Impacto Ambiental de Chicoasén II en Chiapas

Reptiles que serán afectados por la construcción de Chicoasén II

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Dentro de las 822 hectáreas que componen el área de influencia de lo que será Chicoasén II, hay asentamientos humanos, bosque de encino y pino, regiones de selva baja caducifolia, y cuerpos de agua. En esta zona actualmente se desarrollan procesos de agricultura temporal.

El estudio de impacto ambiental entregado a la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) –instancia que ya calificó la obra como viable- señala que en esta zona hay 12 especies de flora catalogadas bajo status de protección por la Norma Oficial Mexicana, 7 de ellas porque son especies amenazadas, y el respeto porque requieren protección especial a fin de garantizar su conservación. Es el caso de una bromelia y dos agaves originarios de la región.

En la región donde se planea construir la hidroeléctrica hay 726 especies de fauna, entre mamíferos, reptiles, aves, anfibios, peces y crustáceos. De entre ellas hay 2 especies de mamíferos, 2 de anfibios, 4 de peces, 12 de reptiles y 10 de aves, consideradas especies amenazadas o que requieren de protección especial para garantizar su conservación.

El estudio señala también que durante la etapa de operación y mantenimiento de la hidroeléctrica Chicoasén II habrá generación de gases de efecto invernadero, aunque en un nivel bajo. Se reconoce por otra parte que habrá modificaciones negativas en la calidad del agua en el proceso de transporte y sedimentación; y aguas debajo de la hidroeléctrica habrá una disminución del caudal en el río Grijalva.

El impacto negativo más alto, se reconoce, será por la pérdida de cobertura de selva baja caducifolia y bosque, e incluso la posible pérdida de algunos especímenes. Habrá modificaciones negativas altas en el hábitat y distribución de especies animales acuáticas y terrestres que se encuentran amenazadas o que requieren de protección especial para garantizar su conservación.

Sin embargo, a pesar de esta valoración, el proyecto contempla que los impactos negativos pueden ser mitigados y compensados mediante las acciones propuestas para llevarse a cabo, como el rescate de flora y fauna, actividades de reforestación, mantenimiento del caudal semejante al que actualmente fluye por el río Grijalva; y la reproducción de peces en cautiverio, una vez llenado el embalse.

La Semarnat autorizó el proyecto de la construcción de la hidroeléctrica Chicoasén II, de manera condicionada a la implementación de las medidas anteriores.

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