Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados niega ayuda a hondureño

Hondureño pide refugio en México pero a la fecha la respuesta ha sido nula, mientras tanto su vida corre peligro. Foto: Cesar Rodríguez

Un ciudadano de Honduras que llegó a Tapachula desde hace varios días  a buscar asilo político enfrenta actualmente el desinterés de las instancias encargadas como el la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), quienes ha negado ayuda.

El hondureño José Alfredo Martínez Salgado quien ha sufrido atentados  en reiteradas ocasiones abandonó su país para poner a salvo su vida sin embargo en la búsqueda de ayuda en México, esta ha sido negada.

Consternado porque familiares directos frecuentemente fueron asesinados y uno más se encuentra desaparecido, dijo que el ingreso a Tapachula por la frontera sur para pedir ayuda, sin embargo su condición actual hace que lo confundan como migrante que busca el sueño americano.

Con marcas de heridas de bala en el cuerpo el hondureño se limito por temor a explicar las razones por las que el gobierno de ese país y la pandilla criminal mara salvatrucha lo buscan para asesinar.

“El problema es que el alto comisionado de las naciones unidas supuestamente tienen que saber quién es refugiado e inmigrante, cuando uno llega como inmigrante llega uno a COMAR para que brinden un documento para transitar libremente, pero ahora ACNUR tiene que hacer la diferencia puesto que un refugiado debe recibir ayuda es lo que pido pero me están tirando a la calle”, aseveró.

Agregó, que quizá su único delito fue haber trabajado 6 años en el ejercito de su país, donde a pesar de haber renunciado sigue vigente en unidades especiales utilizadas para asesinar a otras personas y cuando el crimen organizado o bandas como la mara investigan quienes forman parte de estas células inician su búsqueda para matarlos.

Por ello, hizo un llamado a las autoridades como la COMAR y ACNUR para que revisen este importante caso y permitan la oportunidad de proporcionar un lugar digno para vivir, un trabajo pero sobre todo poner a salvo su integridad física que sigue corriendo grave peligro.