“Te amamos Nadia, vete en paz, que nosotros nos quedamos en la guerra”
“Seamos realistas, hagamos lo imposible”, rezaba en el pedazo de cartulina que la madre de Nadia Dominique Vera Pérez, la señora Mirtha Luz Pérez Robledo llevaba consigo junto al retrato de su hija. Junto a ella el padre de la activista y promotora cultural asesinada, el señor Efrén Vera, acompañado de sus tres hijos encabezaron el cortejo fúnebre.
Con música de fondo de Vicente Fernández cantando Amor eterno, Motivos, Solamente una vez y otras, poco después del medio día salió el ataúd de la funeraria donde fue velada dos noche, con el cuerpo Nadia Vera.
No eran más de 100 personas, entre amigos, familiares y activistas solidarios con la familia Vera Pérez que consternados aceptaban con resignación que su hija “murió por sus ideales” luchando por tratar de cambiar este país.
“Ojalá sea un parteaguas para que la gente cambie, para que exista un poco de conciencia y que sepan que hay gente que puede morir por sus ideales. Estoy consciente y puedo decir que gracias a Dios que mi hija va a ser un bastión para cambiar un poco este país. Era muy niña. Que más puedo decirle a todos ustedes gracias”, dijo Efrén Vera, padre de Nadia Dominiq.
“Ella creía que otro mundo es posible, así lo pensaba, así lo dijo. Gracias a todos. Las cosas buenas no se pueden acabar, ella era una mujer buena, era una hermosa niña y simplemente nos la mataron.
Va a pasar mucho tiempo para que esta herida cierre, pero si de algo estoy seguro es que esto va a crecer”, agregó el padre resignado por el final de su única hija mujer.
“Mi país es un campo de amapolas regado con la púrpura savia de los jóvenes”, rezaba en otra cartulina, una estrofa de uno de los poemas de la madre de Nadia Vera.
“Te amamos Nadia, vete en paz, que nosotros nos quedamos en la guerra”, señalaba otra cartulina que dejaron en su tumba.
Nadia Dominiq Vera Pérez era romotora y gestora Cultural, activista Política, directora del Festival de Video Arte Oftalmológica, promotora de la Compañía Internacional de Danza Contemporánea Cuatro X Cuatro en Xalapa, Veracruz.
Desde sus comienzos en su ciudad natal, Comitán de Domínguez, participó activamente en el grupo de Teatro Escudo Jaguar, dirigido por Andrés Campos, en el área de difusión cultural, y como actriz actúo en algunas obras teatrales que la poeta Mirtha Luz Pérez Robledo, madre de Nadia, realizó para este grupo.
Participó en los festivales más importantes de Chiapas, por mencionar algunos; Rosario Castellanos, Cervantino Barroco, Maya Zoque. En su actividad académica inicia sus estudios en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, donde cursa por un semestre la Carrera de Sociología para después cambiarse a la Facultad de Antropología Social, en la ciudad de Xalapa, Veracruz.
Alejandro Tello, dijo ayer en la noche durante su velada que “con los ideales que ella portaba desde pequeña, comienza a ejercer su voz en alto, para que se haga justicia, y lo hace presente con ideales del EZLN en Chiapas.
Según Tello, Nadia Vera se perfió como una mujer con carácter político, participó en el movimiento activista de #YoSoy132, en Xalapa, Veracruz.
“Hoy Nadia, la recordamos con mucha dignidad y cariño, los amigos más cercanos nos unimos a este dolor que tienen toda la familia. Nadia la amiga que cobijo, abrazo y enseñó a quien le faltaba aprender de la vida, a abrir los ojos de la ciudadanía cuando más se ocultaba entre las sombras, ella seguirá alzando su voz, lo hace con más resonancia, en cada rincón de este continente, hoy su presencia ha traspasado las fronteras, los límites territoriales, ella, una luchadora joven con causa dignas y justas que clama Justicia”, dijo el amigo de Nadia.
“La vida es el principal derecho que tenemos, defendámoslo unidos y organizados”.
“Hay un sonido mío en tus palabras, ¿no te vayas de mí pájara libre!”.
“Los jóvenes tenemos la fuerza, la vida y el valor de gritar lo que muchos por miedo callan”.
“La lucha sigue: Por un mundo donde quepan muchos mundos”.
“Un día no habrá silencio, un día los gritos de justicia romperán los tímpanos de qujienes tienen las manos manchadas de sangre inocente”.
Las consigNas no se limitaron a las cartulinas en el panteón, en su tumba, su última morada.
También en su red social de Facebook, su tía Inés Pérez Robledo le dejó un mensaje “Me duele lo que te hicieron por tu memoria seguiré luchando contra este sistema podrido”.
Acá todo mundo, sabe, Nadia traía en la sangre la semilla de la rebeldía, heredada de sus padres, maestros en el sector educativo y personas metidas a literatura. Personas identificadas con las luchas sociales, con los movimientos progresistas.
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soy fronterizo: tramo comitan- tapachula. llegando hasta frontera talisman.