No se arrepiente inmolado en Tuxtla, seguirá en la lucha social, dice
Siete meses después, el joven que se inmoló en Tuxtla para exigir así la libertad de su tío, un líder indígena preso del Frente Popular Ricardo Flores Magón, regresó a Chiapas con el 80 por ciento de su cuerpo quemado y ratificó que no se arrepiente por lo que hizo y que aún así seguirá en la lucha social de su organización.
Agustín Gómez Pérez, el joven indígena de 22 años, se roció gasolina el pasado 5 de diciembre pasado frente a las puertas del Congreso del Estado y pidió a uno de sus compañeros que le prendiera fuego, para exigir así la libertad de su tío Florentino Gómez, líder del Frente Popular Ricardo Flores Magón (FPRFM) de Ixtapa, quien estaba preso en el penal de El Amate desde el primero de mayo.
Acompañado de sus padres Hermisendo Gómez Girón y Esther Pérez Gómez, así como de su tío Florentino Gómez Girón, ya libre, Gómez Pérez llegó apoyado cubierto con una máscara especial para cubrir sus quemaduras en el rostro, con gorra y con guantes que cubrían también las quemaduras en sus manos.
Sólo las orejas y sus ojos reflejaban apenas el daño que le ocasionaron las llamas que dañaron el 80 por ciento de su cuerpo.
El joven inmolado, lejos de arrepentirse de lo sucedido, dijo que seguirá en la lucha, y que el acto que cometió aquel 5 de diciembre fue la medida extrema que les hizo cometer el gobierno al no escuchar el reclamo de sus compañeros y familiares que exigían la libertad de su tío preso injustamente.
Gómez Pérez, quien permaneció siete meses internado en el Instituto Nacional de Rehabilitación de la Ciudad de México llegó ayer en un vuelo por la noche, este miércoles ofreció una conferencia de prensa y una caravana de maestros indígenas y campesinos los acompañó hasta Chigtón, en el municipio de Ixtapa, a una hora y media de Tuxtla rumbo a la zona Altos de Chiapas.
“El 5 de diciembre tomé la decisión muy difícil de mi vida, al inmolarme para que el mal gobierno de de Chiapas que encabeza Manuel Velasco Coello nos escuchara, y nos viera nuestro reclamo de justicia y de libertad de mi tío Florentino que injustamente estaba preso con delitos fabricados desde el estado”, dijo Gómez Pérez.
Asumió la responsabilidad de la osadía cometida y exculpó a todos los que le ayudaron a cometer ese acto de inmolación.
Dijo que previo a eso sus familiares y compañeros habían hecho huelga de hambre, crucifixión, se suturaron los labios, se sacaron sangre y el gobierno no les hacía caso a su demanda. “Sólo así nos voltearon a ver y atendieron nuestro reclamo”, dijo Gómez Pérez.
Expuso que aunque ahora ya no puede exponerse al solo como antes lo hacía, seguirá en la lucha social de su organización y agradeció a todas las personas y organizaciones que expresaron su solidaridad con su familia y sus compañeros de la organización.
Ratificó el apoyo de su organización hacia los movimientos sociales, campesinos y estudiantiles de Chiapas y del país. “Estamos con los compas de Ayotzinapa, estamos con los normnalistas, con los maestros en lucha, con los campesinos que exigen sus derechos, con los hermanos indígenas que lucha en cada rincón de Chiapas y de este país”, dijo Gómez Pérez.
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