Será atenuante “historial de violencia” en caso de homicidio
En caso de que una mejer sufra violencia y cometa homicidio en contra de su agresor será una atenuante, es decir se considerará como una circunstancia que disminuya su responsabilidad penal, de acuerdo a las reformas aprobadas ayer por el pleno del Congreso del Estado.
Aunque el asesinato no se haya cometido en el momento de la agresión, si una mujer sufre de violencia sistemática y comete homicidio en contra de su agresor eso será considerado como una atenuante, lo que garantiza sentencias más justas para las mujeres consideró la diputada panista, Mirna Camacho.
Los legisladores aprobaron ayer el “Historial de Violencia” como atenuante del delito de homicidio por causa de una imputabilidad disminuida por emoción violenta a las fracciones II y III del artículo 171 del Código Penal para el Estado de Chiapas; se adiciona un inciso g) al artículo 133 y se reforma el inciso d) del artículo 369 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de Chiapas.
Con esto el Ministerio Público está obligado a entregar al juez la información de todos los actos de violencia que se generaron durante la convivencia familiar por motivos de género, en grado de parentela, no importando la condición civil, a efecto de atenuar las penas previstas en los delitos de lesiones y homicidio.
“Esto hará que la aplicación de la justicia sea más imparcial y menos drástica en especial para con aquellas mujeres, que en un acto de desesperación o instinto de supervivencia, lo único que buscaron fue resguardar el bien jurídico mayor: su vida, la de sus hijos y la de sus seres queridos” consideró la presidenta de la mesa directiva del Congreso del Estado, Mirna Camacho Pedrero.
En Chiapas existen casos documentados de mujeres que han tenido que pasar largas condenas en la cárcel por haber asesinado o lastimado a su agresor. Un caso muy conocido fue el de Margarita, una indígena tsotsil que fue “vendida” cuando era una niña. Tanto ella como sus hijas, y nieta sufrían violaciones sexuales y maltrato físico de quien era “esposo” de Margarita. Cuando ella lo golpeó con un palo, que le ocasionó la muerte, fue condenada a varios años de prisión. Después de que fue revisado su caso y por presión de defensoras de los derechos de las mujeres obtuvo su libertad.
Ni duda cabe que los legisladores y legisladoras siguen haciendo leyes sin asesoría y sin conocimiento: Cuando una mujer que padece violencia, sobre todo reiterada por parte de su agresor, generalmente el marido, que en Chiapas son los feminicidas en 8 de cada 10 ncasos, según las propias cifras de la PGJE se trata de un caso deLEGITIMA DEFENSA, aplicar «atenuante» solo para mujeres, es culpabilizarla de todas maneras, es un criterio discriminatorio y que puede ser rebatido por la defensa alegando «desigualdad», es decir si ella se defiende y lo mata antes que él a ella, sigue siendo culpable, ….pero un poco menos….Persiste la socorrida figura de agogados misóginos y defensores de hombres abusadores, de «estado de emoción violenta» que es un elemento de los tipos penales contradictorio a los derchos humanos y que ha recibido recomendaciones para su desaparición y modificación en las leyes locales de parte de los organismos de derechos humanos, incluso sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, así como observaciones del mecanismo de la CEDAW-ONU…Es indispensable revisar los casos de mujeres procesadas y sentenciadas por el delito de homicidio agravado por razón de parentesco y liberarlas cuando en lo común y mas frecuente se trata de casos de defensa propia o violencia institucional del estado a las mujeres derivado de sus propias carencias, que no propicia condiciones para la mayternidad pero si criminaliza el mal parto, haciendo una horrenda, machista doble moral, interpretación del delito de aborto y homicidio a mujeres pobres, indígenas que han sido sentenciadas y procesadas por «matar a sus hijos», al no saber darse solas atención, en medio del campo y a mas de 9 horas de un centro hospitalario (donde seguramente tampoco las atenderían adecuadamente) mientras tienen un parto adelantado, prematuro por condiciones de pobreza y marginación extrema (Adela, Rosa, MArgarita y otras liberadas en 2012 por gestión de COLEM y otras organizaciones feministas)