“La iglesia no tendría que negar los sacramentos a hijos de adopciones homoparentales”: Vicario

Vicario de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Tuxtla Gutiérrez, Rogelio Cárdenas Ponce de León. Foto: Jeannette Ballinas

Vicario de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Tuxtla Gutiérrez, Rogelio Cárdenas Ponce de León, contestó desde su punto vista particular como sacerdote católico, sobre temas relacionados al matrimonio igualitario y la adopción homoparental.

Enrique Peña Nieto, presidente de México, el pasado 17 de abril del presente año, informó sobre la iniciativa para modificar la Constitución y el Código Civil nacional para que se reconozcan los matrimonios igualitarios.

Con la opción del matrimonio entre personas homosexuales en todo el país, desde el punto de vista sacramental, el matrimonio, se concibe de una forma distinta, así lo menciona el Padre Cárdenas:

“La naturaleza del sacramento del matrimonio es la comunión de un hombre y una mujer para llevar a cabo el plan de amor que tiene Dios para ellos. No significa que haya que oponernos al amor que puedan tener personas del mismo sexo. En la iglesia no vamos a llevar a cabo la celebración sacramental del matrimonio con personas del mismo sexo, porque no lo concebimos así”

Aclarando que la iglesia católica, según su posicionamiento oficial, no dice estar en contra de las relaciones entre personas del mismo sexo, siempre y cuando, tengan una castidad: no llegue a un acto sexual.

La Iglesia ha declarado que los «deseos» o «atracciones» homosexuales no son necesariamente pecaminosas en sí mismas. Son «trastornos» en el sentido de que son tentaciones para hacer algo que es pecaminoso (es decir, el acto homosexual), pero las tentaciones, si van unidas al autocontrol, no son consideradas pecaminosas. Así, mientras la Iglesia se opone a las tentativas de legitimar actos sexuales entre personas del mismo sexo, también proclama oficialmente respeto y amor por aquellos que tienen atracción por personas del mismo sexo.

En un contexto cultural que no abona a la compresión de la diversidad, se ha complicado el entendimiento de las cosas nuevas, como es este caso: el matrimonio igualitario, de manera reflexiva, insta a la comunidad católica a no llegar a extremos para no llegar a provocar la división:

“No juzgar, pero salir al encuentro, no sentenciar sino saber comprender las circunstancias. El machismo y el patriarcado, si influye, pero lo que está pasando en el planeta ahora mismo es que se están polarizando peligrosamente las posturas. Es una cuestión de perder la capacidad de valorar a los seres humanos. Polarizar las posturas nos está llevando a la división y es ahí donde la iglesia debe de intervenir para buscar una comunión evitando un evento violento”

En el pasado censo de población realizado en el 2010 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) determinó que el 82.9% de la población se identificó con la religión católica.

Con la posibilidad latente de que en un futuro se puede llevar a cabo las adopciones de niños o niñas entre personas del mismo sexo, se preguntó, si la iglesia podría realizar los sacramentos de la fe católica a pequeños con esta situación:

“Todas las personas tienen derecho a recibir el bautismo y los sacramentos. Si no se viola ninguna falta canónica, adelante. Siempre y cuando se le lleve el acompañamiento y la formación sobre los sacramentos, no hay porque negárselo” expresó Cárdenas Ponce de León.

Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales instintivas. No eligen su condición homosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza.

Catecismo de la Iglesia Católica, párrafo 2358