Se necesitan visas humanitarias para mujeres embarazadas migrantes

Damaris tiene 16 años de edad. Es originaria de Honduras y tiene cinco meses de embarazo. Foto: Sandra de los Santos/ Chiapas PARALELO.

Damaris llegó a la casa del migrante Hogar de la Misericordia del municipio de Arriaga con mucha hambre, los pies hinchados y con cinco meses de embarazo, aunque por lo abultado de su vientre  pareciera que en cualquier momento fuera a parir.

Tiene 16 años de edad y es originaria de Honduras. Cruzó la frontera acompañada de su pareja, otro joven que tampoco alcanza la mayoría de edad. Salió de su país porque allá no tienen trabajo y no ven algún tipo de futuro prometedor para su hijo.

Los dos jóvenes llegaron al albergue de Arriaga, después de tres días de camino. Esperan subirse al tren de carga y llegar hasta Veracruz para después irse a Puebla, en donde los espera la madre de él. “Mi suegra nos va a ayudar para que lleguemos a los Estados Unidos”.

En sus cinco meses de embarazo, Damaris no ha visitado a un médico. Lo único que trae en su mente es llegar a los Estados Unidos. Tiene miedo que en el camino sean deportados o asaltados y que ella no pueda correr.

En el albergue de Arriaga, Damaris conoció a Karla Patricia Vásquez de 42 años de edad y también originaria de Honduras. En los dos días que lleva ahí Karla la ha acompañado y cuidado porque traía, literalmente, reventados los pies por el camino y el embarazo.

“Hubiera visto cómo traía los pies está niña, reventados, si de por sí es duro el camino imagínese ahora embarazada. Yo me pongo a pensar en mis hijas y que Dios quiera ellas no tengan necesidad de cruzar así y por eso cuido a esta niña, aunque sea en estos días que estamos acá” dice Karla.

La primera vez  que llegó Karla a los Estados Unidos tenía 35 años. Regresa cada dos años a Honduras para llevarse a uno de sus hijos. Tiene cinco y está vez vino por el tercero. Sólo se ha llevado a sus tres hijos varones, las dos mujeres se quedaron.

“En el camino uno ve cosas que no quiere que le pase uno a sus hijas o pasa cosas y mejor que se queden allá” dice, sin entrar a detalles, pero todos los que están en el albergue saben de qué “cosas” habla.

El albergue del municipio de Arriaga es uno de los pocos lugares en la que las mujeres migrantes embarazadas pueden descansar en su camino a los Estados Unidos. Foto: Sandra de los Santos/ Chiapas PARALELO.

Visas humanitarias para mujeres embarazadas

Diego Loreto, director del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova consideró que es necesario que el gobierno mexicano otorgue visas humanitarias a las mujeres embarazadas migrantes en tránsito por México.

La visa permitiría a las mujeres embarazadas acceder a los servicios de salud en el país y disminuiría la condición de riesgo en la que se encuentran al transitar en ese estado.

Se han documentado casos de mujeres migrantes que tienen que tienen abortos espontáneos en el tren de carga, lo que pone en riesgo su vida.

En las estaciones migratorias es común observar a mujeres embarazadas y están en las mismas condiciones en las que se encuentran el resto de migrantes que son asegurados para su deportación.

El coordinador de la visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos  Humanos (CNDH) en Tapachula declaró en una reciente entrevista que  en las visitas que hacen tanto en las estaciones migratorias como en los albergues han observado casos de mujeres migrantes que viajan embarazadas.

La condición de vulnerabilidad incrementa para las mujeres al viajar en este estado ya que difícilmente pueden ser atendidas de sufrir alguna complicación por su estado.

A pesar de lo evidente que es la condición de riesgo en la que viajan las mujeres embarazadas migrantes, el gobierno mexicano, hasta ahora, no ha entregado visas humanitarias a las migrantes que se encuentran en está condición.