En 2014 se mantuvo la costumbre de «vender» mujeres indígenas
El juez de paz y reconciliación indígena de San Juan Chamulá, Ricardo López Hernández, señaló que una niña indígena tsotsil del municipio vecino de Mitontic, esto en los Altos de Chiapas, nunca estuvo detenida, pero que sí le están cobrando a la madre 20 mil, de los 24 mil 700 pesos que la familia del “esposo” le dio cuando vendió a la niña.
El juez de este pueblo tsotsil desmintió que haya estado detenida en marzo de 2014 la joven Roxana “N” de 14 años de edad y que él haya tomado parte del caso. Lo que sí dijo, es que quienes tomaron el caso en sus manos fueron las autoridades tradicionales indígenas a petición del joven que pidió la devolución de su dinero, pues, nunca se concretó una relación formal con la menor de edad.
Ricardo López Hernández dijo que tras conocer el caso se percataron que hubo el delito de la trata de personas en ese caso, por lo que las autoridades tradicionales empezaron a indagar. Y que la que sí estuvo detenida por varias horas fue la madre de la niña.
Señalaron que después de tres meses de vivir en concubinato el hombre originario de Chamula, la joven de Mitontic regresó a su casa. Por lo que su expareja empezó a cobrar el dinero que había pagado por ella.
Originalmente pagó 24 mil 700 pesos, sin embargo, ella fue emplazada a devolver 20 mil pesos en un plazo de 15 días.
Condenan ong´s la venta de niñas en los Altos de Chiapas
El organismo no gubernamental, Melel Xojobal y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), consideraron grave que este tipo de hechos que violentan los derechos de las niñas y las adolescentes sigan ocurriendo en Chiapas, particularmente en la Región Altos.
Señalaron que actos de autoridad como éste, no sólo vulneran la libertad de decisión de las niñas y las adolescentes, sino también perpetúan las condiciones de opresión por su condición de género y edad, y la violación de derechos que generalmente se originan en las uniones tempranas, como pueden ser afectaciones en el sano desarrollo psico-sexual, rupturas en sus entornos sociales, continuación de los círculos de violencia y la violación de sus derechos sexuales y reproductivos.
Exigieron que se realice una revisión del caso y se otorgue una enmienda sobre el mismo, la cual debe ser representativa y justa para que las comunidades también puedan avanzar hacia el reconocimiento de los derechos de las mujeres, las niñas y las adolescentes que ahí viven y superar los estereotipos machistas que continúan vigentes.
Al respecto señalaron que los usos y costumbres de las comunidades en ningún momento pueden pasar por encima de los derechos humanos de las personas que las integran, mucho menos por encima del Interés superior de niñas y niños.
En Chamula la costumbre es pagar 20 o 25 mil pesos por las mujeres
Lucía López Díaz, una mujer indígena tsotsil de Chamula dijo que la costumbre en ese lugar es que si un muchacho le gusta una muchacha habla con los papás de ella, si ellos aceptan y les conviene piden una cantidad que va de 20 a 25 mil pesos.
Dice que si no se llega a consumar el matrimonio o la relación marital, la familia de la mujer debe devolver lo que pagó el hombre. Las mujeres pueden ser “apartadas” o compradas desde los 12 y los 13 años.Además de dinero el novio paga por la joven mujer garrafones de “poch” (una bebida tradicional alcohólica).
Señaló que a las mujeres pocas veces o casi nunca se le toma en cuenta en estas decisiones. Son sus padres y el hombre, quien está pagando, los que deciden todo.
Indica Lucía López Díaz que bajo estas condiciones se dan mucho el maltrato físico del hombre hacia las mujeres, pues la considera de su propiedad y no como su pareja. Dijo que en esta zona las mujeres son madres a los 14 y a los 15 años de edad.
Denunció que la infidelidad en las mujeres es severamente castigada, pero que al hombre le es permitido tener las mujeres que pueda mantener. Las autoridades tradicionales y hasta el juez, dice Lucía López Díaz, siempre apoyan a los hombres, nunca a las mujeres.
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