Policía de Chiapas tortura y priva arbitrariamente de la libertad a Margarita y David, indígenas tsotsiles
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) denuncia la Tortura, Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes de la que fueron objeto David Hernández Gómez (David), campesino y Margarita Gómez López (Margarita), indígena tsotsil, habitantes del municipio de Teopisca, Chiapas, quienes actualmente se encuentran en Privación Arbitraria de la Libertad. Hechos cometidos por elementos de la Policía Especializada adscrita a la Fiscalía de Distrito Altos (Policía Especializada) y el Ministerio Público de Teopisca Pedro López Girón.
El Frayba exige a las instancias de procuración y administración de justicia que se inicie una investigación completa, eficiente y eficaz por la Tortura, Penas o Tratos, Crueles, Inhumanos y Degradantes, así como la Privación Arbitraria de la Libertad, poniendo en inmediata libertad a Margarita y David por la violaciones al debido proceso legal y las graves violaciones a los derechos humanos cometidos en su contra, los cuales están ocasionando daños de difícil e imposible reparación.
Policía Especializada tortura y priva arbitrariamente de la libertad a Margarita y David
- Siete hijos menores de edad en el desamparo
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) denuncia la Tortura, Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes de la que fueron objeto David Hernández Gómez (David), campesino y Margarita Gómez López (Margarita), indígena tsotsil, habitantes del municipio de Teopisca, Chiapas quienes actualmente se encuentran en Privación Arbitraria de la Libertad. Hechos cometidos por elementos de la Policía Especializada adscrita a la Fiscalía de Distrito Altos (Policía Especializada) y el Ministerio Público de Teopisca Pedro López Girón.
Según la documentación con la que cuenta este Centro de Derechos Humanos, la Privación Arbitraria de la Libertad a David fue efectuada por la Policía Especializada, el 24 de abril de 2014, entre las 9:00 horas y las 12:00 horas, cuando se encontraba en la Agencia del Ministerio Público en la ciudad de Teopisca, realizando trámites funerarios para la entrega del cuerpo de su hermano Juan Pérez Gómez (Juan), cuyo cadáver se había encontrado un día antes.
Ese mismo 24 de abril, Margarita junto con su hijo de un año y siete meses se encontraba en el cementerio municipal de Teopisca, cuando fue detenida por elementos de la Policía Especializada quienes la subieron a una patrulla y la llevaron a las oficinas de la Agencia del Ministerio Público en donde se encontraba su esposo David. El testimonio de Margarita refiere que su hijo comenzó a llorar por hambre y los funcionarios la reprendieron con palabras groseras exigiéndole que callara al menor.
En las oficinas de la Agencia del Ministerio Público en Teopisca efectuaron la Tortura a David: le indicaron que subiera a la planta de arriba, ahí lo sometieron, le dieron cachetadas y le dijeron que confesara cómo había matado a su hermano. Lo amordazaron y lo golpearon en el estómago insistiendo que se autoinculpara del asesinato de Juan. Posteriormente lo amenazaron con tirarlo por la ventana y darle toques eléctricos. Le colocaron un costal de plástico en la cabeza y los policías continuaron golpeándolo en varias partes del cuerpo. Ante la negativa de David a responder las acusaciones de los policías, lo amenazaron con violar a su esposa.
Acto seguido David y Margarita junto a su hijo, fueron llevados a la Fiscalía de Distrito Altos en San Cristóbal de Las Casas. Durante el traslado en todo el camino recibieron ofensas consistentes en amenazas de violación a Margarita y lanzar fuera del vehículo a su hijo porque no dejaba de llorar.
En la Fiscalía de Distrito Altos, a Margarita la siguen amenazando y agrediendo verbalmente y David fue llevado a un cuarto donde nuevamente lo golpean de manera reiterada con puños, lo tiran al suelo y le dan de patadas, después le colocan un trapo en la boca y nariz para asfixiarlo y lo amenazaron con violar a su esposa si no confesaba cómo mató a su hermano y quiénes le ayudaron. Por la agresión recibida inculpó a dos personas que nada tienen que ver con el caso, esto lo hizo pensando que con eso bastaría para que lo dejaran de golpear y amenazar.
Horas después, David y Margarita y el menor fueron trasladados a su domicilio en Teopisca, por el Ministerio Público y la Policía Especializada. Ahí les exigían que confesaran en dónde habían matado a Juan. En ese lugar Margarita dejó encargado a su menor hijo a uno de sus familiares.
Posteriormente fueron regresados a la Agencia del Ministerio Público de San Cristóbal de Las Casas en donde los inculpados son obligados a firmar y poner sus huellas digitales en varios documentos, tanto David como Margarita no supieron qué contenían los papeles porque no saben leer ni escribir. El 26 de abril de 2014 fueron recluidos en el Centro Estatal de Reinserción Social de Sentenciados No. 5 (CERSS No. 5), en el municipio de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en donde se encuentran actualmente procesados injustamente por el delito de homicidio.
Según las valoraciones médicas y psicosociales, tanto Margarita como David presentan un cuadro de estrés postraumático por lo sucedido, la ruptura de su proyecto de vida compartido con sus siete hijos menores que tras los hechos se encuentran en situación de desamparo, derivándose así consecuencias negativas para todos los miembros y provocando un desarraigo familiar, que coloca en gran vulnerabilidad a los menores.
Para el Frayba, el gobierno de Chiapas mantiene una práctica generalizada y sistémica de Actos de Tortura, Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes y las Privaciones Arbitrarias de la Libertad en contra de personas de manera indiscriminada; perpetradas principalmente por funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) como método de investigación privilegiado. En este sentido Juan E. Méndez, Relator de las Naciones Unidas sobre la Tortura, llama la atención al gobierno mexicano sobre los numerosos casos donde personas sin aparente vinculación con las conductas delictivas investigadas reportan haber sido detenidas, forzadas a firmar declaraciones bajo Tortura y, en casos, sentenciadas con base en esas declaraciones.
La Tortura y los malos tratos durante los momentos que siguen a la detención y antes de la puesta a disposición de la justicia son generalizados en México y ocurren en un contexto de impunidad. Generalmente la finalidad es castigar o extraer confesiones o información. Hay evidencia de la participación activa de las fuerzas policiales y ministeriales de casi todas las jurisdicciones y de las fuerzas armadas, pero también de la tolerancia, indiferencia o complicidad por parte de algunos médicos, defensores públicos, fiscales y jueces. (1)
Por tanto este Centro de Derechos Humanos, exige a las instancias de procuración y administración de justicia que se inicie una investigación completa, eficiente y eficaz por la Tortura, Penas o Tratos, Crueles, Inhumanos y Degradantes, así como la Privación Arbitraria de la Libertad, poniendo en inmediata libertad a Margarita y David por la violaciones al debido proceso legal y las graves violaciones a los derechos humanos cometidos en su contra, los cuales están ocasionando daños de difícil e imposible reparación.
1[1] ONU. Informe del Relator sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Juan E. Méndez. 29 de diciembre de 2014. Misión México.
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