Walmart, Sam´s Club, Starbucks, Chedraui, Telcel, Oxxo… las Babeles del consumo en Tuxtla
Nos dijeron que Babel fue derrumbada entre clamores a ídolos paganos y lenguas confundidas.
Que de aquella torre colosal y magnífica, de donde se pretendió tomar el cielo por asalto, quedó nada más el viento de la destrucción con su reguero de imágenes cósmicas.
Cuando niños se nos contó de la seducción inagotable y los resplandores ensoñadores de aquella construcción de ida, vuelta y permanencia, asentada, quizá, en la antigua Mesopotamia.
Babel quedó sepultada bajo la maldición y el deslizamiento de los milenios, se nos relató también.
Hoy, sin embargo, en Chiapas son tantas las torres de Babel transfiguradas, que confunden, aturden y al final hunden, como emisarios, encantadores y esclavizadores que son de la globalidad.
Los atractivos anuncios de la Babel actual nada tienen que ver con las hogueras ni las escalinatas de roca para subir al cielo de su desafiante antecesora.
La Babel comercial de Chiapas se ofrece con sus modernos edificios de anuncios luminosos. Lanza sus ofertas, sus líneas de bienestar y sus garantías de una vida familiar plena y dichosa.
En la comodísima Torre se venera el dinero y el consumismo, sus dos principales dioses que nunca se separan y exigen igual veneración del público que compra y se endeuda al extremo existencial de la desesperación, la locura y el suicidio.
Una de las promociones de La Babel recuerda la inscripción que dejo El Florentino: ustedes los que entran aquí pierdan toda esperanza de salir.
Las marcas de los productos están en el cielo, en el ciberespacio donde transita el mercado mundial, pero Babel está entre nosotros con sus incontables razones sociales Walmart, Sam´s Club, Starbucks, Chedraui, Telcel, Oxxo.
Desde su auge, recién iniciado el año 2000, con el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía estos consorcios nacionales y empresas mundiales aplastaron y exterminaron a las empresas tradicionales y comercios familiares, cuyos propietarios quebraron, se subemplearon o partieron de migrantes para sobrevivir a su tragedia económica.
Los acuerdos y complicidades con gobernadores y presidentes municipales en turno permitieron que estas gigantescas tiendas se instalaran y mantengan su expansión en diferentes regiones Chiapas.
Con el poder de sus crecientes capitales financieros, las modernas Torres de Babel ocupan áreas privilegiadas incumpliendo reglamentos empresariales, ambientales, históricos, arquitectónicos y de convivencia social.
Cada vez que construyen e inauguran una nueva tienda, como ocurre durante todo el año con Oxxo, estos consorcios se alzan una y otra vez en agravio contra un estado pobre y marginado, con sus problemas de desnutrición, analfabetismo y migración por desempleo.
Estos trogloditas económicos no poseen el menor sentido de responsabilidad social. Nacieron del capital y vienen por él pisoteando dignidades, presentes y futuros, como buenos oligarcas que son, no al servicio sino por encima de los gobiernos.
Consorcios y multinacionales que no contribuyen fiscalmente de manera equitativa, ni ofrecen fuentes laborales para el desarrollo profesional, menos aún que aporten comunitariamente. Muy contrario se quedan con pesos y centavos del consumidor a quien convencen con campañas de redondeo.
Las Babeles del consumo son algunos de los rostros más seductores y promovidos de las desgracias de Chiapas, porque crean espejismos de dichas que sólo es capaz de adquirir el dinero una vez que el público o usuario ha caído en el consumismo, a veces tan devastador como las drogas o el alcoholismo.
Estos colosos de dinero, como La Torre de Babel, que permanece en el mito, la historia o el universo de la fe, como quiera que se le vea, son y serán las obras públicas más visibles que recuerdan a los ex gobernadores Pablo Salazar Mendiguchía, Juan Sabines Guerrero, Manuel Velasco Coello, y los que cíclicamente vendrán.
BUENAS TARDES!!
SOLICITO COTIZACION PARA LETREROS NEON LUMINOSOS EN 3D.
LA LEYENDA ES 8W DE APROXIMADAMENTE 1 DE LARGO POR 70 DE ANCHO Y 10 DE PROFUNDIDAD APROXIMADAMENTE Y UNO DE PARED.