Los diputados del PVEM, PRI y PAN, simuladores y marrulleros
La reciente esclavitud neoliberal económica, en su etapa de reforma energética, se implantó en Chiapas al amparo del sopor devocional Guadalupano y el frenesí consumista de Navidad y Fin de Año.
La conquista del gran capital nacional y extranjero que traerá la inversión privada en los recursos energéticos del país, llegó como hace 482 años lo hizo también la veneración del culto a la Morena del Tepeyac. Lo hizo con su halo proteccionista, consolador y de ideales fantasiosos, como plan de colonialismo preconcebido para engañar y saquear.
Alienada, confusa y desesperanzada como está la sociedad chiapaneca por los atropellos y la indefensión recientes, no se percató o no quiso percibir la modificación constitucional en su dimensión auténtica, tal vez para no quitarle las alas finales a la esperanza de algo, como patrimonio de refugio último.
La algarabía y los tumultos festivos de la recta final de 2013 apagaron el ruido de los invisibles, pero reales, grilletes y cadenas que cada quien porta y arrastra ya, como símbolo del abuso, el despojo y la miseria que el capitalismo salvaje enraizará con la ruta libre que le deja la reforma energética que este viernes fue validada por los diputados de la LXV Legislatura local.
La reforma energética se discutió y ratificó en el poder Legislativo chiapaneco, bajo un manto de ambigüedades, inconsistencias, promesas falsas y expectativas de un mejor sistema de cosas, como el mito guadalupano, que unificó a mestizos e indígenas a la voluntad y servicio de una clase política y gobernante.
Las últimas plegarias lastimeras a La Guadalupana resonaban aún. Salían de fervientes bocas en algunos templos consagratorios de esa imagen de la religión católica, cuando 32 diputados aprobaban la iniciativa de decreto de la reforma energética, a la que presentaron también como un símbolo tutelador de soluciones casi milagrosas de los problemas y conflictos del México contemporáneo.
Los diputados del PVEM, PRI y PAN, simuladores y mitificadores como son, se reunieron un día anterior con el gobernador Manuel Velasco Coello en el lienzo charro de la Feria Chiapas, donde vestidos de charros, en cuyo remedo buscaban asentar imágenes de señores y manda más, prepararon con toda seguridad, la escena del Legislativo.
La tarde de este jueves fue más gris con los discursos legislativos, que una vez más ignoraron razones históricas, realidades ciudadanas y ratificaron su entreguismo institucional en un retroceso que mandó de bruces al país al Porfiriato y a los expolios de los petroleros norteamericanos de entonces.
En tribuna y en la opinión pública crítica, el junior desenfadado Fernando Castellanos Cal y Mayor, dejó grabado el sentido servil de su ideario político.
El coordinador de la fracción del PVEM argumentó que la reforma energética actualiza el sector, obsoleto como se encuentra. Además transforma y fortalece al país ante lo que llamó recesión económica.
El joven marrullero, que con su barba a medio rasurar no consigue adquirir los aires del intelectual Jorge Castañeda, advirtió que los recursos petroleros y yacimientos, que estaban a flor de tierra y en aguas poco profundas, se agotan.
Que nuestras reservas tienen fecha de caducidad. Necesitamos nuevas tecnologías para estar a la vanguardia en las aguas profundas, pero se necesitan miles y millones de dólares, los cuales Pemex no tiene, arguyó.
Y luego justificó que para tales fines se requieren inversionistas en México, para esa actualización, ese respiro al recurso petrolero y a las energías limpias.
En esa línea discursiva, el de abolengo priista y empresarial, Emilio Salazar Farías, ahora del PVEM, se pronunció zalamero a favor de la reforma energética.
Este obsesivo aspirante al gobierno de Tuxtla Gutiérrez, suspendió la defensa de la reforma energética obligado por los gritos y reclamos de jóvenes que ingresaron al salón de sesiones y, que enseguida fueron echados por el personal de seguridad.
Las protestas exaltaron también al diputado del PRI, Noé Castañón Ramírez, intolerante, legalista y apolítico como es, alzó el tono de sus voz aguardentosa y destemplada para aplicar su fuero.
Defendieron también la reforma energética, cual encomienda, los priistas Roberto Aquiles Aguilar, Blanca Ruth Esponda, Alma Rosa Simán; del PAN, Gloria Luna Ruíz, acostumbrados como están a plegarse a voluntades de gobernantes y a que frases referidas como las de la senadora Layda Sansores :” Vayan y privaticen a la puta madre que les parió”, se les resbalen como un apremio y distinción de sus personalidades acomodaticias, cínicas y canallas.
la acción de los diputados no vale la pena ni un comentario, lo verdaderamente valioso en este momento es empezar la campaña nacional de «NI UN VOTO AL PRI, AL PAN AL VERDE Y ALOS CHUCHOS PERREDISTAS», solo así podemos construir un congreso ciudadano, hagamos valer ya las candidaturas ciudadanas, solo así podremos revertir esta traición a la patria. CHIAPAS, MEXICO, UNAMOS YA ANTES QUE NOS DEJEN SIN PATRIA.