Hondureña víctima de cáncer de seno, continúa en prisión sin recibir atención médica

Penal de San Cristóbal de las Casas. Foto: Red de Medios Libres

Rocío Yamilet Rico Díaz, de 42 años de edad, permanece en el penal de San Cristóbal de las Casas desde hace 20 meses, fecha en el que empezó a sentir dolor en los senos. En su familia varias mujeres han padecido cáncer en esta zona. Sin embargo, asegura que por ser hondureña, se le ha negado el servicio médico.

La mujer llegó a Chiapas hace diez años. Imposibilitada para llegar a Estados Unidos, se instaló en el municipio de Palenque, donde el único trabajo al que puso tener acceso, dado su origen y lo estigmas sociales, fue en las cantinas.

Con el tiempo Rocío Yamilet logró instalar su propio negocio, al que llamó “El Rincón Catracho”. Ella reconoce que a este lugar empezaron a llegar paisanos suyos, dedicados a la extorsión de migrantes.

Sabía lo que hacían –explica- pero si los echaba o denunciaba, su vida y la de sus cuatro hijos estaba en riesgo de muerte. Guardó silencio ante el temor de correr la suerte que corrían las víctimas de estos jóvenes que aterrorizaban migrantes.

Cuando dos mujeres hondureñas se opusieron y fueron asesinadas junto a las vías del tren – Iris Suleida Raudales Flores y Cynthia Carolina Cruz Bonilla-, la policía inicio una redada. Rocío Yamilet fue detenida en esos operativos.

Acusada de extorsión, la justicia mexicana a ella sólo le adjudicaron este último delito por lo que está sentenciada a poco más de cinco años de cárcel.

Hoy en prisión, dice que sufre discriminación por ser hondureña, y por ello, a pesar de que los quistes en sus senos crecen, no ha sido atendida para realizarle un diagnóstico.

Desde el penal, Rocío Yamilet pidió a las autoridades penitenciarias y al gobierno estatal que sea atendida cuanto antes. Pide que se le suministre el gel para los senos, que se le haga una mastografía y un ultrasonido.