Mujeres y hombres de la cooperativa “Café, sorbo y aroma”, 20 años seleccionando el mejor café
Éramos empleados de cooperativas de café, “ahí aprendimos a seleccionar los granos, a conocer el proceso productivo, una vez que quedamos desempleados ya no pudimos tener acuerdos con los anteriores patrones y nos salimos en grupo, pero desde ahí aprendimos a procesar el café y abrimos nuestro grupo”, cuenta Iladelfo Álvarez Gómez, cooperativista originario de Huitiupán.
Así, con la voluntad de 15 personas, nació “Café, sorbo y aroma”. Son de Huitiupán, Tila, Ocosingo y San Cristóbal de las Casas.
Su filosofía -luego de ver la vulnerabilidad que conlleva el ser empleados, es ser autogestivos, lograr sus independencia. “Es importante conjuntar esfuerzos y no esperar ayuda; la mayoría de las familias tratamos de sobresalir como sea, unos más organizados o de la forma que sea, para enfrentar la situación económica. No podemos esperanzarnos de que el gobierno va a solucionar nuestros problemas económicos”, explicaron.
A veinte años de haber iniciado este proceso, las y los cooperativistas ahora producen y comercializan café y derivados en la región Altos.
El plus que tienen, es que sus productos son orgánicos. Para su producción no utilizan agroquímicos, fertilizantes ni colorantes o saborizantes artificiales.
“Hemos variado nuestro proceso productivo, ahora el café nos aporta el 50% de nuestro ingresos y le hemos buscado, estamos procesando varios productos derivados del café, como licor de café, granitos de café cubiertos de chocolate, trabajamos también el cacao para hacer un buen chocolate y derivados como el licor de cacao, entre otros”, explicaron.
El café que ofrecen proviene de los municipios de Tila, Tumbalá, Yajalón, Sitalá, y parte de Huitiupán, así como Chenalhó, Pantelhó, Cancuc, Tenejapa. “El café lo conseguimos en pergamino, luego lo trillamos, lo tostamos y hacemos las mezclas para la comercialización.
“La variedad arábiga es la que trabajamos, es la mejor, aunque ahora quiere desaparecer por las plagas y están metiendo otros cultivos, eso ha disminuido en un 50% su producción, ha sido una baja terrible, pero es la mejor variedad”.
Su mercado es principalmente en el estado y otras ciudades de México, donde tienen que competir en un mercado tan peleado y acaparado por las grandes empresas.
“Se necesita inversión, mucha publicidad, para convencer al público de consumir productos orgánicos y locales, naturales, porque la competencia es con los grandes mercados que hacen el Nescafé, el Dolca, ya que ellos se anuncian en la televisión y nosotros de boca en boca”.
Reconocen que “hace mucha falta llegar a más gente, convencerlos de que consuman productos chiapanecos y naturales y tiene que ver con qué tanta capacidad tenemos para difundir, invertir en publicidad, hablar con las instituciones que se dedican a difundir porque no podemos acceder a las grande cadenas. Ahí es difícil, principalmente por los trámites, burocracia, código de barras y si un pequeño productor no tiene el código ni registrada la marca, no puede comercializar su producto”.
Actualmente reciben apoyo de K’anal Na, Casa Naranja, asesora comercial ubicada en María Adelina Flores No. 5, desde donde se impulsa a los pequeños productores que han sido marginados por el gobierno.
¡Hola! Por motivos de un proyecto escolar intento ponerme en contacto con el autor de este articulo pero hasta ahora no lo he logrado. ¿Existe forma en que pueda contactarme con el?
En Monterrey disfrutamos de su excelente producto, muy recomendable, felicidades.
Es increíble que por no cubrir requisitos burocráticos muchos consumidores de buen café no podamos comprar el delicioso café Chiapaneco.
Felicidades a chiapasparalelo por hacer su tarea de informarnos de las problemáticas de los pequeños productores.
Cuentan con alguna publicación pasada sobre» comercio justo» de café en los municipios autónomos, se agradece la información.
Blanca UNAM