Tras el regreso a clases, los conflictos en todo el estado
A tres semanas del inicio del ciclo escolar 2016-2017, y después de 125 días de paro de labores, maestros de la CNTE que participaron en el movimiento magisterial y docentes que nunca se unieron a la huelga se han enfrascado en una serie de conflictos en sus centros de trabajo.
El regreso a clases no sólo trajo la misión de desempolvar el salón de clases y las herramientas de trabajo, sino que además tendrán que cicatrizar las heridas provocadas entre maestros, directivos y supervisores, y hasta padres de familia, por las confrontaciones que dejó el movimiento magisterial.
Al igual que después de los 87 días de paro en 2013, el retorno a las escuelas conlleva ahora una serie de conflictos entre los que abrazaron el movimiento magisterial y aquellos que nunca participaron en el paro de labores.
Hoy, por ejemplo, padres de familia y maestros expulsaron de la escuela primaria en la comunidad de Baquelchan, en el municipio de Sitalá, al director Doroteo Ruiz Mendoza, a quien acusaron de “charro” por no haber participado en el movimiento magisterial.
La turba obligó al docente a hacer sus maletas y salir de la comunidad para nunca más volver o ser aceptado.
En decenas de escuelas son los maestros de la CNTE los que rechazan el regreso de los “charros”, y en otros centros de trabajo son los que no apoyaron el movimiento magisterial y padres de familia los que no quieren el retorno de exparistas.
En la escuela primaria “Dr. Rafael Pascacio Gamboa”, ubicada en esta ciudad, los padres denunciaron que hacen falta dos maestros, pues los que estaban “eran interinos y ya acabó el contrato, y aunque la Secretaría de Educación aseguró que en un par de semanas ya enviaría a los nuevos, entonces para no perder clases el director sugirió pagarles a los maestros de lo que se cobró de cuota, pero los padres de familia dijeron que no tienen por qué hacerlo y ya avisaron que esos dos grupos se quedan sin clases”.
Además de la falta de docentes y conflictos, otro problema lo representan las decenas de escuelas saqueadas por los ladrones mientras los maestros estuvieron ausentes.
Por ejemplo, en el jardín de niños “Luz Esther Sánchez Ramírez”, de la colonia Paulino Aguilar, durante el periodo que estuvo cerrado ese centro escolar los ladrones vaciaron la escuela de pantallas, computadoras, grabadoras, proyectores y de las herramientas de apoyo a los docentes.
De igual forma, en el jardín de niños “José Vasconcelos”, ubicado en la colonia Santa Ana, los padres de familia dijeron que los ladrones “se robaron el equipo de sonido, instrumentos de música, las computadoras de la dirección, impresoras, televisiones y DVD, se llevaron todo, afectando el regreso a clases”.
Por si fuera poco, los maestros confían en que el gobierno federal cumpla los 11 acuerdos políticos pactados con ellos. Incluso, el gobernador Manuel Velasco Coello fue el aval de esos acuerdos tomados en el Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo.
Mientras tanto, ni el gobierno estatal ni el federal han dicho ni ofrecido algo para reactivar la economía y apoyar a ese sector de las pequeñas y medianas empresas que sufrieron las consecuencias de forma directa o indirecta del movimiento magisterial.
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