Diputados anteponen la posición de las iglesias a los derechos humanos
- Ignora el Congreso del Estado las medidas precautorias del Conapred
A pesar de que la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) emitió medidas precautorias para que el presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado, Eduardo Ramírez se abstuviera a hacer manifestaciones discriminatorias en contra de la población lésbico-gay; el Congreso Local emitió ayer dos boletines sobre el tema con la misma postura por parte de otros legisladores.
El Conapred solicitó medidas precautorias a Eduardo Ramírez Aguilar, luego de que se declarase públicamente y de forma denostativa, en contra del reconocimiento legal de las familias homoparentales en México, además externó su rechazo para la legalización del matrimonio igualitario y la adopción a favor de las personas de la diversidad sexual, en dicha entidad.
La presidenta de la comisión de asuntos religiosos, María Concepción Rodríguez Pérez señaló ayer durante la sesión ordinaria, la cual se realizó a las 6:00 horas en las instalaciones del IAIP y a puerta cerrada, su postura sobre el tema.
“Como Presidenta de la Comisión de Asuntos Religiosos, de la LXVI Legislatura, me adhiero al pronunciamiento del Presidente diputado Eduardo Ramírez Aguilar y a lo dicho por el diputado Carlos Penagos Vargas (…). En días anteriores han acudido a mí diversos grupos religiosos, en donde me han expuesto sus opiniones respecto a este tema, por lo que como diputada Presidenta de la Comisión de Asuntos Religiosos, considero es mi deber ser la portavoz de éstos, quienes se pronuncian en contra del matrimonio igualitario” señala el boletín de prensa, que retoma el posicionamiento de la legisladora.
“El Consejo Estatal de Iglesias Evangélicas, la Confraternidad de Chiapas A.C., y las diferentes agrupaciones de pastores, Iglesias y Ministerios de Chiapas, quienes representan a más de 5 mil congregaciones en el estado, están en contra del matrimonio igualitario, y me hicieron llegar mediante escrito su postura bíblica, histórica, legal y moral, respecto al matrimonio, la adopción de niños y la identidad de ciudadanos” agrega el comunicado.
“También se han acercado a mí, líderes religiosos de las comunidades indígenas, en donde han expresado su descontento y preocupación por esta iniciativa, señalando que como legisladores no debemos pasar por alto que ellos se rigen por usos y costumbres, y ya expusieron su absoluto desacuerdo, ya que consideran a la familia como parte fundamental de una Sociedad, “y ésta se establece con la unión de un hombre y una mujer, siendo un sacramento y una institución cuya esencia está en la creación divina del hombre y la mujer”” prosiguió la diputada de extracción perredista.
“Es por ello que me pronuncio en contra de esta iniciativa, reiterando que es necesario conocer la opinión de todos los sectores de la sociedad no solo en el ámbito religioso, por lo que opino que no hay razón para acelerar las cosas, ya que esto sería una irresponsabilidad como legisladores, este tema se tratará en su momento, cuando se nos dé a conocer la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Podemos darnos cuenta que no se trata de partidos, sino de atender y escuchar las exigencias de la mayoría de los sectores de la sociedad con independencia de sus creencias religiosas, soy respetuosa de las Leyes y de los Derechos Humanos, creo firmemente que Dios nos dio el libre albedrío para que podamos decidir lo que nos parezca según nuestros propios valores, mismos que se nos enseña en la familia, en la escuela y en la convivencia social; por lo que estoy convencida que la estructura familiar debe seguir como pareja heterogénea” concluye el boletín.
El Congreso del Estado emitió también un comunicado del coordinador de la bancada del PVEM, Carlos Penagos, el segundo por parte del legislador refiriéndose en contra del matrimonio igualitario y la adopción homoparental.
“Como padre de familia, considero que, para su desarrollo, los hijos no sólo necesitan de amor. En la infancia, por la que todos pasamos, es necesario contar con el grupo de cualidades distintivas y las naturalezas complementarias de un progenitor masculino y otro femenino” expresó.
Y prosiguió: “Es decir, que los menores atraviesan diferentes etapas en su desarrollo y para cada una de ellas requieren del referente de uno y otro sexo; ya que algunas etapas de esas, exigen más de una madre mientras que otras requieren más de un padre”.
Diferentes organizaciones de la sociedad civil denunciaron que ha sido el propio presidente de la mesa directiva del Congreso Local quien ha retirado del orden del día la iniciativa de matrimonio igualitario y que por ello no se ha votado la propuesta que trabajaron de manera conjunta las agrupaciones con la comisión de equidad y género.
La posición de los diputados respecto al matrimonio igualitario y la adopción homoparental se da después de que autoridades del gobierno del estado se reunieron con líderes de diferentes iglesias evangélicas en las que le pidieron su apoyo para el gobernador del estado, Manuel Velasco y manifestarse en contra del movimiento magisterial.
Me llama la atención, aunque no me sorprende, que la diputada María Concepción Rodríguez Pérez diga: «es necesario conocer la opinión de todos los sectores de la sociedad no solo en el ámbito religioso, por lo que opino que no hay razón para acelerar las cosas, ya que esto sería una irresponsabilidad como legisladores». Entonces por qué no demuestran esa preocupación siempre en cada ley que se ha creado o modificado que no necesariamente han respondido a los intereses de la sociedad? Nos evitaríamos tantos conflictos sociales como el que está sucediendo actualmente en nuestro Estado con el magisterio.
Es importante lo que señala la Diputada Concepción y la felicitamos por su expresión pública. No debemos negar el hecho que hay personas que han decidido vivir negando su naturaleza sexual pero no debe ser en contra de la Familia que ha dado la fortaleza a nuestro País. Si hemos sido procreados entre un hombre y una mujer, no debe en ningún momento negarse a los menores de edad su derecho innato de vivir en una familia heterogénea.