Reconocen en Chiapas a náufrago salvadoreño
Compañeros del naufrago José Albarengo, de 37 años de edad y de origen salvadoreño, encontrado en las Islas Marshall, manifestaron su sorpresa y alegría de que haya sobrevivido más de 14 meses en altamar. Recordaron que luego de buscarlo junto con las autoridades de Chiapas durante varios días arrojaron flores al mar en su memoria.
En la comunidad pesquera de Agua Azul, municipio de Pijijiapan, los pobladores entrevistados por los medios de comunicación recordaron que fue el 20 de noviembre del 2012, al medio día, cuando el salvadoreño se fue a la pesca de tiburón junto con varias embarcaciones. Pero horas más tarde reportaron por radio que tenían problemas por el mal tiempo y comenzó la búsqueda.
Williams Decuir Uscanga, del grupo de pescadores, recordó que ese día José Salvador Alvarenga, a quién aquí todos conocen como “La Chancha”, iba acompañado de Ezequiel Córdova, un muchacho de la comunidad El Fortín.
“Salieron como todos los días, luego reportó por radio que se había descompuesto y que ya estaba fuerte el norte, alistamos lanchas, pero ya no se podía buscar porque estaba muy fuerte el viento”.
En esa ocasión eran tres las embarcaciones pérdidas, cada una con dos pescadores, dieron aviso a Protección Civil, llegó apoyo del gobierno para tratar de localizarlos con avionetas y helicópteros, días después, la armada encontró una lancha y rescató a los dos pescadores.
Pero de las embarcaciones «Blanquita 4» y la unidad 13 de «Camaroneros de la Costa» y de sus 4 tripulantes ya nada se supo. “Como a los 8 o 10 días se dejó de buscar, esto hoy es una sorpresa, es una cosa que no se cree, vivir 14 meses, a sol, agua, frío, tempestades, es un record”, afirmó en entrevista a la prensa Williams Decuir.
La señora Guillermina Morales, “Tia Mina”, que atiende un comedor en la comunidad, relata que aquel 20 de noviembre, fecha en que se conmemora la gesta de la revolución Mexicana, cuando se perdió la lancha con el salvadoreño “su patrón lo mando a buscar, pidió apoyo, llegó la avioneta, ayudó capitanía de puerto pero fue demasiado tarde”.
Ella no sabe el nombre de “La Chancha”, a quién por ser centroamericano le decían también “el Cachuco” , pero sí recuerda que llegó a la zona “hace varios años acompañado de su hermano, pero su hermano se fue para Estados Unidos, esa vez me preguntaron si tenía yo trabajo, les dije ‘vayan a las pescadurías ahí les van a dar’ y se quedó desde entonces”.
“Era alegre, tranquilo, como cualquiera, ese día se despidió como siempre, “ahí que Dios les bendiga, ahí me traen algo”, les dije, ahora que hizo un año de que se perdió, les dije a los muchachos que le tiraran sus flores al mar, le prendí una veladora”, dice doña Guillermina.
-¿A los cuantos días lo dieron por muerto?
-Pues ya perdiéndose, ya se sabe que no son de la vida, pero ahora estamos viendo la gran noticia.
Los pescadores explican que las embarcaciones de 25 pies de largo, de fibra de vidrio se internan por la mañana más de 150 metros mar adentro, llevan radio comunicador, navegador, el equipo de anzuelos y cuerdas y pueden cargar hasta 20 litros de agua potable.
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