empezaron a jalonear y golpear a los desplazados, estos respondieron a puño limpio y después con piedras. La policía lanzó gases resultando su gran mayoría intoxicados”, dijo el abogado defensor.
Indicó que el reclamo de los desplazados es que sean liberados dos de sus compañeros presos y que sea les garantice un retorno con seguridad al ejido Puebla de Chenalhó, pues allá tienen lo qu quedó de sus choczas, sus tierras y sus muertos.
Hoy una vez más marcharon de las instalaciones donde se encuentran albergados en el predio Molino Utrilla hacia la plaza de la catedral de San Cristóbal de Las Casas, donde de nuevo exigieron al gobierno estatal ponga fin a este desplaamiento forzado en el que viven desde mayo del año pasado.
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