La vida se les cae a pedazos
Las hermanas Manuela y Cristina López Méndez lavan, cocinan, trabajan. Durante más de 30 años han tenido que ir adaptando su vida, a la par de ir perdiendo las extremidades a pedazos, como si se tratara de piezas de cristal que se van rompiendo a consecuencia de una enfermedad que no ha logrado ser identificada.
La expectativa de estas dos mujeres de origen indígena, habitantes del municipio de Ocosingo, Chiapas, es incierta. Mientras mantienen la esperanza de que en algún momento esta afección se detenga, las hermanas han visitado varios hospitales de la entidad y de la ciudad de México.
Esta enfermedad ha afectado a tres generaciones de la familia López Méndez.
Esta desprotegida, y sin atención de ninguna autoridad.Cristina tiene tres hijos, es madre soltera. Sobrevive con la venta de pozol, hizo un llamado al gobierno estatal para que puedan ser atendidos y apoyados económicamente para poder salir adelante.
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