Pueblos reconocen legado del obispo Samuel Ruiz, a 5 años de su fallecimiento
Construcción de justicia y paz, objetivo de la evangelización: Samuel Ruiz
Papa Francisco también hará un reconocimiento público a la obra del obispo, el próximo 15 de febrero
En el marco del quinto aniversario del fallecimiento de Samuel Ruiz García “El Caminante”, el pueblo creyente, la comunidad de feligreses y religiosos que fueron formados en los 40 años que el obispo dirigió la Diócesis de San Cristóbal, saldrán en una peregrinación pacífica, a reivindicar su lucha por la construcción de una comunidad “donde se viva en la justicia y en la paz”, de acuerdo a las enseñanzas del líder religioso conocido en la región como Jtatik (padre) Samuel.
Samuel Ruiz García fue nombrado en 1960 obispo de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, lugar donde donde 7 de cada diez personas pertenecen a los pueblos originarios, principalmente de las etnias tsotsil, tseltal, chol, tojolabal y zoque.
Al llegar a esta región, Samuel Ruiz dio cuenta de la marginación, pobreza y falta de acceso a la justicia que viven las comunidades indígenas. Al conocer esta situación, el Obispo empezó un proceso de transformación en la forma en que concebía el papel que debía realizar la Iglesia Católica en la región.
“La finalidad de la evangelización no es solamente anunciar el evangelio, sino construir una nueva comunidad. Una nueva comunidad donde se viva en la justicia y en la paz.
Cuando llegamos a esta Diócesis fue clarificándose poco a poco este pensamiento, pero también sintiéndose un poco más complejo, porque aquí y allá había conflictos y situaciones difíciles”, explicó el obispo en diversas ocasiones.
Para emprender esta labor, una de las acciones más representativas que impulsó fue la creación en 1974, del Primer Congreso Indígena, parteaguas en la formación de grupos organizados que empezaron acciones para exigir al Estado mexicano “justicia, tierra y desarrollo”, entre otros derechos.
En 1975, en el marco de la celebración de la Primera Asamblea Diocesana, Samuel Ruiz dejó clara su postura a favor de los indígenas, quienes impulsaron acciones para “defender su dignidad y libertad, para ser sujetos de su propia lucha y de su propia historia”, según las enseñanzas del Obispo y su grupo de religiosos y religiosas.
En agosto de 1993, pocos meses antes de que el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) saliera a la luz pública, el Obispo publicó una carta dirigida al Papa Juan Pablo Segundo, titulada En esta hora de gracia, en donde denunciaba que los pueblos indígenas viven en condiciones “infrahumanas”.
“Esta situación se ha ido agravando, porque, además, nuestro sistema ha generado nuevas formas de explotación política, de legalidad injusta, que legítima la opresión y la represión. Se agrede ideológicamente, se despoja a las culturas de sus valores fundamentales. La lista de agravios en contra del pueblo indígena de nuestra diócesis, en el horizonte de la historia de estos 500 años, es muy larga.
“Frente a los retos de la modernidad y la crudeza del neoliberalismo que hemos constatado, levantamos nuestra voz junto a los profetas, para decir como ellos y junto con ellos, que la pobreza que genera esta situación de carencia de bienes, es como tal un mal y algo totalmente contrario a la voluntad de Dios”, sostuvo Samuel Ruiz.
Esta posición le valió el encono de grupos conservacionistas dentro de la Iglesia Católica, y del gobierno mexicano, quien lo acusó de impulsar la guerrilla zapatista, aunque poco tiempo después se supo que el Obispo se opuso a la vía armada como forma de lucha.
El pensamiento del líder religioso se plasmó en varios documentos, entre ellos la carta pastoral Para que la Justicia y la Paz se encuentren de agosto de 1996.
El obispo fue el mediador entre el EZLN y el gobierno mexicano. Cuando se rompió el diálogo entre estos dos grupos, continuó impulsando desde la Iglesia la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas.
Entre otras de sus acciones, fundó el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. En el año 2000 el Vaticano le pidió su renuncia y lo envió a una casa de retiro en el estado de Querétaro.
Samuel Ruiz continuó volviendo a Chiapas invitado por grupos de la sociedad civil, y aprovechó cada espacio y entrevista para reivindicar la lucha de los pueblos indígenas.
“Sigue siendo la paz, un deseo, y no solamente un deseo, sino una motivación que nos debe impulsar a todos a trabajar desde cada uno de nuestros ámbitos, para que haya una verdadera justicia, una verdadera fraternidad.
“Para que vivamos una auténtica paz, una paz que no solo sea la ausencia de la guerra, sino la construcción de un mundo, en donde la fraternidad sea una cosa que se viva verdaderamente”, explicó en el marco de la inauguración de las obras de lo que hoy es el Museo Jtatik Samuel, dedicado a conocer su legado.
El 25 de enero de 2011 falleció en la ciudad de Querétaro, a los 86 años de edad.
En el marco de aniversario de su muerte, cada año diversas organizaciones de la sociedad civil entregan el Reconocimiento jTatik Samuel, jCanan Lum, a personas, grupos y organizaciones que siguiendo las enseñanzas del obispo, trabajan a favor de los derechos de los pueblos y comunidades.
Este año se entregará el reconocimiento a las y los integrantes del Pueblo Creyente de municipio de Simojovel, quienes han realizado acciones para impedir que grupos de la delincuencia organizada se asienten en su región; también a pobladores del municipio de La Trinitaria; y a los pueblos de Ostula, Jalisco, quienes se mantienen en resistencia contra la industria extractiva.
El 15 de febrero próximo, en el marco de su visita a México, el papa Francisco visitará la tumba de Samuel Ruiz García, ubicada en el interior de la Catedral de San Cristóbal. Este acto lo realizará como una forma de reconocimiento a la labor del obispo a favor de los pueblos indígenas.
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