Mueren dos por presunta tortura en cárceles municipales de Acala y Tapachula el fin de semana
Amigos, familiares y pobladores del municipio de Acala, a unos 45 kilómetros de esta ciudad, velaron por más de 24 horas el cuerpo del joven Rolando Pérez Cruz de 21 años de edad, quien falleció en la cárcel de ese lugar a consecuencia de los golpes que le propinaron policías municipales que abandonaron el pueblo.
La tarde del sábado pasado, Rolando Pérez Cruz y su joven esposa, Lucía Pérez Hernández de 17 años, caminaban por las calles del pueblo rumbo a su domicilio cuando fueron interceptados por los municipales con el argumento de que el joven iba ebrio.
El joven se resistió a la captura por lo que desde el primero momento fue subido a una patrulla municipal a punta de golpes y llevado a la cárcel ubicada junto a la presidencia municipal, a donde más tarde llegó su madre para visitarlo y poderlo liberar.
Sin embargo, la señora María Candelaria de la Cruz Torres, encontró a su hijo con golpes en diferentes partes del cuerpo, por lo que se lo llevó al hospital para poder liberarlo. Los policías, sabedores de que ya el joven estaba muerto, se percataron del escándalo que su muerte provocaría, por lo que aprovecharon para cerrar todo con candados y huir de la localidad.
La población se enteró del suceso trágico y se amotinó en la presidencia municipal para exigir al alcalde al alcalde Dagoberto Román Flores justicia para la víctima, sin embargo éste tampoco estuvo el fin de semana en su demarcación municipal.
En un acto de rebeldía, los pobladores llevaron desde la mañana del domingo al joven Rolando Pérez Cruz en su ataúd, para velarlo en el pasillo principal del palacio municipal, para esperar así al alcalde y los uniformados.
Este lunes, los familiares esperan a las autoridades municipales o estatales para exigir justicia. Dicen que no dejarán la alcaldía hasta que los responsables sean castigados por el crimen.
En un primero momento, los policías dejaron dicho a los familiares del joven muerto, que éste se había quitado la vida al ahorcarse con su propia playera, sin embargo, no les creyeron esa versión, tras constatar los golpes y moretones en diferentes partes del cuerpo.
Los familiares interpusieron su queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por lo que un visitador estuvo todo el domingo en Acala recogiendo los testimonios de los testigos. De igual forma, los familiares interpusieron una denuncia penal ante la PGJE, por lo que el Ministerio Público abrió la indagatoria 23/2014.
El otro muerto en una cárcel municipal ocurrió en el municipio fronterizo de Tapachula, donde se dijo que la mañana del sábado pasado también, un sujeto que fue detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y llevado a la cárcel municipal.
Sin embargo, trascendió que éste falleció en una de las celdas por “un presunto paro cardiaco”.
Se dijo que en las primeros minutos del sábado, el ahora extinto se encontraba escandalizado en el calle 11 Poniente, entre bulevar Damiano Cajas y avenida 14 Norte de Tapachula.
El detenido se identificó con el nombre de Carlos Alberto Trujillo Ramos, de 48 años de edad, con domicilio en el fraccionamiento Texcuyuapan. Posteriormente, fue trasladado a la base de la Policía Municipal, pero a las seis de la mañana del mismo sábado fue localizado sin vida y con restos de comida en su boca.
El cuerpo del Carlos Alberto Trujillo Ramos fue llevado al Servicio Médico Forense para la autopsia. Se dijo que su cuerpo presentaba diversos moretones provocados por los golpes que le propinaron los uniformados.
Como presuntos responsables de su muerte, quedaron detenidos tres elementos municipales y dos reos que compartían celda con el fallecido.
:O volvieron a detener a los reos