Retornan desplazados del ejido Puebla, en Chenalhó
Un grupo de 102 tsotsiles desplazados por la violencia que viven en el ejido Puebla, salieron de la comunidad de Acteal, donde se encontraban refugiados, para retornar a sus hogares.
Fueron acompañados de autoridades civiles y el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, de la diócesis de San Cristóbal de las Casas.
Las 17 familias que se habían desplazado en agosto pasado por el conflicto por la disputa del predio de la ermita católica con un grupo de evangélicos, salieron de la comunidad de Yabteclum aproximadamente a las 9 de la mañana, escoltados por organismos defensores de derechos humanos, observadores nacionales e internacionales y el Secretario General de Gobierno Eduardo Ramírez Aguilar.
Cargando sus enseres domésticos, ropa, algunos alimentos, leña y otras pertenencia, hombres, mujeres y niños, portaron imágenes religiosas como parte de una peregrinación rumbo a sus hogares.
En dos ocasiones anteriores habían intentado retornar, sin poder lograrlo. Un intento fue en enero pasado, cuando volvieron para cosechar sus sembradíos de café, pero no observaron garantías suficientes para quedarse; el segundo intento fue el 14 de marzo, pero fue incendiada una vivienda y el salón de catequesis, lo que los obligó a posponer sus planes.
Aun cuando los indígenas consideraron que se trató de “un retorno sin justicia”, el obispo Arizmendi, dijo que hay que seguir trabajando para que llegue esa justicia, “pero también para que los corazones nos dispongamos a la paz y a la reconciliación”, al tiempo que pidió “seguir apoyando a los retornados porque no todo está terminado, no sólo en lo material sino sobre todo en la seguridad, la estabilidad, la armonía y la reconciliación”.
En tanto que el secretario de gobierno afirmó que el regreso a sus propiedades de las 17 familias, es “un paso importante para la paz y la reconciliación”. Informó que se pagaran los daños ocasionados por los evangélicos a laermita católica que estaba en construcción cuando inició la disputa por el terreno que finalmente quedó en manos de los católicos, por determinación de la Secretaría de Gobernación.
Ramirez Aguilar anunció también que se entregaran herramientas de trabajo y se realizaran obras para el camino y las gestiones para que se construya una escuela secundaria.
Respecto a las garantías de seguridad que demandan los retornados, detalló que se mantendrán de manera permanente en la comunidad un agente del ministerio público y un destacamento de 50 policías estatales.
Advirtió que si hay problemas “lo que procede ya no es el diálogo si no la aplicación de la ley como se demostró en días pasados con la detención de dos personas de este ejido y vamos a seguir en esta temática: Sí al diálogo pero siempre ante el respeto de la ley.
Un desplazamiento al que hay que darle seguimiento, para que todas las personas estén seguras.