Desplazados de Chenalhó piden condiciones para el retorno
Indígenas católicos desplazados del ejido Puebla, en el municipio de Chenalhó, realizaron una peregrinación para pedir se les brinden garantías para regresar a sus hogares.
En la manifestación, exigieron a las autoridades que reconozcan el derecho de posesión del terreno de para construir la ermita y se les brinden garantías para regresar a sus hogares.
Acompañados por el Pueblo Creyente de la Parroquia de Chenalhó y de las 11 parroquias de la zona tsotsil, los indígenas cargaron cruces, imágenes religiosas, flores, velas, mantas y pancartas, recorrieron desde la comunidad Yabteclum hasta Acteal, donde realizaron una celebración religiosa y leyeron su pronunciamiento político.
Los dos mil creyentes recordaron que en agosto pasado fueron obligados a refugiarse un grupo de cien personas, quienes abandonar sus viviendas en el ejido Puebla luego de recibir agresiones y amenazas de parte del grupo que liderea el comisariado ejidal Agustín Cruz Gomez, que además es pastor de la Iglesia Presbiteriana.
El origen del conflicto es la disputa del terreno de la ermita católica que inició en abril pasado.
Agregaron que continuarán insistiendo hasta poder retornar. “No descansaremos ni callaremos hasta alcanzar la justicia. Exigimos a las autoridades federal, estatal y municipal que reconozcan nuestro derecho de posesión y de reconstruir nuestra ermita”.
La misa fue oficiada en el altar de los 45 martires de Acteal por los parrocos Manuel Pérez Gómez, de Chenalhó; Marcelo Pérez Pérez, de Simojovel; Rogelio Frutis, de Amatán; Javier Monroy, de Huitiupán; Francisco Mejía Urzúa, de Pantelhó y Rafael Mendívil, de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas.
Los desplazados agradecieron la solidaridad de quienes los acompañaron en la peregrinación y denunciaron los sufrimientos que viven los desplazados, hombres, mujeres y niños, lejos de sus hogares; pero también las agresiones y amenazas que siguen padeciendo los católicos y las familias de la Iglesia Bautista de la comunidad “nada más porque no han estado de acuerdo con los ataques que hicieron contra la Iglesia Católica las personas encabezadas por el comisariado Agustín Cruz Gómez, junto con las otras autoridades en ese ejido, como el Agente Rural Lorenzo Gutiérrez Gómez, el Patronato de Obra Javier Cruz López, el Consejo de Vigilancia Juan López Arias pastor del Séptimo Día, el Comité de Luz Lorenzo López Méndez”.
Hicieron un recuento de las injusticias que han vivido en el conflicto que se agudizó el 29 de abril cuando los presbiterianos determinaron que el terreno donde estaba construida la ermita católica y los católicos la derrumbaron para edificar una nueva, pertenecía a toda la comunidad.
Posteriormente “destruyeron los muros de la nueva iglesia, robaron el material de construcción incluyendo láminas y maderas del antiguo templo y quemaron dos casas” ; a principios de agosto hicieron una “acusación mentirosa contra los católicos que, según ellos habían envenenado el tanque de agua de la comunidad, los golpearon, amenazaron con matarlos y estuvieron detenidas tres días en los separos de la Procuraduría Indígena de San Cristóbal”.
También secuestraron y encerraron durante 5 horas en una letrina al párroco de Chenalhó Manuel Pérez Gómez, hasta el día 23 de agosto cuando con amenazas o obligaron a salir desplazados de su comunidad a 12 familias católicas, explicaron.
Pidieron a las autoridades de los tres niveles de gobierno que no permanezcan “cruzadas de brasos” mientras “se violan nuestros derechos” y advirtieron que continuaran con su lucha por la justicia.
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