Mientras tenga vida y pueda hablar, no dejaré de denunciar la impunidad: Menchú
La Premio Nobel de la Paz, la guatemnalteca Rigoberta Menchú Tum señaló hoy en Chiapas que mientras tenga vida y pueda hablar, no dejará de denunciar la el abuso del poder y la impunidad.
Al impartir la conferencia “Cultura de paz por una justicia incluyente”, la mujer indígena dio un saludo en su lengua ancestral, que no lengua materna, dijo ella, la maya quiché. Recordó que hace 36 años llegó a Chiapas huyendo de la violencia, de la guerra de su país con m,iles de refugiados guatemaltecos.
En el seno del Poder Judicial del Estado ante jueces y magistrados Menchú presentó a su hija Anita Menchú, a quien por muchas décadas dejó de ver, luego de que se separaron en los albores del conflicto armado. La encontró en una comunidad de esta entidad mexicana ya con dos hijas.
Previo a una reunión donde estuvo con jueces de paz y conciliación de diversas etnias de Chiapas, Menchú celebró el avance significativo de la justicia indígena, la existencia de estos juicios en los pueblos originarios pues dijo, no es fácil ni justo enfrentar un juicio impartido por una cultura occidental impuesta en estos 500 años.
Habló de la necesidad de adecuarse al contexto cultural, aunque el problema no es un problema cultural, sino en el proceso educativo. Es decir, un tipo de educación para impulsar a nuestros semejantes, al otro ser humano.
La activista que estuvo refugiada en San Cristóbal de Las Casas, en la Diócesis de don Samuel Ruiz García dijo que el avance de la justicia indígena no ha sido fácil en estos pueblos latinoamericanos pero que hay avances notables, destacados.
Ante los jueces de las etnias chol, tsotsil, tseltal, tojkolabal, zoque y otros pueblos indígenas de Chiapas, Menchú dijo que deben poner atención a todos los delitos, pero en especial, el feminicidio que es tipificado de lesa humanidad; se debe castigar en cualquier parte del mundo, falta documentar y fundamentar para saber aplicarlo, al igual que el tema de discriminación, racismo y de defensoría.
«No vengo a darles una receta, pero me ha funcionado el código del respeto, de gratitud y la complementariedad, conceptos que se deben aplicar en la educación para la paz», afirmó Menchú Tum.
Hay que recordar, dijo, que la humildad es hermosa en el servicio cuando estamos al frente de algún cargo, más en la impartición de justicia, es una labor extraordinaria la humildad del juez, con sentimiento humano, cariñoso, puntualizó.
Pero si un juez no está actualizado con las normas, tampoco será un buen juez, atentará contra la dignidad del juez y de la víctima. Hay que agradecer el conocimiento y la sabiduría que no nace en los libros, sino en el caminar del ser humano, señaló.
En la conferencia estuvo el presidente del poder judicial estatal, Rutiilio Escandón y la madre del gobernador, Leticia Coello.
Una auténtica guerrera de los derechos humanos, tiene todo mi respeto como persona y activista, la voz del pueblo en una sola persona.