Celebran día de muertos en los panteones de Tuxtla

“Que falta me hace mi padre. A cada paso que doy. Que solita está mi madre…” canta un trío norteño que se la ha pasado toda la mañana de panteón en panteón en Tuxtla Gutiérrez entonando todo tipo de canciones. Desde “la vida no vale nada” de José Alfredo Jiménez hasta el “Ausente”.

Los músicos dicen que no fueron tan requeridos como otros años,  aún así no se quejan. La crisis económica también llegó a los panteones en este día de muertos. Los negocios, que se ponen cada año afuera de los panteones, disminuyeron.

Las calles desiertas de la ciudad contrastan con el movimiento que hay en los panteones el 02 de noviembre. Los cementerios se convierten en el lugar de la fiesta, en donde se comparte los tamales, el pan, el café con los difuntos. Es un día para encontrarse, para convivir, para recordar.

Hasta los panteones llegaron los integrantes del movimiento magisterial a repartir propaganda a informar sobre su manifestación. Las personas con flores en las manos se detenían a escucharlos a cooperarles, pero también había quienes se iban de largo y hasta los cuestionaba sobre su forma de lucha.

En Tuxtla Gutiérrez los panteones se llenaron desde temprana hora, pese a la crisis económica  la mayoría de las tumbas se llenaron de flores amarillas y veladoras. Los panteones de Tuxtla Gutiérrez: Municipal, San Marcos, de Terán y el de Plan de Ayala se llenaron de personas que llegaron a convivir con sus muertos.

Familias enteras se acomodaban alrededor o hasta encima de las tumbas para acompañar a sus muertos, les ponían tamales, dulce de calabaza, pan,  dulces, de lo que llevaran.

La gente recuerda a sus muertos en medio de carcajadas y música, de flores de cempasuchil, tamales y calabaza. El ambiente del día de muertos no tiene nada que ver con algo fúnebre, sino todo lo contrario, en los panteones de Chiapas el 02 de noviembre se festeja a la muerte con música , flores y tamales. Se festeja a la muerte porque es parte de la vida.