Con puños y tacones

  • Mil pesos semanales, es el sueldo aproximado de las trabajadoras sexuales

  • Las inyecciones de hormonas, primer paso para transformación del cuerpo

  • Trabajadoras sexuales sin permisos de salubridad

Una habitación de dos metros cuadrados, en el cuarto piso de un hotel del centro de la cuidad se ha convertido en el hogar de Estrellita, así se hace llamar una chica transexual de 18 años de edad, que llega a la capital chiapaneca para independizarse luego de que su familia la rechazara por su identidad sexual.

Desde hace año y medio, ella ha encontrado en la prostitución el oficio que le ayuda a conseguir el dinero que necesita para sostenerse sola.

Foto: Patricia Montesinos/Chiapas PARALELO.

Foto: Patricia Montesinos/Chiapas PARALELO.

En una noche pueden hacer de cuatro a cinco servicios, de las 9:30 de la noche a 3:00de la mañana, depende si hay operativo o si es quincena, el ingreso lo distribuyen entre el pago del hospedaje en el hotel, la alimentación y maquillajes, obteniendo una ganancia aproximada de mil pesos por semana.

“Lo primero bubis, nalgas, las piernas, el cuerpo y sobre todo la carita, llevo año y medio de modificar mi cuerpo, espero que en cuatro años esté lista,” dice Estrelli-ta.

El maquillaje, la ropa y los accesorios son los complementos que acompañan a su imagen, junto con los efectos que las inyecciones de hormonas le hacen a su cuerpo.

Con un vestido negro de escote al frente , que hace lucir el busto que le han provocado las hormonas que se inyecta , las piernas descubiertas y una zapatillas de punta con un tacón de 11 cm que tiene una punta tan peligrosa como una arma blanca, así es el atuendo de esta chica trans.

Víctima de la discriminación tanto de día como de noche por su aspecto, se ha mantenido en las calles para ofrecer su servicio de trabajadora sexual sin impor-tarle los comentarios de la gente.

La negociación es simple, 250 pesos por servicio que equivale como máximo a una hora del tiempo de la trabajadora sexual, el cliente paga el hotel y los preser-vativos; Estrellita comenta que regularmente recurren a la posada San Pedro, al Hotel Bugambilia, aunque dependiendo del cliente pueden llevarlas al Niza, o a la Isla.

Foto: Patricia Montesinos.

Foto: Patricia Montesinos.

Las trabajadoras sexuales, que están en el primer cuadro de la ciudad, no cuentan con permisos por parte de la Secretaria de Salud, ni con respaldo de las autoridades, por el contrario se han aumentado los operativos contra ellas, cierran las estéticas y las trabajadoras sexuales huyen y las detenidas las llevan a la popular.

Las mordidas son para los policías que les piden que se “mochen” con dinero esto equivale a 450 pesos para no levantarlas, si se niegan a eso las llevan a la popular en donde la multa son de 800 hasta 950 pesos, sino cuentan con el dinero para pagarlo las encierran por tres días.

El riesgo constante de poner su integridad en riesgo, las obliga a usar sus finos tacones y la fuerza natural de sus puños como armas de defensa.

“Hay clientes que van tomados o que van con tres o cuatro amigos, y se han que-rido sobrepasar o se niegan a pagar que hasta hemos llegado a los golpes, una vez le quebré los cristales con mis tacones a un cliente que se portó mal y me quiso golpear”, dice Estrellita.

Aunque aseguran que en el centro de la capital chiapaneca no se manejan por medio de lenonas, sí son parte de una red de prostitución ya que de acuerdo al “fichaje” como ellas le dicen, viajan constantemente al Distrito Federal para ganar alrededor de 500 pesos por servicio o más.

Indican que los puntos en donde operan en el DF, es la zona rosa y el Punto G, en esos lugares son vigiladas por una lenona que les elige los clientes y les respalda su seguridad. En Tuxtla, se encuentran a partir de la primera poniente y segunda norte, hasta la séptima y quinta norte.

El Colectivo de Atención para la Salud Integral de la Familia A.C. (CIFAM), ha sido el encargado de proporcionarle protección a la salud de las trabajadoras sexuales transexuales, mediante información y consejerías en temas del cuidado de la salud, infecciones de transmisión sexual, negociación y uso correcto de preservativos.

El CIFAM realiza cada tres meses pruebas rápidas de VIH Sida e infecciones de transmisión sexual, a aproximadamente 25 chicas transexuales dedicadas al tra-bajo sexual, así como también les proporciona, preservativos y lubricantes.

Por gusto o por necesidad, depende de cada una de las chicas que se dedican a este oficio, para Estrellita ha representado un medio para salir adelante, tiene sueños y aspiraciones uno de ellos es estudiar y dedicarse a la gastronomía.

 

3 Responses to “Con puños y tacones”

  1. Karen orduña
    4 agosto, 2014 at 13:11 #

    Varios errores en la nota
    1.- «para inde-pendizarse luego de que su familia la rechazara por su preferencia»
    *Una cosa es la preferencia sexual y otra muy distinta la identidad sexual, ser transexual no es una preferencia es una identidad.
    2.- » ha sido el encargado de proporcionarle protección a la salud de las trabajadoras tran-sexuales»

    * deberia decir trabajadoras sexuales transexuales, no toda mujer transexual se dedica al trabajo sexual

    3.- Muy importante no den dosis ni presios de hormonas, eso es fomentar la automedicacion y es de muy alto riesgo para la salud, sobre todo con lo referente a las hormonas.

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  1. Con puños y tacones - Revolución Tres Punto Cero - 5 agosto, 2014

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