Educadores comunitarios del PECI piden regularización y salarios justos

Educadores Comunitarios del PECI atienden a niños y niñas de zonas indígenas de muy alta marginación. Foto: Chiapas PARALELO

Más de mil jóvenes indígenas adscritos al Programa Educativo Comunitario Indígena (PECI) de la Secretaría de Educación (SE), creado tras el alzamiento armado zapatista en 1994, pidieron hoy al gobernador del estado, Manuel Velasco Coello su intervención para regularizar ese proyecto que atiende a más de 20 mil niños y niñas de 71 municipios con alta y muy alta marginación y pobreza.

Al cumplirse hoy ocho días que mantienen en plantón en la Dirección de Fortalecimiento Educativo de la Subsecretaría de Educación Estatal, los más de mil jóvenes advirtieron hoy que no se retirarán hasta que obtengan una respuestas, porque hace dos años firmaron una minuta de acuerdo pero el gobierno nunca cumplió las demandas expuestas en dicho documento.

Raul Antonio Castillejos Vázquez de Yajalón, Simón Encino Pérez de Sabanilla, Luis Fernando Méndez Sánchez de San Cristóbal de Las Casas y José Raúl Castellanos Rincón, Coordinador Regional del PECI en la zona Altos de Chiapas, dieron a conocer que hasta ahora sólo han sido engañados por el gobierno estatal por lo que no tuvieron otra opción que concentrarse todos en la capital del estado para protestar.

Señalaron que la la Secretaría de Educación ni la Secretaría de Educación han tenido hasta ahora la capacidad de resolver el problema de los más de mil jóvenes indígenas que dan clases en unas 573 comunidades de 71 municipios.

“Nos vimos obligados a marchar y establecer un paro indefinida y exigir solución a nuestra demanda. No hubo respuesta inmediata sin embargo en un segundo momento se estableció una mesa de trabajo. La SE no nos ha dado respuesta. Exigimos al gobernador Velasco Coello que intervenga para que se nos escuche”, dijo José Raúl Castellanos Rincón.

Lo que demandan, dijeron, es la regularización del PECI e integración al sistema a educativo estatal. Recordaron que el PECI nació en 1994 tras él alzamiento armado zapatista para dar respuesta a una demanda de educación en las comunidades rurales marginadas alta y muy alta, principalmente población indígena.

“Los jóvenes maestros llegan a dar clases a las comunidades indígenas tan alejadas que ni los maestros del sistema educativo estatal formal llegan”, dijo uno de los becarios, Luis Fernando Méndez Sánchez.

Méndez Sánchez dijo que atienden a unos 20 mil niños en 71 municipios del estado, 22 de ellos con bajo Índice de Desarrollo Humano (IDH). Los 1,097 jóvenes educadores comunitarios indígenas y los 68 más del personal administrativo, se despliegan en unas 573 localidades, para dar clases en una 725 escuelas con infraestructura precaria.

“Adoptamos una actitud con respeto y responsabilidad. Por mas que pedimos apoyo sólo hemos encontrado oído sordos. Es triste que nos pinten en la televisión un Chiapas muy distinto al que vivimos día a día. Los becarios no tienen salario ni prestación social. Aun cuando arriesgan su vida, reciben una beca que va de 853 pesos mensuales a 2390 pesos”, dijo Simón Encino Pérez.

Recordó que son jóvenes que han hecho un esfuerzo por prepararse, para estudiar y para comer eso no les alcanza. Estudian y dan clases. Muchos de ellos son estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)

Señalaron que la regularización del proyecto a través de la SE beneficiará a todos los becarios y personal operativo en las 8 regiones en 71 municipios donde los maestros atienden hasta 35 y 40 niños.

Sobre el plantón y bloqueo de una avenida en la capital del estado, dijeron: “Ganan una miseria es penoso. Tenemos que hacer esto para que nos volteen a ver. Firmamos una minuta y nos tomaron el pelo estos dos años. ¿Qué más quieren que hagamos para que nos escuchen?. Lastimoso porque lacera la economía de los compañeros

Señalaron que los niños que atienden llegan descalzos, sin comer, con alto grado de desnutrición, la ropa la traen mas de un día. Muchos niños tienen que caminar mucho al igual que los maestros que caminan hasta tres horas para dar clases y para ganarse esa beca que les permita seguir estudiando.