Jóvenes obreros de la construcción de San Fernando, crecieron juntos y murieron juntos

José Alfredo y Erick Gallardo López de entre 20 y 25 años, eran los dos únicos hijos varones de doña Guillermina López, ahora sólo le sobreviven sus dos hijas y su nuera Tania quien quedó viuda con un niño de año y medio y otro más en gestación. Foto: Isaín Mandujano

José Alfredo y Erick Gallardo López de entre 20 y 25 años, eran los dos únicos hijos varones de doña Guillermina López, ahora sólo le sobreviven sus dos hijas y su nuera Tania quien quedó viuda con un niño de año y medio y otro más en gestación. Foto: Isaín Mandujano

Seis jóvenes obreros de la construcción, vecinos todos del mismo Barrio de Guadalupe, no sólo crecieron juntos jugando en las calles, entre 15, 20 y hasta 30 años, también les tocó morir juntos todos en un accidente automovilístico, luego de que se dirigían a hacer pisos firmes y fogones ecológicos para la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) en las comunidades indígenas tojolabales.

Pedro Reynaldo Gómez López, de 27 años de edad, era albañil, esposo de Guadalupe de Jesús Morales Rodríguez de 21 años y padre de Diego Anderson Gómez Morales de 3 años, no pudo ser velado dentro de su casa, es muy pequeña. Su ataúd fue puesto en medio de la cancha de basquetbol del barrio.

Junto a ocho jóvenes más de su barrio, el lunes salió de su casa y fueron llevados a bordo de un camión volteo a Comitán. De ahí salieron el martes muy temprano para adentrarse a las comunidades indígenas de Las Margaritas, pero ya no llegaron a su destino, el camión iba a exceso de velocidad, el conductor perdió el control en una curva con pendiente hacia abajo y fue a dar hasta el fondo del barranco. Además de los trabajadores, el  camión iba repleto de material y herramientas para trabajar. Seis murieron en el acto, tres más resultaron gravemente heridos.

El hermano de Pedro Reynaldo, Crescencio Gómez López, señala que los nueves jóvenes fueron llevados por un ingeniero de nombre Manuel Rincón, de Tuxtla Gutiérrez y contratista de la SEDESOL, para quienes hacían pisos firmes y fogones ecológicos. Que no era la primera vez que iba, ya era la tercera ocasión, sin prestaciones sociales ni seguridad social.

Juana López Luna, madre de Pedro Reynaldo, uno de los tres hijos que tenía, dice que habló con su hijo el lunes por la tarde y nunca más volvió a escuchar su voz. Rechaza que su hijo y los otros jóvenes sean indígenas tojolabales, sin descendientes zoques que trabajaban para las comunidades de esa etnia de la región Selva y Cañadas de Chiapas.

Guillermina López está más desconsolada, de sus cuatros hijos, los dos varones fallecieron en el accidente, José Alfredo y Erick Gallardo López de entre 20 y 25 años. José Alfredo tenía con Tania de 21 años, un hijo de año y medio y uno más en gestación.

En el centro de su humilde choza de madera y lodo con techo de lámina, estaban los dos cuerpos de los jóvenes que se dedicaban a la construcción.

José Gómez Álvarez de 32 años, era albañil, también falleció en ese accidente, las camas y los pocos muebles tuvieron que ser sacados de la humilde choza para poder poner su ataúd en medio de la pequeña casa.

Fidel Gómez Álvarez dice que su hermano José, el tercero de cuatro hermanos, al ser soltero, era la esperanza de sus padres para poder subsistir a diario. Juan Anita Álvarez Bautista, madre del joven fallecido estaba en shock esta tarde.

A pocas cuadras de ahí esta el cuerpo de Juan Mendoza Villarreal de 37 años, soltero, albañil. Era también el sostén de sus padres de casi 70 años. María del Rosario, hermana del fallecido dice que por ahora están ocupados en el funeral y luego de ello empezarán a buscar que se pueda resarcir el daño sobre todo por sus padres. Que si bien el dinero no devolverá con vida a su hermano, si les hará falta dinero para poder vivir.

Pedro Alejandro López Chávez, era el más joven de todos, con apenas 16 años, era peón. Había dejado la secundaria para poder trabajar. Aunque se negó a seguir la labor de su padre quien tiene una talachera o reparadora de llantas, decidió buscar su propio destino laboral.

Ofelia Chávez López, dice que Pedro Alejandro era el menor de sus cuatro hijos, con quien más convivía. Y que su muerte le ha provocado un fuerte dolor emocional.

Los otros tres que sobrevivieron pero gravemente heridos, son Waldini Chavez Moreno, Jorge Alberto López y José Santos, de entre 20 y 25 años también. Aunque esta noche, se dijo que dos de ellos había muerto también, sin que se haya podido confirmar.

Salvo la alcaldesa de San Fernando que dio los ataúdes y financió el traslado de los cuerpos desde Las Margaritas hasta ese lugar, ninguno otro apoyo han recibido los familiares de los muertos.

La tragedia enlutó a este barrio pobre de calles pronunciadas como la pendiente aquella que sacó del camino al camión en el que viajaban. Este jueves 19, serán sepultados todos en el panteón municipal, a escasos 15 kilómetros de esta capital.

Pedro Alejandro López Chávez, era el más joven de todos, con apenas 16 años, era peón.

Pedro Alejandro López Chávez, era el más joven de todos, con apenas 16 años, era peón.

Pedro Reynaldo Gómez López, de 27 años de edad, era albañil, esposo de Guadalupe de Jesús Morales Rodríguez de 21 años y padre de Diego Anderson Gómez Morales de 3 años, no pudo ser velado dentro de su casa, es muy pequeña.

Pedro Reynaldo Gómez López, de 27 años de edad, era albañil, esposo de Guadalupe de Jesús Morales Rodríguez de 21 años y padre de Diego Anderson Gómez Morales de 3 años, no pudo ser velado dentro de su casa, es muy pequeña.

Algunos cooperan con leña para cocinar el café o la comida en la casa de los familiares de los fallecidos.

Algunos cooperan con leña para cocinar el café o la comida en la casa de los familiares de los fallecidos.

Las mujeres vecinas del Barrio Guadalupe de San Fernando ayudan a las familias que viven ahora esta tragedia.

Las mujeres vecinas del Barrio Guadalupe de San Fernando ayudan a las familias que viven ahora esta tragedia.

Por las calles del barrio sólo se respira tristeza, dolor y llanto.

Por las calles del barrio sólo se respira tristeza, dolor y llanto.

En el panteón se preparan las tumbas de los seos jóvenes obreros de la construcción que serán enterrados este jueves por la tarde.

En el panteón se preparan las tumbas de los seos jóvenes obreros de la construcción que serán enterrados este jueves por la tarde.

 

3 Responses to “Jóvenes obreros de la construcción de San Fernando, crecieron juntos y murieron juntos”

  1. jose lopez
    18 septiembre, 2014 at 13:55 #

    es lamentable que gente buena y trabajadora le pasen cosas malas, mientras que otros vivales como un tal ing. igual contratado para hacer lo mismo de nombre, julio cesar sanchez y un albañil de nombre misael se dediquen a hacer trabajos por fuera todos mal hechos y material de mala calidad, con la promesa de dar dicho apoyo a brevedad posible sin que despues de recibir el dinero vuelvan a dar la cara.. esto es en las margaritas chiapas, barrio de guadalupe y como siempre los mas pobres son los que salen perdiendo

  2. María Luisa Armendáriz
    24 junio, 2014 at 18:44 #

    Lo que no es admisible es que la SEDESOL ni ningún otro organismo de Gobierno asigne contratos de obra a quienes no presenten un informe puntual de la seguridad social que proveen a los trabajadores. Los contratos y cumplimiento de convenios están llenos de candados para garantizar la realización del trabajo, pero ninguno de los documentos solicitados garantiza la seguridad social de los trabajadores de la construcción. Si el Estado es el principal contratante de obra, es su función regular a las constructoras.

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