Falsos zapatistas invaden los Chimalapas
En la selva de Los Chimalapas, Oaxaca, grupos de invasores que se cubren los rostros con capuchas y con armas de fuego, se han autoproclamado seguidores del EZLN y en los predios en su poder aparecen pintas con la leyenda: “Territorio zapatista”, denunció el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas.
En una carta enviada al Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI), del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), citan el comunicado del 22 de febrero que suscriben los Subcomandantes Moisés y Galeano, donde hablan de la despojo de comunidades de la Selva Lacandona, para forzarlos a reubicarse en “calidad de invasores” en el territorio zoque de Los Chimalapas, Oaxaca.
Uno de estos grupos, de “reinvasores” que se asienta en los terrenos comunales del paraje Arroyo La Gringa, “pretende ampararse en un oficio emitido” por la alcaldesa de Benemérito de las Américas, Chiapas, Eneyda Jaramillo Gómez, que “autoriza a nombre del gobierno del estado de Chiapas”, que 50 familias se trasladen al paraje de Los Pescaditos, en “región de Los Chimalapas, Chiapas” para fundar un nuevo centro de población.
En la región de La Gringa, hay 3 puntos en donde se han asentado familias chiapanecas y algunas de Veracruz, que argumentan “tener permiso del gobierno de Chiapas”.
Y desde diciembre del 2015, que la congregación comunal de San Francisco la Paz, “logró capturar y retener al histórico pistolero y asesino”, Davis Vega Guerrero, “líder de uno de los grupos invasores”, el gobierno federal y el de Oaxaca decidieron dialogar con los habitantes del área.
Esto provocó que se disuadiera a los invasores y del lugar salieron mujeres y niños, pero los hombres ahora andan encapuchados y armados y argumentan que “son zapatistas”.
En la carta que suscriben el coordinador nacional y regional del Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas, Luis Bustamante y Miguel Ángel García Aguirre, rememoran que “la política de reubicación forzosa de indígenas chiapanecos pobres al ancestral territorio zoque de Los Chimalapas, no es nueva”.
Esto ha sido generado “desde hace más de 50 años, por sucesivos gobiernos chiapanecos, siendo avalada y respaldada por el gobierno federal (SRA), violando además la soberanía oaxaqueña, sin que los gobiernos de Oaxaca hicieran nada”.
A principios de 1950 del siglo pasado, empresas madereras talaron 100 mil hectáreas de bosques de la porción oriente del territorio de Los Chimalapas, bajo el argumento de que eran terrenos nacionales, pero eran comunales de los municipios de Santa María y San Miguel Chimalapa, Oaxaca.
Fue hasta 1977, que los zoques expulsaron por la fuerza a 25 aserraderos de talamontes, que explotaban la selva “aleganado que eso era de Chiapas”.
Y en 1994, a raíz del levantamiento armado del EZLN, los indígenas de Los Chimalapas, recuperaron 40 mil 945 hectáreas y la desaparición legal y real de una supuesta colonia compuesta por “narco-ganaderos y pistoleros”.
En la carta, Bustamante y García Aguirre dicen que la política de llevar a indígenas chiapanecos pobres a Los Chimalapas, fue para “usarlos como carne de cañón” y “escudos humanos”, con el fin de enfrentarlos con los zoques, se impulsó en los gobiernos de Absalón Castellanos Domínguez y Patrocinio González Garrido.
Saben que los invasores en Los Chimalapas no son zapatistas, sino que es “una perversa estrategia generada desde algunas instancias del mismo gobierno de Chiapas, y quizá el federal, para pretender intimidar a los comuneros oaxaqueños y confundir a la opinión pública” y provocar un enfrentamiento armado entre pobres.
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