Cuatro meseses después, liberan a Montoya Oseguera, asesor de la Comunidad Lacandona

Liberan a Montoya Oseguera

En completo sigilo, el maestro asesor de los indígenas comuneros de la Selva Lacandona, Fernando Gabriel Montoya Oseguera, que en un principìo fue acusado del presunto secuestro de la científica y ambientalista, Julia Carabias Lilo, fue liberado el sábado 14 de septiembre tras el desistimiento de la acción penal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

Puesto a disposición del Juez primero penal de “El Amate” por la PGJE, Montoya Oseguera fue detenido el 21 de mayo pasado como probable responsable del delito de Atentados Contra la Paz y la Integridad Corporal y Patrimonial de la Colectividad y del Estado, por la toma durante tres meses de la presidencia municipal de Altamirano hace 13 años.

Por cuatro meses, hombres y mujeres d ela Selva Lacandona reclamaron la libertad de Montoya Oseguera.

En realidad, le reactivaron la añeja averiguación previa 44/18/2001, luego de ser señalado por Carabias Lilo como el presunto autor intelectual y material de su secuestro por dos días en plena Selva Lacandona, cuando salía de su centro de investigación ubicado cerca del Río Lacantum a principios de mayo pasado.

Tan pronto como fue detenido, indígenas lacandones, choles y tseltales que conforman los Bienes Comunales de la Selva Lacandona, iniciaron una campaña de movilizaciones, bloqueos de carretera y volanteo para exigir al gobierno estatal que fuera liberado el maestro asesor de los comuneros.

El proceso incluso se complicó cuando unos 20 comuneros fueron detenidos en el marco de una mesa de negociación en Tuxtla, donde dijeron fueron “traicionados” y llevados todos al penal de El Amate, sin embargo tras una movilización de organismos locales y nacionales de derechos humanos quedaron todos en libertad.

Tras varias mesas de negociación en la que incluso intervino Jaime Martínez Veloz, comisionado para el diálogo con los pueblos indígenas de la Secretaría de Gobernación, por fin el viernes 13 fue llevado por el propio gobernador Manuel Velasco Coello a la comunidad Nueva Palestina, para ser entregado con las autoridades de los Bienes Comunales de la Selva Lacandona.

De forma extraoficial se supo que Montoya Oseguera fue liberado con la condición de que no dijeran ni se publicara nada en los medios y que se fuera de Chiapas en un plazo de cinco días, situaciòn que fue aceptada por los comuneros.

El abogado de Montoya Oseguera, el activista y defensor de derechos humanos, Miguel Ángel de los Santos Cruz había señalado días antes de su liberación que la captura de su defendido “obedeció a cumplir con un favor pedido por Julia Carabias y demás, a fin de impedir que Montoya participara en la Asamblea de comuneros para designar nuevas autoridades en las comunidades de la Selva Lacandona. Creían que encarcelándolo lograrían que en la Asamblea fueran designadas personas proclives al ambientalismo monetario, lo cual no resultó”.

Y señaló que después de cuatro meses de injusto encarcelamiento, el gobierno del Estado aceptó que la detención es injusta, que no existe razón jurídica para que Montoya se encuentre en la cárcel; sin embargo no pueden liberarlo “porque eso pondría en entredicho su compromiso ambientalista (sic) “. Y que además “TV Azteca ha dicho que si lo liberan desatarán una campaña en contra del gobierno”.

Según de los Santos Cruz, traducido en lenguaje de derechos humanos, Gabriel Montoya era un preso de conciencia, puesto que no existía razón jurídica que justificara la detención.