El migrante que murió en el río Hudson‏

El cuerpo llegó en un caja de cartón con la inscripción Head y a los pocos centímetros el nombre Heberto Hernández Velasco. Foto: Fredy Martín Pérez

Heriberto Hernández llegó en un caja de cartón con la inscripción Head y a los pocos centímetros el nombre Heberto Hernández Velasco. Foto: Fredy Martín Pérez

Las Margaritas, Chiapas. En la fría mañana del miércoles llegó el cuerpo del campesino Heberto Hernández Velasco, de 26 años de edad, fallecido el 23 de noviembre el año pasado por intoxicación de etanol, en Nueva Yersey.

Padre de dos niños, Heberto dejó Nuevo Plan de Ayala, un poblado en la selva, en los límites de La Independencia y La Trinitaria, hace seis años y se aventuró viajar por más de dos semanas hacia los Estados Unidos y se asentó en Nueva Yersey.

Durante más de dos mil 190 días, Heberto trabajó en un campo agrícola cerca del río Hudson y de los 150 dólares que ganaba por día, los utilizaba para pagar la renta de una casa en la 11900 de la Calle Six Ls Form, Naples, Fl. 34114, para comida, algo para bebidas alcohólicas que consumía con frecuencia y el dinero extra lo giraba a Comitán, hasta donde llegaba su esposa Enedina Hernández, a cobrar el dinero.

En Nuevo Plan de Ayala, en las inmediaciones del río Blanco, Enedina cuidó con esmero el dinero que le mandaba en algunas ocasiones Heberto y lo usó para comprar ropa y zapatos para sus hijos, algo de comida y hacer algunas ampliaciones en la casa.

En el pueblo muchos de los campesinos que emigraron de la tierra fría a la selva, han dejado sus hogares para buscar trabajo en California, Florida o Chicago, pero también han viajado a la Península para trabajar en la construcción de hoteles y el comercio informal en Cancún, Playa de Carmen y Cozumel.

A las 08:00 horas el cuerpo de Heberto llegó procedente de un vuelo del Distrito Federal al aeropuerto Ángel Albino Corzo, hasta donde llegaron el comisiarido ejidal Roque García Vázquez, en representación de la familia y el activista Mario Luis Albores.

El cuerpo llegó en un caja de cartón con la inscripción Head y a los pocos centímetros el nombre Heberto Hernández Velasco.

Durante dos meses, Rafael Calleja Sepúlveda, encargado del departamento de documentación del México en Filadelfia, realizó los trámites para la repatriación del cuerpo del campesino chiapaneco.

El 23 de noviembre el cuerpo de Heberto fue localizado en la casa donde vivía y las causas del deceso, según estableció el forense, fue por “intensa intoxicación de etanol” y en el acta de defunción se establece que la víctima acostumbraba consumir alcohol.

El miércoles por la tarde el cuerpo de Heberto fue recibido por su esposa, hijos y padres en la comunidad, para llorarle, ver el rostro y cuerpo inerte del joven campesino que fue inhumado este jueves.

Con el repatriación de este cuerpo, suman 147 los cadáveres de chiapanecos que ha conseguido traer a casa el activista Mario Luis Albores, en más de un década.