Denuncian abuso del poder y violación de derechos humanos a médico-investigadora en San Cristóbal de Las Casas
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, AC (Frayba) denunció hoy las violaciones a derechos humanos ocurridas en contra de la octogenaria investigadora del Instituto Mexicano de Oftalmología, Carmen Portillo, quien fue objeto de agresiones y desalojo en sus instalaciones ubicadas en un predio que les fue donado por Carmen Velasco Weber, tía-abuela del gobernador actual, Manuel Velasco Coello.
El Frayba denunció hoy que el pasado 27 de agosto, policías municipales ingresaron de forma violenta al Instituto Mexicano de Oftalmología Tropical, AC., donde cometieron “actos de uso excesivo de la fuerza pública, tratos crueles inhumanos y/o degradantes, así como acciones de hostigamiento e intimidación judicial.
Además de los elementos de la Policía Municipal de San Cristóbal de Las Casas, participaron otros servidores públicos municipales en apoyo logístico a funcionarios del Juzgado Primero Civil de esta ciudad, por una orden de desalojo del Juez Guillermo Ramos, por exhorto de un Juez del Distrito Federal, quien después de haber llevado a cabo un Juicio otorgó los terrenos a favor del Instituto de Investigación y Desarrollo de los Pueblos Indígenas AC, otra asociación civil que reclama el predio como suyo.
Carmen Portillo, investigadora del Instituto Mexicano de Oftalmología, la agraviada que denunció hoy en el Frayba el hostigamiento dijo que esto inició el pasado 19 de agosto cuando Hernán Pedrero la llevó con engaños ante el Juez diciendo que él quería conocerla. Ahí fue donde le indicó que iban a desalojarla del predio y las instalaciones.
“Y que iban a venir personas de Tuxtla para que yo me enterara de qué se trataba con mayor amplitud. Pasaron 8 días y no tuve ninguna noticia ni ningún aviso. El 27 de agosto como a las 10:00 am, entraron con engaños por la puerta principal. La hija de Domingo el cuidador, me dijo que ahí estaba Hernán con mucha policía dentro del Instituto, me dio tiempo de avisar a 3 personas por teléfono pero cuando vi ya estaban en la puerta de la casa habitación”, indicó.
Señaló que al frente de este grupo venía el de Asuntos Indígenas y el Actuario para llevar a cabo el desalojo. Cuando se dieron cuenta de que estaba llamando por teléfono entraron a la casa con mucha violencia a sacar a una de sus amigas que estaba ahí, y como la querían sacar al poner resistencia la lastimaron y llevaron en una carretilla a la calle; además con otra de sus amigas con quien intentó frenar la agresión fueron agredidas, resultado de ello ahora tienen hematomas y dolores en el cuerpo.
“Hace como 2 meses a través del cuidador Domingo nos enteramos que Hernán Pedrero entró con otro paciente, y mientras yo lo atendía él estuvo midiendo partes del terreno. Lo cual no es casual ya que el día de las agresiones el personal que venía perforó el jardín para colocar una malla de alambre y hacer una nueva puerta cuyas medidas eran perfectas”, narró.
Indicó que en el Instituto violaron las chapas, aparatos de oftalmología y de laboratorio; lo que más le angustiaba de todo eran las historias clínicas de los pacientes, archivos fotográficos y archivos de los trabajos científicos.
Y que algo que le preocupa ahora es que recibió información de que amenazan con entrar esta semana para continuar con el saqueo del resto de los aparatos, historias clínicas y dos automóviles a su nombre que quedaron del otro lado del enmallado.
“Hemos recibido diferentes llamadas para solicitar consultas médicas y nos hemos dado cuenta de que nuestros teléfonos están intervenidos y no solamente los del Instituto, también los de personas cercanas a mí. Todo resulta agravante, desilusionante, y me genera mayor angustia el saber de parte un amigo cercano que su hija fue agredida como consecuencia de su apoyo”, denunció la anciana.
La anciana recordó que hace 11 falleció su esposo, el médico Javier Torroella, descubridor del tracoma en Chiapas, una enfermedad endémica de una región de Chiapas que deja ciegos a los indígenas, pero que ella no ha dejado de atender a las diferentes personas de escasos recursos que llegan a buscarla.
Hoy el Frayba dijo en una misiva oficial que en la injerencia arbitraria participaron civiles que no se identificaron ni justificaron su presencia en el lugar.
En los terrenos del Instituto se encontraba el cuidador Domingo Gómez Sántiz, indígena tsotsil, de aproximadamente 90 años de edad y quien desde hace 48 años da servicio de mantenimiento al lugar. Gómez Santíz fue sometido y obligado a abrir el acceso a la propiedad.
Los policías y funcionarios judiciales ingresaron por la fuerza al domicilio de la investigadora Carmen Portillo Cruz y González, (Carmen Portillo) encargada del Instituto quien tiene 82 años de edad.
Carmen Portillo recibió empujones y malos tratos de los funcionarios públicos. En el interior se encontraba otra persona, una mujer que fue aventada a la pared y sacada violentamente del lugar por los Policías Municipales, causándole algunas lesiones (hematomas) en brazos y otras partes del cuerpo.
Mientras esto sucedía al interior de la vivienda de la investigadora, albañiles realizaban trabajos para cercar la casa, además de abrir un acceso a la misma, para aislarla del resto del Instituto. Los muebles de oficina, instrumentos de laboratorio, equipo de oftalmología y otras herramientas de trabajo en oftalmología fueron subidos a un camión de volteo sin cuidado ni inventario alguno. Entre el material se ubicaban expedientes, fotografías y archivo histórico sobre investigaciones invaluables realizadas en Chiapas sobre el tracoma
Dijo el Frayba que el 28 de agosto, se presentó al domicilio de la Investigadora Juan
Óscar Trinidad Palacios, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por tratarse de un “asunto relevante”, aunque expresó que lo sucedido era una orden judicial y que ante eso la Comisión no podía hacer nada.
El presidente de la CEDH sugirió a Carmen Portillo que no realizara ningún tipo de acción mediática y se abstuviera de hacer uso de los medios de comunicación.
Para este Centro de Derechos Humanos, independientemente de la acción judicial, hay uso excesivo de la fuerza pública, así como Tratos Crueles Inhumanos y/o Degradantes por elementos de la Policía Municipal de San Cristóbal de Las Casas, así como otros funcionarios municipales y judiciales que participaron en la injerencia arbitraria del domicilio del Instituto Mexicano de Oftalmología Tropical, AC., violando derechos humanos de quienes estaban en el lugar, entre ellas mujeres y dos personas de la tercera edad.
“Es de recalcar que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley deben de respetar los derechos de las personas para llevar a cabo este tipo de procedimientos judiciales”, dijo el organismo defensor de los derechos humanos.
Expresó el Frayba que resulta inadmisible que el poder judicial use todo el peso de su fuerza, para intentar un desalojo dañando a quienes han dedicado toda una vida y todos sus recursos humanos, intelectuales y físicos, a descubrimientos relevantes en el campo de la salud visual con los pocos medios que tienen a su alcance y tengan como respuesta gubernamental un trato de esta naturaleza.
Exigió por ello el respeto al derecho de acceso a la justicia, a recursos efectivos, a que los jueces actúen de manera imparcial e independiente y que en el presente caso se respeten las garantías judiciales de Carmen Portillo y del Instituto Mexicano de Oftalmología Tropical, AC. Así como también, consideró “imprescindible se garantice su derecho a la protección frente al abuso de poder”.
Recordó que el terreno de aproximadamente 3 hectáreas en donde se encuentra el Instituto Mexicano de Oftalmología Tropical AC, fue donado desde 1967 por el profesor José Weber a través de su esposa Carmen Velasco de Weber, al médico Javier Torroella Bueno, para la construcción de un centro de investigación en oftalmología.
Torroella, junto con su esposa la doctora e investigadora Carmen Portillo fueron los descubridores del tracoma en Chiapas y se han dedicado durante décadas al tratamiento para el combate de dicha enfermedad. Siendo de suma importancia para los pueblos indígenas de la zona Altos de Chiapas, dichas contribuciones científicas al campo de la medicina y particularmente de la salud visual.
Desde 1967, el Instituto Mexicano de Oftalmología Tropical AC, ha ocupado dichas instalaciones de manera pública, pacífica y continua, al contar con el respectivo documento de donación.
Mi apoyo para la Dra. Carmen Portillo, ahi estaremos y no somos uno, somos todoss