Ayuntamiento de San Cristóbal desaloja a vendedoras ambulantes
Autoridades municipales desalojaron a vendedoras del área de Convivencia Infantil del municipio de San Cristóbal de las Casas, con el pretexto de que vendían comida chatarra.
Las afectadas denunciaron que necesitan de una fuente de empleo, y el desalojo se dio sin ofrecerles una alternativa de solución.
En entrevista, Eva Francisca Gómez Morales, una de las afectadas, informó que en noviembre de 2013 las autoridades municipales les pidieron que dejan de vender por un tiempo, “que serían como dos meses y que después de ese tiempo volveríamos a ocupar nuestro lugar, esa fue la condición y quedamos tranquilas; sin embargo, viendo que pasó todo diciembre, enero y no hubo nada, decidimos ir al DIF, tuvimos una junta y nos dijeron que definitivamente ya no íbamos a trabajar aquí”.
La señora explicó que no hubo un argumento válido para correrlas, simplemente “hubo una orden de arriba de que las sabritas y comida chatarra ya no se iban a vender; pedimos que nos informaran qué es lo que se puede vender para acatarlo, pero dijeron que no podíamos vender más en el lugar”.
Hace días “nos iban a dar a firmar unos papeles, pero con eso aceptábamos prácticamente el desalojo, por eso no quisimos firmar”, después clausuraron sus locales y finalmente la noche del viernes fueron desalojadas.
Antes de esto, el viernes “llegaron a avisar que ya estaban desalojando las casetas; yo tengo cosas ahí, por eso dejo con llave, por eso tuve que venir rápido, ignoro si aquí procede o no poner una demanda por los daños a mis cosas, tendría que asesorarnos alguien, porque el encargado de Servicios Públicos Municipales nada nos ha dicho al respecto, nadie nos da oído, se pasan la bolita”.
La señora lamentó la actitud de la autoridad municipal, pues todos los que ahí vendían los fines de semanas lo hacen por necesidad: “Yo llevo 16 años trabajando aquí, vendiendo refrescos, dulces, empanadas, garnachas, taquitos dorados, chalupas y otros antojitos, pagando nuestra cuota mensual”.
Con un dejo de nostalgia y preocupación, recordó que “cuando empecé a trabajar pagaba 40 pesos, ahorita pago 100 pesos mensuales al DIF y no tengo luz, por lo tanto no tengo refrigerador”.
Solicitó al alcalde coleto “que nos deje trabajar, más cuando sólo laboramos los domingos, no lo hacemos toda la semana, no hay mucha venta; el sábado vienen dos personas a las casetas, pero es poca la entrada”.
“Le pedimos al alcalde Francisco Martínez Pedrero que se ponga la mano en el corazón viendo cómo está ahorita la situación, nosotras tenemos que buscarle para poder salir adelante, entonces, es una injusticia lo que nos están haciendo porque no soy yo nada más. Somos varias personas las afectadas”, indicó.
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