Desplazados de Chenalhó exigen justicia y reparación de los daños

«Retornaremos hasta que veamos que hay, por lo menos, algunas señales reales de justicia»: Desplazados. Foto: Amalia Avendaño

Los desplazados del ejido Puebla que regresaron a refugiarse a la comunidad de Acteal, luego de 20 días de cosechar café en sus parcelas, expresaron su disposición a sostener un diálogo solucionar el conflicto. Pidieron que las autoridades  les den “por lo menos, algunas señales reales de justicia”.

Este viernes las 17 familias desplazadas dejaron nuevamente sus hogares. Acompañados de medios de comunicación y activistas proderechos humanos, explicaron que al terminar la labor de corté de café tomaron el acuerdo de volver a Acteal “porque no se han dado las condiciones necesarias para quedarnos con paz y tranquilidad”.

Reiteraron que  las condiciones para que pueda darse el retorno definitivo:  “el reconocimiento de la propiedad del predio de la iglesia católica, el reconocimiento y reparación de los daños, tanto comunitarios por la destrucción de la obra del templo y la destrucción de las casas comunitarias, como también los daños personales por los robos y las destrucciones en las casas de los desplazados”.

Ademá,s solicitaron “que que no queden en la impunidad los diferentes delitos que se han cometido en contra nuestra como el secuestro del sacerdote Manuel Pérez Gómez, para solo mencionar un caso”, y de las agresiones que sufrieron de parte del grupo evangélico que liderea el comisariado ejidal y que los obligaron a desplazarse a Acteal, desde agosto del año pasado.

Denunciaron con preocupación que durante los 20 días que estuvieron en el ejido Puebla no cesaron los hostigamientos contra varios de los desplazados, y en especial contra algunos como Juan López Méndez, de la iglesia bautista, “al que le tienen mucho coraje porque no siendo católico no quiso apoyar las agresiones contra los católicos”.

“En estos días en Puebla lo fueron a acusar falsamente de que había bloqueado un camino, y también la han agarrado contra su familia: el  2 de febrero  cortaron la manguera que provee agua a la casa de la  madre de Juan López Méndez”, denunciaron los desplazados.

Lamentaron que el grupo agresor siga “provocando  delitos, violando a los derechos de la sociedad, sin que nadie les diga nada”.

En su pronunciamiento político, el grupo de 98 personas, consideró que es necesaria la aplicación de las leyes y no basta la presencia de algunos funcionarios o del propio gobernador de Chiapas Menuel Velasco para encontrar la paz,  “mientras quieran resolver  todo con promesas de apoyos pero no hagan justicia, no va a haber solución”.

“Nosotros los Desplazados, el Consejo Parroquial y la Sociedad Civil de las Abejas queremos que haya paz y reconciliación en Puebla y en todas las comunidades. Estamos abiertos al diálogo, pero lo que no podemos aceptar es la impunidad y que se sigan repitiendo los delitos porque ya lo vimos que así como fuimos desplazados en 1997, lo fuimos otra vez en 2013 y todo por las mismas gentes porque no han sido castigados y si no lo son van a seguir repitiendo lo mismo y va a seguir habiendo desplazados”, advirtieron.

“Los gobiernos –agregaron- no aplican justicia por los delincuentes, por esta razón no podemos quedar tranquilamente en nuestras casas. Decidimos estar en Acteal; retornaremos hasta que veamos que hay, por lo menos, algunas señales reales de justicia, si no, seguiremos con nuestra denuncia Pública”.