Familiares de víctimas de feminicidio exigen alerta de género en Chiapas
No estamos todas, nos faltan…
Fabiola, Alicia, Graciela, Erika, Cándida, Martha Ruth, María Concepción, Reina, María Alicia, Verónica, Adriana, Sandra Luz, Alondra, Martha, Julissa, Lucinda, Rosa, Adiluz, Kimberly, Nadia, Tatiana, Ruby, María del Carmen, Lupita, Mariola, Maryori, Manuela, Maria del Rosario, Norma, Rubelina, Jaqueline, Georgina, Carmen, Isis, Virginia, Clara Luz, Nancy, Nancy, Itzel, Susy y las siete mujeres más que nunca fueron identificadas.
Encabezada por las madres de las víctimas este martes 1° de noviembre se realizó la “Marcha de las Catrinas” en las calles de Tuxtla Gutiérrez para exigir a las autoridades el decreto de alerta de género por los 48 feminicidios que se tienen registrados hasta ahora en Chiapas.
Evento organizado por el Frente Feminista de Chiapas, Voces Feministas y el Observatorio de Violencia de Género, mujeres y hombres acompañados de niños y niñas fueron disfrazados para marchar por las calles de la capital chiapaneca, haciendo paradas en murales en tributo a víctimas de feminicidio en el estado realizado por el grupo “Colectivo Nahual”.
Conformado por un grupo multidisiciplinario el Observatorio de Violencia de Género, se ha encargado de dar un seguimiento, asesoria y trabajo sobre el tema, por lo cuál las cifras recabadas por ellas nos dicen que hasta ahora, se han perpetuado 48 feminicidios y 10 transfeminicidios en el estado, con lo cual activistas exigen sea activada el protocolo de alerta de género, por la deficiencia en la procuración de la prevención contra delitos de género.
“Kimberly”, una niña de apenas un año y ocho meses, la cual fue asesinada el 27 de febrero del año pasado, por una de las maestras de la guardería “Pasitos de Colores” en la su madre Diana Ramírez dejaba todos los días. La madre dirigió unas palabras y junto con una multitud de más de 100 personas dejaron una ofrenda en el mural dónde fue inmortalizada ubicada en el 7a sur entre 4a y 5a poniente de la ciudad.
Activistas, Selene Domínguez, Darwin Pereyra y Teresa Campos coincidieron en que las instituciones estatales se han visto rebasadas en el control de los feminicidios en el estado, por lo cual es de urgencia decretar una alerta de género en Chiapas, para que no se condene a más mujeres chiapanecas a la perpetuidad y la falta de justicia hacia los agresores.
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